Una quinta ¿Merodeadora? (1) (Trilogía Generaciones)

Capítulo 035

Sirius' POV

Como siempre, Lis y James se estaban besuqueando. Retiro lo dicho, se estaban comiendo el uno al otro como dos animales.

Suspiré y volteé mi mirada para ver qué Remus se estaba comiendo a Lily también.

Volví a suspirar al saber que no tengo a nadie que se besuquee conmigo de esa manera...

Al otro lado de la sala veo a Alexia leyendo un libro, un mechón de su cabello caía en su frente y tapaba su cara. Las ganas de recoger ese mechón aparecieron, pero me contuve.

Me acerqué a ella y me senté a su lado.

— ¿Qué tal pelirroja? — Pregunté y me mordí la lengua para no reír cuando Alexia rodó los ojos.

— Black — Dijo levantándose del asiento y cuando estaba dándose media vuelta tomé su brazo y la atraje a mí.

— ¡Black Suéltame!

— No — Dije con una sonrisa mientras ella se retorcía en los brazos.

— ¡Suéltame Black! — Dijo por segunda vez.

— Su tú quieres... — Dije y la solté haciendo que cayera al suelo.

— ¡Black!

— Se que mi apellido es Black, no tienes que recordármelo — Rodé los ojos con fingido fastidio.

— Déjame en paz — Dijo y salió de la sala común.

Yo, como buen samaritano tomé su libro y la seguí.

— Alexia... — Dije, pero me ignoró. Empecé a tocar su hombro y decir su nombre — Alexia, Alexia, Alexia...

— ¡CÁLLATE BLACK!

— Okay — Dije y me callé.

— Por fin — Dijo para luego seguir con su camino.

Me acerqué a ella y le entregué el libro, lo tomó y siguió su camino. La seguí de nuevo y me puse al lado de ella.

— Una gracias hubiera bastado.

Ella tomó el libro y me golpeó en la nuca con él.

— ¡Auch! ¡Mujer! ¿¡Estás en tus días o qué!?

— No, no estoy en mis días — Dijo simplemente y se dirigió hacia el lago negro.

— Y... ¿Qué hacemos?

— ¿Hacemos? — Dijo deteniéndose.

— Si, hacemos.

— Disculpa pero yo no te invité a seguirme.

— Pero yo no te estaba siguiendo...

— Invéntate otra, Sirius.

— Me llamaste Sirius — Dije con una sonrisa pícara.

— Yo no lo hice...

— Claro que sí.

— Que no

— Sí

— No

— Sí — Dije acercándome un poco más a ella.

— No

— Sí — Dije y me volví a acercar.

— No

— Sí — Dije ya casi juntando nuestra narices.

— No — Dijo mirando mis ojos.

— No — Dije moviéndome un poco más.

— Si — Dijo ella cayendo en mi trampa.

Sonreí y uní nuestros labios, ella al principio se quedó quieta pero luego me lo siguió. No sé si es por la locura que tengo resguardada pero sentí una chispa que me recorría todo el cuerpo y un revoltijo en mi barriga.

— ¿Me llamaste Sirius o no? — Pregunté cuando nos separamos poniendo mis manos en su cintura.

— No, no recuerdo — Dijo sonriendo para luego juntar nuestros labios de nuevo.

— ¡LO SABÍA!
— ¡SHHHH!

Se escucharon desde lejos, la inconfundible voz de Aveliza y Cornamenta.

— ¡Siempre arruinas todo! — Gritó Lis hacia James.

— ¡Claro que no!

— ¡Que sí!

— ¡Cállense los dos! — Grité hacia los arbustos y de el salieron Lis y James — ¡Lily, Remus!

Lily salió junto a Remus con una sonrisa inocente.

— ¡Por fin no te quedarás solo! ¡No tendrás ochenta gatos! ¡Y tendrás una bebé que llamarás Alison! ¡Dame mis veintes galeones Potter! — Gritó Lis extendiendo su mano hacia James. Este sacó su billetera y de mala gana le dio veinte galeones.

— Amigo — Dije acercándome a James y dándole palmaditas en su espalda — Te pasa por hacer apuestas con Lis, ella siempre...

— Siempre tengo la razón — Finalizó ella con una sonrisa — Y también tengo razón cuando no la tengo.