Narra Martina
-¡¡Felicidades!!- Gritan todos cuando entro a mi casa.
Yo rápidamente pongo una sonrisa,y cara de asombro.
Aunque por dentro los quiero matar a todos.
Les dije bien claro que no quería celebrar mi cumpleaños,no estoy en un buen momento,por tanto no me hace nada de iluminación.
Pero por lo que veo ellos hacen lo que quieren.
Voy saludando familiar por familiar,y odió verle la cara de lastima que me ponen.
No es que sepan la verdad,pero si saben que acabo de salir de una relación,y que estoy afectada,por eso me miran así.
Llegó junto a mis hermanos,y los 3 nos abrazamos.
-Se que ahora nos querras matar- Habla mi hermana. -Pero es tu 24 cumpleaños,debes celebrarlo-
-¿Celebrar que estoy cada vez más cerca de los 30?- Cuestiono y rueda los ojos. -Es broma,se que lo hacéis para intentar hacerme sonreír,y os lo agradezco- Sonríe y se lanza a abrazarme.
Después de una larga tanda de regalos, nos ponemos a cenar.
Momento que yo aprovecho para evadirme un poco,y estar más tranquila.
Estar con tanta gente está empezando a no gustarme.
Estoy sentada en la entrada de casa,y veo como se para un taxi,y de el se baja un chico con traje.
La primera impresión que tengo me da un vuelco al corazón,pero al ver que se trata de Fabio suspiró.
Algo me dice que hoy tendré noticias de Ángel, aunque solo serán las ganas que tengo de saber de el,que me juegan malas pasadas.
-¡¡Felicidades Cuñada!!- Me grita Fabio y le sonrió.
Cuando llega a mi nos fundimos en un largo abrazo.
-¿Te ha gustado mi regalo?- Asiento y me acaricia la mejilla. -Odio verte así- Susurra. -Es tu cumpleaños, debes estar feliz-
-Teníamos muchos planes para éste día- Musitó. -Y pues no se ha cumplido ninguno-
-Martina- Se sienta a mi lado. -No puedes pensar así,ves que te hace mal-
-No puedo evitarlo- Se me resbala una lágrima. -Teníamos tantos planes de futuro,y hablábamos de ello porque no pensábamos separarnos nunca-
-Y es lo normal en una pareja que se quiere,pero el destino es muy cruel,y nadie sabe lo que nos tiene preparado- Encojo los hombros.
Nos llaman para que entremos a cenar,y damos la conversación por zanjada.
Al terminar la cena algunos familiares se van,y otro se quedan a tomar algo.
Yo decido meterme en la cocina a fregar los platos,cosa que me ayuda a no pensar.
-Martina- Llaman mi atención y dejó mi tarea.
Me giró,y me encuentro a Paul en la puerta de la cocina.
-Paul,¿Que haces aquí?- Cuestiono.
-Bueno soy un amigo nefasto,y hoy en la oficina no te lleve ningun regalo,así que lo traigo aquí- Me cede un sobre.
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Eres El Único Mal Que Me Hace Bien
RandomMe enamoré hasta de las letras de su nombre,de sus defectos,de su ternura disfrazada de frialdad. Eso me atrapó,me enloqueciò; ésa fue mi perdición.