Me levanté de mi asiento y comencé a recoger todos los cuadernos y libros de la mesa.
— ¡Señorita Lis! — Exclamó el profesor Slughorn antes de que me fuera.
Me acerqué a él y sonreí como siempre, ese señor era de la casa Slytherin pero muy buena persona. Aunque era un poco irritante.
— ¿Si profesor?
— Está noche haré una reunión, una reunión del Club de las Eminencias. Quisiera que usted se nos añadiera.
— Claro profesor, ¿Quienes irán?
— Em... un par de chicos, ¿Podrías preguntarle a James y a Lily? Por favor.
— Claro profesor — Dije — Nos vemos en al noche — Me despedí y luego salí del salón en donde James me esperaba.
— ¿Qué pasó?
— El Club de las Eminencias como todos los años — Dije suspirando de nuevo. Todos los años he dejado de asistir, solo va gente superficial.
— Vamos, será divertido — Dijo James.
— Está bien... iré este año. Pero tú irás conmigo.
— Por mí perfecto bella dama — Dijo depositando un suave beso sobre mi mano.
— ¡Todo un caballero Potter! — Gritó Rita detrás de nosotros — ¡Tengo mi nuevo reportaje!
Rita Skeeter, fastidiosa, irritante, chismosa y sobre todo, mentirosa.
— Skeeter — Dije en un suspiro y me volteé para irme con James cuando escuché el click de la cámara.
(...)
— ¡Ponte ese vestido!
— ¡Que no me pondré ese maldito vestido Lily! — Grité por décima vez.
— ¿Te lo pongo a la fuerza? — Dijo con la misma cara que pone mi mamá al regañarme.
— N-no
— Eso creí — Dijo y me tiró el vestido negro.
Era un vestido corto hasta las rodillas y negro con encaje en la parte de arriba y una falda ligera. No me lo quiero poner ya que odio los vestidos... pero como Lily me obliga siempre...
Me puse el vestido y un poco de brillo en los labios. Lily se encargó de hacerme un exagerado peinado que hizo que mi cabeza doliera. Consistía en un moño muy apretando en una trenza.
Lily y yo bajamos las escaleras para encontrarnos con nuestras parejas, James y Remus.
James sonreía de oreja a oreja y ambos salimos de la Sala común agarrados de la mano igual que Remus y Lily.
Al llegar todos nos dispersamos por el salón, era como una pequeña fiesta.
En la esquina del salón vi a Gilderoy Lockhart, ese maldito Patán es solo una mentiroso más de la lista.
Me separé de James y fui a buscar un poco de ponche. En el camino choqué con Gilderoy, ya que tengo la mayor suerte del mundo, y este empezó a coquetearme.
— ¿Alguien está contigo preciosa? Si no yo puedo ser el chile de tu enchilada — Dijo alzando una de sus cejas.
— Si, yo estoy con ella — Dijo James llegando a mi lado y dio una mirada que claramente decía "Vete de aquí antes de que te haga mierda" a Lockhart.
— Gracias por salvarme de ese idiota Jame.
— Siempre, Lis
— ¿Siempre?
— Siempre.
Ambos conectamos nuestras miradas, me perdí en el color ámbar de sis ojos por no sé cuánto tiempo, para mí fueron horas.
— Bailemos — Propuso el rompiendo el silencio entre nosotros. Asentí y tomé la mano que el me ofrecía.
Estaban pasando una canción lenta. James puso sus manos en mi cintura y yo puse las mías en un cuello. Ambos estábamos muy cerca, nuestras respiraciones chocaban y nuestros ojos estaban conectados.
— Me molesta este peinado — Dije tratando de Romper el silencio.
— Déjame ayudarte con eso — Dijo James antes de soltar mi peinado con una de sus manos, mi cabello llegó hasta mi cintura. ¡Libre al fin!
— ¿Por qué usas maquillaje?
— Lily me obliga a ponerme — Dije en un susurro.
James negó con la cabeza y acercó su mano a mis labios. Mi corazón empezó a latir como loco mientras James tocaba con su pulgar mis labios y lo movía lentamente, removiendo el poco brillo labial que tenía.
Una pequeña mata creció sobre nosotros, muérdago.
Giré mi cabeza y vi a Lily junto a Remus apuntando a nosotros con su varita y una sonrisa.
James se acercó a mí y unió nuestro labios en un dulce beso. Sus besos siempre son así.
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Una quinta ¿Merodeadora? (1) (Trilogía Generaciones)
FanfictionJames Potter, Sirius Black, Peter Petegrew y Remus Lupin están empezando su primer año en Hogwarts. Pero una chica de cabellos rojos como el fuego, ojos verdes, tez clara y muchas pecas se les une cambiando sus vidas por completo. Estos siete año...