28 [¿Quieres bailar conmigo?]

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-Te reto a que le des un beso a Rachid. -Todos se impactaron por su respuesta y luego comenzaron a decir beso al unisono.

Mire a Rachid y este me tomo por sorpresa.

[¡QUE ASCO!.] -Respondió mi mente al beso de Rachid. [Por lo menos no fue en los labios.] -Pensé aliviada.

Mire hacia Zayd y cruzamos miradas, este se notaba muy enfadado.

-Me tengo que ir. -Se levanta y Amir lo detiene.

-¿A donde vas?. -Zayd dirige su mirada hacia mi y de inmediato la regresa hacia su hermano. -Donde no me hagan daño. -Sonríe falsamente y con un gesto se despide de todos.

-Yo te acompaño. -Farah se levanta y sigue a Zayd.

Mordí mi lengua para no soltar algo de lo cual luego me arrepienta.

Mas tarde.

Los invitados se retiraron y los demás restantes de la familia conversan.

-Tengo trabajo. -Me excuso para luego regresar a mi cuarto.

Me quito los tacones y descanso unos minutos, acto seguido tome mi pijama y entre al baño.

Salgo y me dispongo a realizar mi trabajo, me entra un mensaje y hace que me distraiga.

Revise todas mis redes sociales y me percaté de mi trabajo.

-¡Ya son las 1 y todavía no termino!. -Dejo mi celular aparte y prosigo con el trabajo.

Levanto mi cabeza y siento mi labio mojado, al tocarlo sentí mi baba.

[¿Me dormí?]

Al parecer estoy cansada, pero tampoco puedo dejar a medias mi trabajo.

-Ya lo are mañana. -Pienso en voz alta y apago mi portátil.

Me lanzó en la cómoda y suave cama, para caer en un sueño profundo.

Al amanecer.

Me levanto y comienzo con la misma rutina de todas mis mañanas.

Subo a mi cuarto por unos documentos y encuentro a Farah inspeccionando mi cuarto.

-¿Que haces?. -Esta se asusta al escuchar mi voz y deja caer un portafolio al suelo. -¿Que es?. -Recojo el portafolio y lo abro curiosa.

-No es nada. -Me lo arrebata de las manos y rápidamente sale del cuarto.

Busque mis documentos y regrese al auto.

En el transcurso del viaje hacia la empresa, no podía dejar de pensar en la relación que Zayd y Farah tenían o tienen.

Todavía me confunde.

-Señor pepe.

-Diga señorita Zaida. -Me mira por el retrovisor.

-¿Usted ama a alguien?.

-Claro.

-¿Que haría usted si ese amor le pertenece alguien que no es usted?.

Segundo PlatoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora