Narra Martina.
Vamos a casa de otra mujer llamada Isabelle Geffroy,y obtenemos el mismo resultado de ayer.
Suelto un suspiro y me siento en un banco.
Hoy no es mi mejor día.
Recuerdo la conversación que tuve anoche con Ángel,y se me forma un nudo en el estómago.
Estoy muy enfadada con Lena,y hoy se lo he hecho saber.
Ella no es nadie para decidir sobre con quién debo o no hablar.
Mi mayor enfado es no saber que quería Ángel,y se me pasan varías cosas pero mejor que ni lo piense.
Y encima ya si pienso en el casi beso que nos damos,la cosa no mejora.
Nos falto nada para besarnos.
Ambos queríamos,y sé que tanto yo como él,nos quedamos con las ganas.
-Aún hay más posibilidades,y mientras más descartemos más cerca estaremos- Habla Fábio.
-Si,Pero esas 5 viven en Metz,y eso está muy lejos para ir ahora,y volver a casa- Me quejo.
-Bueno,yo propongo que volvamos a casa, descansemos un poco,y salgomos temprano hacía allí. Y pues por si acaso, nos llevamos ropa por si necesitamos quedarnos allí- Sugiere Irene.
Después de barajar todo un poco, acabamos afirmando que esa es la mejor opción,así que volvemos a casa.
Si yo estoy ausente,Ángel lo está aún más.
Sé que le molestó mucho lo que hizo Lena,y lo entiendo.
Porqué aunque yo no sepa que era lo que me quería decir,tanto el como yo, sabemos que si hubiéramos hablado no estaríamos como estamos.
Llegamos a casa,y bufo al ver que Lena me está esperando.
-Ahora no- Bramo cuando veo que viene a hablarme.
-Martina déjame explicarte- Me pide y niego.
Todos nos miran confusos.
Es normal,nadie sabe porqué estoy así con ella.
Ángel hace presencia en el salón,y mirá la escena con el ceño fruncido seguramente esté atando cabos.
-¿Es el?- Me pregunta pensando que no puede entendernos. -¿Sabe qué soy yo?- Vuelve a preguntarme.
-Si,lo sé- Contesta Ángel,y mi prima lo mirá sorprendida.
-¿Podéis explicarnos que sucede?- Exige mi padre.
-Ángel hace tiempo llamó a Martina,y justo tenía el móvil cerca,y lo cogí, impidiendo que hablarán- Explica mí prima. -Fue en el tiempo que Martina estaba mal,y sólo quería evitar que recayera,sé que eso no justifica nada,lo hice mal,y os pido perdón- Nos mirá a Ángel y a mí.
Yo me encojo de hombros,y el ni pestañea.
Lo conozco,y ninguna disculpa hará que se le pase el enfado.
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Eres El Único Mal Que Me Hace Bien
DiversosMe enamoré hasta de las letras de su nombre,de sus defectos,de su ternura disfrazada de frialdad. Eso me atrapó,me enloqueciò; ésa fue mi perdición.