Una quinta ¿Merodeadora? (1) (Trilogía Generaciones)

Capítulo 012

Capítulo 012
(Editado)

~ Lis ~

Remus y Peter fueron los únicos que me mandaron cartas. Estos dos años solo supe de James y Sirius a través de Remus y Peter. Sirius se convirtió en el rompecorazones mujeriego de Hogwarts. James es exactamente igual que Sirius, también entró en el equipo de Quidditch. Es capitán y Buscador.

Yo en Beauxbatons era muy conocida por todos. Primero porque soy guapa y no tengo sangre veela como las demás. También era la capitana del equipo de Quidditch de mi casa como cazadora. Este año en Hogwarts volveré y haré las pruebas para entrar en el equipo. Solo Remus y Peter sabían que volvía hoy, Alexia y Alicia vienen conmigo también. En Beauxbatons conocimos a Molly Prewett, ella también es de Hogwarts, solo que se fue antes que nosotras. Al llegar, nuestro equipaje ya estaba en nuestras habitaciones, nos sentamos en el comedor a esperar a que llegaran los demás.

Mientras las personas entraban se quedaban boquiabiertos al vernos. Algunos me reconocieron y otros no. No puedo juzgarlos por qué no me reconocieran, he cambiado mucho. Soy un poco más alta, mi cabello cambió a un rojo más naranja, mi nariz era más perfilada, tenía unas cuantas pecas más, mis ojos azules resaltaban más, tenía más trasero que cuando tenía doce años y además tengo más pechos. La pubertad es una cosa maravillosa.

Mientras todos entraban, yo buscaba a mis mejores amigos. Ellos se auto llamaron "Los Merodeadores," así que ahora los llamaré así. Luego de un rato los cuatro chico que conozco llegaron.

James estaba cuarenta veces más guapo, igual que Sirius. Remus si cambió mucho. Peter... Él es Peter. Pero debo decir que la pubertad les había sentado bien. Ellos estaban dándonos la espalda, hablando sobre algún tema que no me interesa. Esperé hasta que acabara la cena y salí detrás de ellos sin que se dieran cuarenta.

– ¿Me extrañaron chicos? – Pregunté, mi voz también había cambiado era más liviana y más femenina que antes. Los chicos se voltearon y me miraron con la boca abierta y ojos como platos. – Cierren la boca que les entran moscas. – Dije cerrándoles la boca con mi mano a Sirius y James. Me reí de la cara de sorpresa.

– ¿Tú quien eres? – Preguntó Sirius. Auch... Ya no se acuerda de mí.

– ¿Acaso no te acuerdas de mí, Black? – Sabía que no me iban a reconocer, solo Remus que sabía cómo estaba ya que me vio varias veces. El sí me fue a visitar cuando podía y además me contó su gran secreto, que es un hombre lobo.

– ¿Tu eres nuestra Lis? – Preguntó James, volviendo a abrir la boca.

– Si Potter, soy yo. – Todavía me dolía que ni siquiera se dignaran a escribirme. Pero me fui sin despedirme de ellos así que en parte lo entiendo.

– Dinos algo que solo tú sepas. –Dijo Sirius.

– Que James duerme con una pijama de mini Snitches. – Sonreí y Sirius soltó una risita.

– Chicos es ella, soy el único que lo sabe ya que soy el único que se digno a escribirle y a visitarle. – Dijo Remus dándome un abrazo. – Y Peter.

– Gracias Remus. – Mi cabello cambió a un color rubio que sé que me queda muy bien. – Además, soy la única metamorfomaga que conocen ¿No? – Dije y Sirius y James me abrazaron, de verdad los extrañe muchísimo y me dolió que nunca me escribieran pero bueno, pasado pisado.

– ¡Pelirroja Volviste! – Gritó Sirius.

– ¡Evans Volviste! –Gritó ahora James

– ¿Ahora se dignan a abrazarme? – Me hice la molesta, separándome de ellos. – Ni una carta, ni siquiera una preguntándome como ¿Y ahora se dignan a abrazarme? – James y Sirius me miraron con tristeza, excepto Peter y Remus que sabían que en realidad no estaba molesta, solo herida.

–Lo sentimos, Lis. – Dijeron ambos tristes y cabizbajos y yo me puse a reír como si no hubiese mañana. Remus y Peter se me unieron pero Potter y Black nos veían como si nos hubiésemos vuelto locos.

– ¡Lo he logrado! ¡Hice que Los Merodeadores se disculparan! ¡Rompí sus orgullos! – Grité mientras que los otros bufaban y todos los que me escucharon aplaudieron. No todos los días haces que los más orgullosos mujeriegos de Hogwarts pidan disculpas.

– Gracias, gracias. – Dije haciendo reverencias. – Vengan acá par de Mujeriegos. –Dije yo dándoles un abrazo.

– Tengo que presentarles a unas chicas. –Los chicos me tomaron por los brazos y me colocaron como si fuera una reina en sus hombros.

Al entrar al gran comedor movía mi mano como si estuviera cambiando una bombilla. Lanzaba besos por doquier, los profesores reían al vernos, los estudiantes sonreían y nosotros nos reíamos. Extrañé a mi grupo de idiotas demasiado.

– Chicas, ellos son James Potter y Sirius Black o mejor conocidos como los bromistas mujeriegos de Hogwarts. Él es Remus Lupin y el es Peter Pettegrew o como les digo yo, Los Merodeadores. – Dije yo presentándole los chicos a las chicas.

– Pelirroja bonita, tú también eres una merodeadora. – Dijo Sirius y yo le agradecí guiñándole un ojo.

– Chicos ellas son Alexia y Alicia, Somos amiga desde Beauxbatons. – En Beauxbatons se me pego el tono francés así que se me nota un poco al hablar. Nos sentamos todos juntos y empezamos a comer. Extrañaba el banquete de Hogwarts.

Bostecé y me apoyé en al cabeza de James. Desde el momento que lo vi me di cuenta de lo lindo que se había puesto. Por eso les digo, la pubertad es una maravilla.

– Chicos... Tengo sueño. – Hice un pequeño puchero y todos soltaron un "Awwww." En Beauxbatons aprendí a manipular a las personas, una de esas técnicas que aprendí fue hacer pucheros, que casualmente hago perfectamente.

Los chicos me llevaron directo a la sala común luego de que me despidiera de las chicas. Los chicos me bajaron y me pusieron sobre sus piernas, Sirius acariciaba mi cabello y James la palma de mi mano. Antes de que me diera cuenta estaba dormida en los brazos de James. Sentí un beso en mi mejilla. Corrección, varios besos en mi mejilla y caí en un profundo sueño

Al menos ahora estaba con mis chicos, ya nada nos va a poder detener. Excepto tal vez las hormonas.