Capítulo 006

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Capítulo 006

~ Lis ~

– Mamá, ya nos vamos. – Dije poniéndome mi chaqueta. Hacía mucho frío afuera.

– Adiós hija, saluda a los vecinos. – Dijo mi mamá desde la cocina, no sé que tiene esta mujer de estar en la cocina a cada rato la verdad.

– Adiós señorita Evans. – Dijo Black dándole un beso en la mejilla y agarrando mi mano para salir de la casa.

Sirius se quedó todas las vacaciones ya que sus padres son.... Son malvados y no creen que debería estar en Gryffindor, y menos juntarse con un traidor de la sangre o con una hija de muggles (Yo) Así que lo dejamos quedarse.

Llegamos a la casa de James y toqué la puerta. Después de unos segundos James no abrió con una sonrisa. Se había puesto más alto y su sonrisa sigue siendo muy linda. Digo... su sonrisa está bien, no es feo pero James no me gusta. ¿James gustarme, a mí? Nunca, imposible, asco.

– ¡James! – Dije y me lancé encima de el. –  ¡Feliz Navidad!  – Me bajé de él y Sirius le dio un abrazo de amigos y se quedaron hablando un rato, cosas de chicos. Al entrar vi a Remus y a Peter en el sofá, Remus comiendo chocolate y Peter caramelos.

– ¡Remus! ¡Peter! – Grité y le di un abrazo a ambos, hoy estaba muy ruidosa.

– Lis, te extrañé. – Dijo Remus abrazándome. – ¿Chocolate?

Solté una pequeña risita y negué con la cabeza. Él y su obsesión por el chocolate.

– Hola Lisi. – Dijo Peter, le di un abrazo y le sonreí. Sigue siendo adorable.

– ¿Que tal estuvieron sus vacaciones? Ya pasado mañana volvemos a Hogwarts, y tengo unas bromitas para Quejicus. – Junté  mis manos y sonreí cómo psicópata. Las bromas lo son todo.

– Ay por Merlin ¿Qué hay en tu pequeña cabecilla?  – Dijo James viéndome de arriba a abajo. – ¿Qué tal el clima allá abajo Evans?

– ¡Hey! No es mi culpa que ustedes sean más altos que yo. – Dije cruzándome de brazos mientras Sirius revolvía mi cabello, fastidiosas montañas.

– ¡Sirius! ¡Tu sabes cuánto me costó arreglar mi cabello! – Mi cabello cambió a uno rojo de un tono más  oscuro que el normal, un color fuego, de rabia. Maldito Sirius y sus ganas de arruinar mi cabello.

– Sirius yo que tú correría. – Le susurró James, pero todos escuchamos porque James no sabe susurrar.

– Si, em... yo... voy para allá. – Dijo Sirius y salió corriendo al patio.

– ¡Vuelve acá cobarde! – Grité y salí corriendo detrás de él-

Salí al patio y había nieve por todos lados, me escondí detrás de un arbusto e hice una pila de bolas de nieve. Esperé a que Sirius se acercara y le tiré un montón de bolas de nieve. El tropezó y aproveché la oportunidad para saltar sobre él y atraparlo.

– ¡Te atrapé! – Grité y levanté las manos en forma de celebración. Sirius siempre tenía muy buenos reflejos, por eso era tan bueno en Quidditch. Pero claro, Sirius se aprovechó de mi celebración y me volteó. Quedé debajo de él, y estábamos muy cerca. Dejé de respirar por un segundo al ver a Sirius mirando mis labios, pero él empezó a hacerme cosquillas. ¿Qué estaba pensando? Sirius es mi mejor amigo, un hermano. Solo son las hormonas, eso es todo.

– Sirius BlackBerry ¡Para! – Dije riendo y tratando de quitármelo de encima.

– No hasta que digas que soy el mejor hermano de la historia de el mundo mágico. – Dijo burlándose de mi. ¿Ven? Hermanos.

Una quinta ¿Merodeadora? (1) (Trilogía Generaciones)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora