Capítulo 93

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Narra Ángel.

Caigo rendido en la cama y casi sin respiración,y oigo a mi prometida reír a mi lado.

-¿Y a ti que te hace tanta gracia?- Le pregunto casi sin voz.

Ella se encoje de hombros,y se apoya en mi pecho mirándome a la cara.

-Estas mayor ya,no rindes igual- Brama y la miró asombrado.

-¿Que Insinúas?- Frunzo el ceño.

-Cuando nos conocimos rendias mejor en los encuentros de tu despacho, ahora te cansas al instante- Aclara.

Se perfectamente que esta de broma, pero molesta igual.

-Pues te busca a otro y problema arreglado- Bramo y veo como contiene la risa.

Giro la cara para no mirarla a los ojos,y oigo como suspira.

-Amor- Susurra pero la ignoro. -Amor que estoy de broma- Me acaricia el pecho. -¿En serio crees que has bajado el rendimiento? Si acabas de regalarme 3 orgasmos, ¿Alguien podría hacerlo mejor?- Sonrió de lado pero sigo sin mirarla. -Ángel- Agarra mi barbilla y al fin la miró. -Te quiero muchísimo,y no hay hombre mejor en la cama que tu,enserio te lo digo-

Sonrió,la agarro por la cintura y la subo sobre mi.

Estamos los dos completamente desnudos,y no creo que haya mejor sensación que estar piel con piel con la persona a la que amas.

-Sabía perfectamente que estabas de broma cariño,cuando tu has llegado 2 veces al orgasmo yo aún no he terminado,así que a ver quien está perdiendo facultades- Rueda los ojos y esconde la cabeza en mi cuello.

Nos quedamos así un rato y en complemento silencio,pero es un momento mágico.

-Voy a ir ya a la ducha,son las 12 de la noche y mañana es Lunes- Me informa y asiento.

La observo pasear desnuda por la habitación,y es imposible no quedarme embobado.

Si alguien unos meses atrás,me hubiera dicho que me acabaría enamorando de mi cuñada me habría reído en su cara.

Pero aquí estamos,más felices que nunca,y con una boda muy cerca.

Verla desnuda por la habitación, también me hace recordar cuando a Martina le aterraba que la vieran completamente desnuda.

Ella tenia un trauma,y pensaba que aún tenia cicatrices de cuando el cabrón de su padre le hacía daño, pero yo logre quitarle esa estúpida idea de la cabeza,y me siento muy orgulloso.

Ella me ha ayudado a mi,y yo a ella,de eso se tratan las parejas.

Oigo a mi prometida cantar,y como me aburro decido ir a hacerle una pequeña visita.

Entro al baño sin hacer ruido,me asomó a la ducha y veo que Martina esta de espaldas. Me meto lentamente, y cuando mi prometida se da cuenta comienzo a darle besos por toda la cara,cosa que hace que se ría.

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Eres El Único Mal Que Me Hace BienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora