Narra Ángel
Al fin en casa,estaba ya agobiado en la oficina,ver hoy a Martina después de mucho no ha sido bueno para mí.
Así que decido beberme algo mientras me hago la cena.
Por las noches le doy libré a Rosa, y asi puedo estar solo con mi querido alcohol.
Mientras cocinó pongo la radio,y por lo borracho que estoy comienzo a bailar.
De repente me giró,y me encuentro a mi hermana y a Martina en la puerta de la cocina mirándome inmóviles.¿Como coño han entrado? ¿Y a que han venido?
Yo no quiero que me vean así,pero ya no hay escapatoria.
Intentaré que no se note la borrachera.
-¿Que hacéis aquí?- Pregunto y se me traba un poco la lengua.
-¿Estas borracho?- Habla mi hermana.
-¿¡Que!?- Me hago el sorprendido.
-Claro que no,el ron es para echarlo al arroz-•Vaya mierda de escusa,¿Ron al arroz? -Me dice mi voz interior-
-¿Tu crees que somos tontas?- Pregunta y alzó una ceja. -¿Y tu desde cuándo bailas?-
Vale sí,ahora ya no se que contestar.
Lo que más me impacta es como está Martina.
Me está mirando en total silencio,y se le nota que tiene ganas de llorar.
Se que todo lo relacionado al alcohol le recuerda a su pasado,no me gusta causar eso en ella,pero estoy asi por ella.
-Hay días en los que uno se levanta animado- Le digo y suelto la botella.
Voy a sentarme en una silla,pero tambaleó un poco y me caigo.
-Ángel estás borracho- Asegura mi hermana. -¿Porque Ángel,porque?- Comenza a llorar.
Me levanto rápidamente del suelo y cojo la botella de nuevo,y me bebo lo poco que queda del tirón.
-El porque no lo sé,solo se que me hace bien,me hace bien emborracharme a todas horas- Contesto en un susurro.
-No Ángel no te hace bien,eso te destruye por dentro,has dejado las pastillas del corazón por el alcohol- Musita sollozando mi hermana.
-Me da igual,si me muero mucho mejor- Bramo haciendo que se sorprenda. -Soy frío, borde,un adicto al trabajo,se un secreto que destruiría a mi familia y me he fijado en quién no debía- Enumero con un nudo en la garganta.
-No digas tonterías Ángel- Me pide mi hermana.
-¡No son tonterías!- Alzo la voz.
-¡Odio mi vida!- Vuelvo a gritar.
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Eres El Único Mal Que Me Hace Bien
AcakMe enamoré hasta de las letras de su nombre,de sus defectos,de su ternura disfrazada de frialdad. Eso me atrapó,me enloqueciò; ésa fue mi perdición.