Capitulo 35

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Narra Martina.

Hace algo más de tres semanas que volví de París.

Discutí con Ángel porque pille a Marina saliendo de su casa,luego el fue a mi casa. No se para lo que fue,porque al ver a Pablo salio corriendo.

Desde ese dia casi no lo he vuelto a ver. Valentina es la que me da los informes y la que los recoge.

Me parece muy raro que no haya intentado hablar conmigo,creo que fue a mi casa a eso.

Pero será mejor que dejemos las cosas así,ya si que estoy decidida a dejar lo que teníamos,si es cierto que quiero tener una relación cordial con el,pero todo a su tiempo.

El teléfono de mi despacho comienza a sonar y lo cojo inmediatamente.

-¿Quien?- Digo al descolgar.

-Martina soy Ángel- Habla después de unos segundos.

Cuando oigo su voz me pongo muy nerviosa, hacía mucho que no lo escuchaba.

-Hola Ángel,¿Que deseas?- Hablo intentando esconder mis nervios.

-Tenemos una reunión sobré el orfanato- Contesta.
-¿Esperó que aún sigas queriendo colaborar en ello?- Cuestiona.

-Claro que quiero- Contesto rápido.

-Pues en medía hora en la sala de juntas- Dice antes de colgar.

Lo he notado muy frío,el ya es frío,pero mas de lo normal,jamas había sido asi de distante conmigo.

Quiero verlo,pero me pone muy nerviosa,porque va a estar distante conmigo,y no quiero que sea así.

Quiero acabar con todo,pero aun me cuesta.

Término de hacer mi trabajo de hoy,justo cuando es la hora de la reunión.

Me arreglo un poco,cojo mis cosas y voy hacia la sala.

Creo que me va a dar algo,ni el día de la entrevista estaba tan nerviosa.

Llegó a la puerta y entro pensando que no hay nadie pero me equivoco.

Ahí al fondo está él,mi jefe.

Está sentado de espaldas a la puerta y cabizbajo.

Al oír la puerta se gira y nuestras miradas se juntan

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Al oír la puerta se gira y nuestras miradas se juntan.

Lo veo muy cambiado,esta muy desaliñado y con mala cara.

El odia llevar la barba sin recortar y el peló despeinado,pues ahora mismo lo llevá así. Parece como si estuviera consumido.

-Buenas,Martina- Me saluda.

-Buenas tardes Ángel- Le devuelvo el saludo sentándome en mi sitio.

Nos quedamos en un silencio algo incómodo,pero al instante se rompe cuando entran todos los inversores, señal de que la reunión va a comenzar.

Eres El Único Mal Que Me Hace BienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora