Capítulo 005

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Capítulo 005
(Editado)

~ Lis ~

– ¡Bauleo! – Dije recogiendo mis cosas con un hechizo que me enseñó Lily. ¡Gracias a los libros por ser tan útiles! Y no, sorprendentemente no es sarcasmo.

– Apúrate Lisi, ya vamos tarde. – Dijo Lily apurada. Recogí a mi gato y Lily llevaba nuestra lechuza.

– ¡Baúl Locomotor! – Dije y el baúl de Lily y el mío iban bajando las escaleras sin necesidad de que los cargáramos. ¿Ven? Muy útiles.

– ¡Apúrate James! – Grité para que bajara. No me sorprendería si siguiera dormido.

– Vamos Sirius muévete. – Dijo James apurándolo mientras ambos bajaban las escaleras con sus baúles en mano. ¡Ja! Perdedores, por no leer libros tienen que cargar los baúles con sus manos. Al menos no se quedaron dormidos. Hechicé sus baúles para que siguieran el mío y salimos corriendo hacia la estación. Al entrar al expreso buscamos un compartimiento libre y nos sentamos mientras Lily se iba con Quejicus y sus amigas.

***

– Lis, Lily, ¿Cómo están? Ya crecieron mis niñas, que grandes están. – Dijo mi madre abrazándonos fuertemente y apretando nuestras mejillas.

– ¡Mamá! Nos estás avergonzando. – Dije entre dientes viendo como James se reía de mi.

– Si yo no lo hago, ¿Quien lo hará? – Dijo dedicándome una sonrisa. Le hice unas señas a los chicos para que se acercaran.

– Mamá, ellos son James, nuestro vecino, Sirius, Peter, y Remus. – Dije señalando a cada uno de ellos.

– Un gusto señora Evans. – Dijo Peter dándole la mano a mi madre mientras Remus hacía lo mismo.

– Hola señora Evans – Dijo James ya que ni madre conocía a sus padres.

Sirios se acercó a mi mamá y tomó su mano.

– Un placer conocerla, señorita Evans. –Dijo Sirius besando su mano mientras Remus, Lily, James y yo le dábamos un golpe en la nuca.

– ¡Ay que agresivos! – Dijo Sirius tocando el lugar donde le dimos un golpe, yo solo me dediqué a rodar los ojos junto con Lily mientras mi cabello cambiaba a un color amarillo.

– ¿Des cubriste qué es lo que le pasa a tu cabello Lis? – Preguntó mi mamá, después le explicaría que es ser metamorfomaga.

– Soy metamorfomaga, mi cabello cambia según mi gusto o mis emociones. – Expliqué a mi mamá.

– Bueno, tendrás que explicármelo bien más tarde. – Dijo y tomó muestras maletas para ponerlas en el carrito.

– ¿Vienes hoy a la casa Sirius? – Le pregunté, no veía a sus padres por ningún lado y me sentí un poco mal.

– No, lo que voy a hacer es estorbar. – Su cara hizo que mi corazón se rompiera un poco.

– Sirius BlackBerry irás a mi casa quieras o no, ya que no te dejaré ir con tu familia. – Dije seria mientras mi cabello volvía a su color natural, rojo.

– Está bien mamá. – Dijo Bufando.

– Ahora si, vamos.

***

– ¡Abre la puerta Lis!

– ¡Voy!

Bajé las escaleras y abrí la puerta, Sirius BlackBerry estaba en mi puerta con su típica sonrisa arrogante.

– ¡Sirius! – Grité y me lancé a abrazarlo, él era como mi hermano mayor, me protegía, acababa a los que me dañaban, me escuchaba... lo que hacen los hermanos mayores y todas esas cosas.

– ¡Pelirroja! – Gritó igual de emocionada mientras me abrazaba muy fuerte, me bajé y me arreglé mi camisa y chaqueta.

– ¿Cómo está tu familia?  ¿Se molestaron contigo? ¿Estaba tú prima psicótica? ¿Te regañaron? ¿Qué...

– Muchas preguntas pocas respuestas, y poco cerebro. – dijo Sirius callándome poniendo un dedo en mis labios para callarme.

– ¡Sirius que bueno que viniste! Pasa, pasa, afuera hace mucho frío. ¿Quieres un chocolate caliente? – Dijo mi mamá dirigiéndose a la cocina. Afuera estaba nevando.

– Gracias señorita Evans, un poco de chocolate no me haría mal. – Después de que Sirius agarrara su chocolate lo arrastré a mi cuarto.

Mi habitación era de color blanco y negro, tenía fotos y cuadros pegados en la pared, una mesa de noche al lado izquierdo de la cama, y un pequeño cuadro en donde tenía fotos con mis amigos. Me acerqué y vi que Sirius veía una de las fotos en la cual yo le daba un beso en la mejilla a Ashton mientras el me cargaba en su espalda.

~ Flashback ~

– Ven, déjame cargarte. Dijo Ashton ya que me había torcido un pie corriendo.

Ok... Me monté en su espalda y el salió corriendo conmigo encima. Sentí que me iba a matar.

¡Ashton para! Dije riéndome y agarrándome de él para no caerme y morir.

No hasta que me des un beso en la mejilla y digas que soy el mejor. – Rodé mis ojos ante su arrogancia.

Está bien. – Le di un beso en la mejilla mientras el reía y yo sonreía hasta que escuche un Click, volteé y vi a mi mamá tomándonos una foto, le sacó dos copias y una se la dio a Ashton y la otra me la dio a mí.

Ese fue el último día que lo vi hasta que un año después lo vi en Hogwarts, siendo un Slytherin con prejuicios de la sangre.

– ¿Pelirroja por qué lloras? – Preguntó Sirius preocupado, se acercó a mi y limpió unas lágrimas de mis mejillas con sus pulgares.

– Yo... em yo estoy bien Sirius. – Dije mientras el secaba otra lagrima traicionera que salió de mis ojos.

– Sabes que me puedes contar cualquier cosa, eres como mi hermanita menor, no dejaré que te hagan daño. – Dijo y yo lo abracé. – Ahora cuéntale al hermoso Sirius Black que te pasa.

Solté una pequeña risita y le conté sobre Ashton y lo qué pasó y también sobre la foto.

– Una vez me dijeron que si una persona se va de tu vida significa que esa historia con él o ella terminó, no sufras por él. ahora nos tienes a nosotros y nunca te haremos daño. – Nunca pensé que Sirius fuese así, esa parte de Sirius BlackBerry era rara de ver, estos son los momentos qué hay que recordar. Me sequé las lágrimas y le tendí mi meñique mientras el me miraba extrañado.

– ¿Mejores amigos por siempre? – Él entendió y apretó su meñique con el mío.

– Por siempre, hasta que la muerte nos separe pelirroja.

Una quinta ¿Merodeadora? (1) (Trilogía Generaciones)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora