19 [¿Porque Eres Así?]

890 60 22
                                    

-¿¡TU!?.

-Zaida princesa. -Sonríe

-¡VETE! -Digo con la voz temblorosa.

-Zaida. -Me toma de la muñeca y me atrae a el.

-¡SUELTAME!..¡SUELTAME! -Chillo varias veces. -¡SUELTAME!

-Zaida..Zaida..Zaida amor entiende. -Me abraza.

-¡SUELTAME! -Sollozo.

Pasa su mano por mi cintura y me besa el cuello.

-¡ZAYD!...¡ZAYD! -Empiezo a pedir ayuda.

Me separa de el y me quita despacio el hijab.

-Nunca me enseñastes tu cabello. -Le pego en su mano y empiezo a correr hacia la oficina de Zayd pero esta estaba muy lejos de la mía.

Se me cae el hijab y no me detengo a recogerlo.

-¡ZAYD! -Digo exhausta

-¿Zaida que pasa? -Me escondo detrás de él y este comprende la situación -Al parecer no te quedo claro la ultima vez -Lo toma por el cuello de su camisa y le da un golpe con su frente

-Zayd...Zayd -Intento que escuche -Que se valla -Digo entre suspiros

Estos salen de la cabina y siguen peleando.

Se acerca Mariam y me abraza.

-¿Estas bien?

-No...no -Niego -Me iba a violar..Me iba a violar

-Ya, ya paso -Me intenta calmar

Permanezco un rato sin comprender la situación y Mariam intentaba pedir detalles.

Entra Zayd a la cabina y sin pensarlo dos veces, lo abrazo.

-Gracias. -Me seco unas cuantas lágrimas y me separo de el
-Gracias por defenderme.

-No tienes que derramar lágrimas por estúpidos como el y desde hoy yo te iré a dejar hasta la puerta de tu casa. -Me sorprendo ante tal comentario y Mariam interrumpe

-Ajam..permiso. -Dice riéndose

Esta se va y yo voy detrás de ella pero, Zayd me detiene tomándome por la muñeca.

-Lindo cabello -Me percató que permanecía sin hijab y salgo de la cabina avergonzada.

Regreso a mi cabina y me detengo antes de entrar.

-Ya paso. -Dice Diego. -Entra. -Se adelanta y me abre la puerta.

-Gracias. -Tomo asiento y este prepara café

-¿Te ayudo en algo?

-¿No tienes nada que hacer?

-Tenia, ya termine, pensé en venir y ayudarte. Ya que tienes mucho trabajo. -Mira hacia los portafolios y hecha una sonrisa ligera

-Si asi lo deseas, yo no tengo ningún problema. -Toma asiento y me brinda café. -Gracias.

-¿Quien era el que había entrado?, me pareció extraño pero no hice nada.

-Nadie. -Di un sorbo al café y este me quemó la lengua. -¡Ay que caliente! -Me queje.

-Con cuidado. -Este ríe.

-No es gracioso. -Ruedo los ojos. -Bueno empecemos.

Le di los portafolios en el que el tenía idea de que hacer o que cambiar, y los restantes los tome yo.

Horas mas tarde

-¿Que hacen? -Dice Mariam interrumpiendo

Segundo PlatoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora