Capitulo 46

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Narra Ángel.

Oigo como un coche para,y me giro a ver quien puede ser.

Cuando veo bajarse de el coche a mi hermana y a Martina,el corazón se me va a salir del pecho.

No quiero estar con nadie, quiero estar sólo, yo solo ante mi vida de mierda.

Cuando están casi a mi altura me levanto del césped,y las miró con la mandíbula tensa.

-¿Que hacéis aquí?- Les pregunto autoritario

-No dabas señales de vida Ángel, estábamos asustadas,y después de pensar he caído que estabas aquí- Contesta mi hermana y sigo mirándola sin expresión

-Tu vale,pero,¿Porque la has traído a ella?- Veo como Martina pone mala cara y decido explicarme mejor. -No es que no quiera verla, pero sabes lo que significa esté sitio- Mi hermana asiente y Martina frunce el ceño.

Nadie sabe lo que pasó en éste lugar, excepto mi familia.

Eso hizo que cambiará. Desde ese día nunca volví a ser el mismo.

-¿Que te paso anoche con Cayetana?-Trago saliva. -¿Que dijo o hizo para que vuelvas aquí Ángel?-

-Irene no quiero hablar de eso por favor.-

Cada vez que recuerdo la conversación de Cayetana,me duele el pecho.

Sabía que había gente mala en el mundo,y Marina y su hermano son una de ellas.

Pero los Pastor son de otro nivel, odio el día que tuve algo con Cayetana.

-Yo me voy al coche,y así podéis hablar bien,se que no quieres contarme lo que significa esté sitio- Habla Martina por primera vez.

Se gira para ir hacia el coche, pero rápidamente le cojo la mano y la detengo.

-Quédate- Susurro. -Ya es hora de que alguien mas sepa algo de mi pasado, me he dado cuenta que es bueno contar las cosas- Asiente y se queda donde está mirándome

Suelto una gran bocanada de aire,y les doy la espalda a Irene y Martina.

No creo que pueda contárselo mirándolas, aúnque mi hermana ya lo sabe.

-Cuando tenía 16 años me eche mi primera novia,por tanto me enamoré por primera vez- Hago una pausa -Ella era una chica muy risueña y alocada,como yo, porque aún que parezca mentira,yo antes sonreía a más no poder- Veo como Martina se retira una lágrima. -Nos iba fenomenal, a esa edad las relaciones no suelen ser duraderas, pero nosotros éramos la excepción. Hasta que un día ella empezó a irse con otro grupo de gente- Se me quiebra la voz. -A mi no me hacían mucha gracia, eran muy distintos a nosotros, pero ella era feliz con ellos,y yo solo quería verla feliz-

Tengo que detenerme,e intentar evitar que las lágrimas que amenazan por salir de mis ojos lo hagan

Está historia me resulta muy dolorosa,nunca la he contado, pero que tenga la fuerza para hacerlo,es señal de que poco a poco lo voy superando.

De repente noto como alguien me cage la mano temblorosa.

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Eres El Único Mal Que Me Hace BienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora