Una quinta ¿Merodeadora? (1) (Trilogía Generaciones)

Capítulo 021

Capítulo 021
(Editado)

~ Lis ~

Desperté en la enfermería, me dolía mucho la cabeza y las costillas. James estaba en la silla de al lado, dormido. En las otras sillas estaban Canuto, Lunático y Lily. Raro, Peter no estaba.

– Auch. – Dije en un susurro tratando de no levantarlos, pero los cuatros se levantaron de inmediato. – ¿Cuánto tiempo llevo aquí?

– Un día. – Dijo James medio adormilado, tenía ojeras y lucía cansado. Es raro verlo así, James cuidaba su cara muchísimo ya que es, según él, "Su cosa más preciada."

– Me duele la cabeza como mierda. – Dije cerrando los ojos y volviendo a acostarme en mi cama.

– Es porque tu cabeza cayó primero al suelo haciendo que quedara un poco débil. Luego recibiste muchas patadas. – Explicó Poppy. – Ten, es una poción calmante.

– Pero esa poción me pondrá aún más débil.

– Pero la necesitarás para el dolor que viene, tengo que curar y limpiar tus heridas. Necesito que todos se retiren, por favor. – Los chicos se miraron entre sí y empezaron a salir, pero antes de que James pudiera salir sostuve su mano.

– Poppy ¿No puedes dejar que James se quede? – Pregunté, James me sonrió dándole un leve apretón a mi mano.

Ella asintió repetidamente y luego se fue a buscar unas cosas en su despacho.

- ¿Por qué me pediste que me quedara?

– Quería hacer esto. – Dije antes de estampar mis labios con los suyos.

– ¿Y qué pasó con lo de la primera cita? – Preguntó luego de separarnos, tenía una sonrisa burlona. Estúpido Potter.

– De eso nos podemos olvidar por un rato. – Dije antes de volver a besarlo, creo que me volvería adicta a sus labios.

Un carraspeo hizo que nos separamos sobresaltados, Poppy nos miraba de arriba a abajo. James y yo nos pusimos rojos como tomates. Poppy se aceró a mi y James agarró mi mano con fuerza.

– Esto va a doler.

***

Al salir de la enfermería los chicos se fueron a hacer sus cosas de chicos así que decidí ir a nuestro lugar secreto. Yo lo decidí llamar ACCCL (Aveliza, Cornamenta, Canuto, Colagusano y Lunático) Solo se me ocurrió ya que son nombres claves y nosotros fuimos los primeros en descubrirlo.  Primero pasé por mi cuarto para buscar mis cosas de dibujo. Al salir de la sala común sentía que alguien me miraba, pero le resté importancia y seguí con mi camino.

Llegué a el ACCCL y me senté en el pequeño banco que habíamos traído. Se me ocurrió dibujar las mazmorras, hace tiempo que no dibujaba algo oscuro. Pasé la tarde dibujando hasta que escuché unos pasos. Nadie sabía de este lugar, excepto los chicos.

– Chicos salgan, no es gracioso. – Dije, nadie respondió. – ¡Chicos esto no es gracioso!

Me agaché para sacar la varita de mi bota, pero alguien golpeó fuertemente mi cabeza justo en donde tenía la herida. Caí al suelo y lo último que recuerdo haber visto fueron las botas de Abby.

Maldita Perra.

***

~ James ~

– ¡¿Donde mierda está?! – Grité pegando a Manner contra la pared.

– Ya te dije que no sé nada. – Dijo con su típica sonrisa estúpida. Lo voy a matar.

Alcé mi puño dispuesto a sacarle todos los dientes de su horrible sonrisa, pero Abby me sostuvo antes de partirle la boca.

– James, cálmate. – Respiré profundo y lo solté, él salió corriendo como la nenita que es.

Me dejé caer al suelo para luego poner mis manos sobre mi cabeza. Lis no aparece desde anteayer en la tarde, nadie tiene idea de donde está. Profesores y alumnos ayudan a buscarla por cada esquina, dentro y fuera del castillo. Ya que las cosas se empezaron a poner un poco mal afuera, todos están preocupados. También que Hogwarts no es el lugar más seguro considerando que hay arañas gigantes en el bosque.

Decidí irme de las mazmorras y subir a a la torre. Cuando llegué a mi habitación ya estaban Sirius, Peter y Remus. Todos estábamos horribles, ojeras, un poco de barba y cabello despeinado. Bueno, todos excepto Peter, no parecía muy preocupado. Me senté igual que todos y luego me tiré a la cama. Todos estábamos callados, se siente raro estar así ya que siempre hacemos demasiado ruido. Pasaron los minutos, que parecían horas, y una linda ave plateada apareció en medio de la habitación. Los cuatro nos levantamos rápidamente y fuimos directamente a ella, era el patronus de Lis.

– "ACCCL Abby Mazmorras ayuda." – Dijo para luego desvanecerse.

– ¿ACCCL? – Dijo Peter, él no estaba presente el día que decidimos nombrar nuestro lugar secreto así. Remus, Sirius y yo nos miramos y nos pusimos de pie.

– Hay que ir ahora. – Dije y salimos de la habitación. En el camino nos encontramos a McGonagall, la cual fue directamente a avisarle a el director.

Al llegar lo que más nos sorprendió fue ver el pequeño rastro de sangre en una línea hacia el castillo. Las cosas de dibujo de Lis estaban ahí, justamente lo que estaba en su libreta era un dibujo de las mazmorras.

Esperen, dijo, "ACCCL Abby Mazmorras" ¿Cómo fue que no me di cuenta antes? ¡Está en las mazmorras! No la hemos encontrado por que la única que revisó en ese lugar fue Abby.

– Chicos, creo que se donde está.

***

~ Lis ~

Mandé el patronus esperando a que me rescataran, me senté y comí la vieja tostada que me dio Abby. Ella acababa de entrar por esa puerta, y se quedó mirándome de arriba a abajo. La quiero matar.

– ¿Por qué haces esto? – Pregunté desafiándola.

– ¿Todavía no te das cuenta? ¡Es por James! En el primer momento en que te vio se enamoró de ti y tú estúpida sonrisa. Traté de que se enamorara de mí. Arreglé mi cara para pacerme a la tuya, me puse pecas falsas, lentes de contacto y demás. Ya lo tenía en mis redes, hasta que viniste a quitármelo. Si yo no puedo tenerlo ninguna lo hará. – Dijo apuntándome con la varita. Aunque esté en peligro esta chica está loca, muy loca. – ¡Avad...

No pudo terminar de hablar ya que cayó como piedra al suelo, justo encima de su nariz. Perfecto, ahora al menos terminaría con la nariz torcida. Estaba loca, y obsesionada. Muy triste la verdad.

– ¡No te metas con una Evans! – Gritó mi hermana luego de que Abby cayera.

– Lis... – Dijo James y se acercó corriendo a mí para abrazarme. Se lo devolví a medias ya que estaba agotada. James me cargó hasta la enfermería y me dejó en una de las camillas. Se sentó a mi lado, agarrando mi mano y apretándola levemente.

Le sonreí antes de cerrar mis ojos. Soñé con un bate y con pelotas con la cara de Abby, fue un buen sueño.