60 [¿Sara esta embarazada?]

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—Assalamualeikum, bienvenidos —Sonrío —Les daría un abrazo a los dos pero tengo las manos sucias, estoy haciendo dulces en la cocina con Layla ¿por qué no vienes tu también? —Dirijo mi mirada hacia Sara.

—No gracias, estoy muy agotada y deberías dejar de fingir. No te da —Toma su bolso y se va.

—Zayd yo solo quiero hacer las pases —Aclaro.

—Entiendo…iré a tomar una ducha, si puedes por favor sírveme el almuerzo.

—¿No almorzaron?

—No, ella se estaba sintiendo mal y nos regresamos.

—De acuerdo, le serviré a ella también para que almuercen juntos en el jardín. Haz que este día sea especialmente para ella.

—Gracias mi vida —Me abraza y se va.

Entro a la cocina y saco las galletas del horno.

—Escuche la puerta de la casa abrirse ¿quién era?

—Sara y Zayd que regresaron de jugar golf.

—¿Por qué no fuiste con ellos?

—Ella también es su mujer y también tiene que recibir amor de Zayd, le dije a Zayd que pasara todo el día con ella y que no me mencione cuando este con ella. No quiero mas enemistades con nadie.

—Me alegro que estés cambiando —Sonríe mientras esparce el chocolate en la pequeña tortilla.

—Ponle el banano en el centro y lo envuelves mientras yo voy a servir el almuerzo a Zayd y Sara.

—¿No almorzaron?

—Sara se sentía mal y se regresaron.

—Ahhh, entiendo.

Sirvo el almuerzo y lleno los vasos de jugo para luego decorarla la mesa del jardín especialmente para ellos dos.

—Ven Sara come un poco y luego te acompaño al cuarto para que descanses.

—Pero me siento muy mal.

—Vamos acompáñame —Me entro a la cocina y los miro desde la ventana.

Toman asiento y comienzan a almorzar.

—Zaida —Dice Layla poniendo su mano en mi espalda. —Se que es difícil para ti ver como el amor de tu vida está con otra.

—Yo lo voy a aceptar sea como sea.

—Olvídate de eso ahora y terminemos los dulces —Me aparta de la ventana.

Regreso a terminar lo que había comenzado y sin querer unas cuantas lágrimas comienzan a caer por mi mejilla.

—¿Zaida estas llorando?

—Si Layla, ve a cortar las cebollas en la sala —Me seco las lágrimas provocadas por la cebolla para luego terminar de guardar las cosas y limpiar el desastre.

—¿Zaida hay más jugo? —Se asoma Zayd por la ventana con la jarra de jugo.

—Si espera —Abro el refrigerador y lleno la jarra del jugo que había preparado. —Toma —Se la extiendo.

—¿Estabas llorando?

—No, lo que pasa es que Layla estaba cortando cebolla y me dio en los ojos.

—Ahh —Se ríe simple y se va.

Siguiente día.

Tomo asiento y comienzo a desayunar, hoy tengo tanto que hacer en la empresa, las modelos, la ropa, reuniones, revisar carpetas, corregir ideas, contactar con la empresa de mi padre y solicitar su ayuda, traer las modelos de la empresa de mi padre, compartir las ideas de los vestidos…ufff creo que terminaré mañana en la mañana.

Segundo PlatoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora