Capítulo 113

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NARRA MARTINA.

Volvemos a visitar a una Isabelle Geffroy,y nos llevamos el mismo resultado que anteriormente.

Mentiría si dijera que incluso estoy arrepentida de haber querido buscar a mi madre.

Porqué ya estoy cansada de buscar sin lograr nada,y encima volver a ver a Ángel no me ayudará nada para olvidarlo,y después de lo de anoche, mucho menos.

No diré que me arrepiento de lo qué pasó,porqué estaría mintiendo.

Añoraba sus carias,y sus besos.

Echaba de menos sentirme amada entre sus brazos.

Está mañana no hemos hablado sobre ello.

Yo me levanté,el estaba tomándose un café que pidió al servicio de habitaciones,y abandoné la habitación tan solo diciendo un "Hasta luego".

Haber hecho el amor,no ha hecho que cambie la relación que teníamos.

Seguimos distantes el uno con el otro,por tanto no levantamos suspechas.

-Me rindo- Escupe Ángel y todos lo miramos. -Llevamos más de una semana tras la pista de una mujer que ni siquiera sabemos como es de aspecto y si sigue viviendo en Francia después  de tantos años- Se queja. -Tal vez incluso pudo dar un nombre falso-

Ninguno le decimos nada,porqué muy en el fondo todos pensamos lo mismo.

Nos sentamo a almorzar algo,y recibo una llamada de Paul,la cual acepto alejándome de ellos.

-¿Que tal todo?- Me pregunta una vez que nos hemos saludado.

-Mmm bueno,seguimos sin encontrar nada,y ya estamos bastantes desanimados- Explico. -Creo que no vamos a dar con ella,pero a estás alturas me da igual- Confieso.

-Bueno,esa opción siempre ha estado ahí, así que no te preocupes,lo importante es que pases página- Asiento aunque se que no puede verme.

-Ángel sabe que tu y yo nos acostamos- Bramo después de un largo silencio. -Nos escucho hablar las otras noches- Susurro.

-¿Y que te ha dicho?- Cuestiona aparentemente preocupado.

-Que debería darte una oportunidad- Oigo como traga en seco. -Pero una cosa llevó a la otra y acabamos pasando la noche juntos-

-¿Os habéis acostado?- Me interrumpe.

-Si,eso fue exactamente lo qué pasó- Susurro. -Se que está mal,que esto no ayuda a superarlo,peró me encantó volver a sentirme arropada por sus brazos-

-No sé que decir Martina,estás metida en un jardín enorme- Musita.

Y está completamente en la cierto,estoy tan perdida,que incluso estoy ya cansada de esta situación.

Me despido de Paul bajo la promesa de llamarlo más tarde y vuelvo a la mesa.

Ángel me mira con el ceño fruncido.

Eres El Único Mal Que Me Hace BienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora