Narra Martina.
Tener a Cayetana rondando todo el día por la oficina me saca de quicio,al igual que a Ángel.
Con la diferencia que el no le dice nada. Antes la echaba e incluso le hablaba mal,ya ni eso.
¿Tan enamorado esta?
No lo creo,cuando la mira no hay brillo en sus ojos.
Eso solo le pasaba conmigo. Se que estoy sonando algo creída,pero es cierto.
Hace dos días desde que Ángel asaltó mi casa,y me contó todo.
Desde ese día nuestro relación es estrictamente profesional,y más cuando esta Cayetana cerca.
Me encantaría abrazarle y besarle como lo hacía antes,pero el ha decido dejar lo nuestro,y yo lo respeto.
También es lo mejor,como el ya dijo. Lo nuestro no iba a ningún sitio.
-Martina- Me llama Ángel asomando la cabeza por un hueco de la puerta. -He llamado,pero al ver que no contestavas me he procurado y he abierto- Me explica y le sonrió.
Estaba tan distraída pensando en todo lo sucedido,que no he oído la puerta.
-Perdón,estaba leyendo unos informes y no te he oído- Me disculpo y hace un gesto de poca importancia.
-Solo vengo a decirte que mañana vienen unos trabajadores del orfanato para contarnos como funciona aquello,hablarnos de los niños y tal- Me informa y asiento. -Y por supuesto quiero que me acompañes en esa reunión-
-Pero esa reunión es personal,no tiene nada que ver con el proyecto- Se encoje de hombros. -No creó que deba ir- Niega y se adentra más en el despacho.
-Claro que tienes que asistir,tu me has ayudado en todo,y este proyecto es tanto tuyo como mio- Me sonrojo y el me sonríe.
Hacía mucho que no lo veía sonreír. Con Cayetana no lo suele hacer.
-Bueno si insistes iré- Cedo. -Muchas gracias Ángel,que me tengas en cuenta en este proyecto significa mucho para mi- Le digo con un nudo en la garganta y el me sonríe con ternura.
Como si fuéramos imanes,poco a poco nos vamos acercando.
No se si esto acabará en beso o abrazo,sea lo que sea,no lo voy ha evitar.
Cuando estamos lo suficientemente cerca,me acaricia la mejilla,y yo inconscientemente cierro los ojos ante su tacto.
Se acerca un poco más a mi,pero la voz de Cayetana hace que nos separemos.
-¡¿Que está pasando aquí?!- Alza la voz la polioperada.
-Nada Cayetana,a Martina se le a metido algo en el ojo- Le explica Ángel poniéndose a su lado.
-Si,exactamente eso,gracias Ángel por ayudarme ya veo mejor- El asiente y Cayetana frunce el ceño.
Por supuesto que esto no hay quien se lo crea,pero se que Ángel se encargará
-Bueno da igual- Brama ella. -Amor he venido a buscarte,esta noche cenamos en casa de mis padres- Le informa y el asiente.
Siento que tras esto hay algo que no me da buena espina.
ESTÁS LEYENDO
Eres El Único Mal Que Me Hace Bien
DiversosMe enamoré hasta de las letras de su nombre,de sus defectos,de su ternura disfrazada de frialdad. Eso me atrapó,me enloqueciò; ésa fue mi perdición.