James Potter, Sirius Black, Peter Petegrew y Remus Lupin están empezando su primer año en Hogwarts. Pero una chica de cabellos rojos como el fuego, ojos verdes, tez clara y muchas pecas se les une cambiando sus vidas por completo.
Estos siete año...
James y yo sonreímos y antes de que saliéramos el me tomó por la cintura y me cargó como princesa para luego desaparecer de ahí.
Cuando nos aparecimos me bajé de James y vi que no estábamos en casa.
Luego de unos segundos otras personas se aparecieron ahí, eran los chicos con sus respectivas parejas.
Alicia, Alexia y yo éramos las únicas confundidas entre los demás. Lily y los chicos parecían saber de todo esto.
— ¿Alguien puede explicarme donde estamos?
— Es una sorpresa, princesa — Dijo James con una sonrisa — ¿Quieres ver?
Asentí y James tomó mi mano para dirigirme a una casa. Si no me equivoco estamos en el Valle de Godric.
— James... — Dije cuando el sacó una llave y abrió la puerta de la casa.
Miré a los chicos y estos levantaron los pulgares y Lily me sonrió...
Entré en la casa recogiendo mi vestido y vi a mi alrededor. Era una linda casa. Tenía unos muebles de color beige y unas bonitas decoraciones.
Caminé un poco más y entré en la cocina. Era bastante amplia y en una esquina había una nota que decía
"Que pasen una genial Luna de Miel. Att: Sirius, Remus y Lily"
— ¿James? ¡No me digas que...
— ¡Bienvenida a nuestra casa!
— ¡POR MERLÍN JAMES! — Grité antes de lanzarme sobre él y abrazarlo — ¡Esto es genial!
— Yo que tú me cambiaría, vas a ensuciar más el vestido — Dijo James riendo.
Rodé los ojos y de un bolsillo extra que tenía lo vestido saqué mi varita y me apunté a mí misma para luego verle vestida con unos jeans claros y una camisa ligera de color mostaza y los lentes falsos que les había robado a Lily.
— ¿Mejor?
— Mucho mejor, te ves mejor con tu melena al natural — Dijo revolviendo mi cabello.
— ¡James! — Reí.
— ¡A que no me atrapas! — Dijo antes de salir corriendo.
Me apresuré a correr detrás de él hasta que salimos y no lo encontré, solo vi a los chicos con una sonrisa.
— ¿James no te dijo, verdad? — Preguntó Lily sonriendo
— ¿Qué cosa?
— Nosotros ayudamos a pagar la casa — Dijo Remus.
Abrí mis ojos exageradamente para luego lanzarme a abrazar a todos juntos haciendo que cayéramos al suelo en un abrazo grupal.
— ¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias! — Dije dando besos en las mejillas de todos y repartiendo abrazos.
— Tus cambios de humor son raros Lis... — Dijo Sirius viéndome sospechosamente.
— ¿Dices que soy muy feliz? — Dije triste, por Merlin, que está pasando. Mi cabello se puso de un color azul al igual que mis ojos y me puse a llorar en los brazos de Lily.
— Lis... esto no es normal — Dijo Lily en mi oído — Si no fuera por qué te conozco creería que estás embarazada...
— Lily, hay algo que tengo que decirte...
— ¿Chicos, nos pueden dejar a Lily nosotros solos? Tengo algo privado que decirles — Dijo Remus.
Los chicos asintieron y se alejaron un poco y James seguía desaparecido...
— Lis, ¿Estás embarazada? — Dijeron Lily y Remus no muy sutilmente.
— No lo sé... tengo un retraso desde hace dos semanas. Pero no quería decirle a nadie y menos a James, si los esperanzaba y luego no estaba embarazada me sentiría como el mismísimos Voldemort...
— No te preocupes Lis, mañana remos a hacer esa prueba — Dijo Lily segura.
— Yo me encargaré de los chicos, no te preocupes — Dijo Remus y los abracé a ambos — Gracias chicos.
James' POV
Esperé un rato para que Lis no me atrapara pero luego me cansé y salí del escondite.
Al salir alguien se tiró a mi espalda y me abrazó.
— ¡Te atrapé! — Dijo Lis tomé sus piernas para que no se cayera.
— Creo que es hora de que nos vayamos — Dijeron los chicos.
Asentí rápidamente. Quería estar a solas con Lis.
Lis se bajó de mi espalda y abrazó a las chicas para luego darle un beso en la mejilla a todos los chicos, para luego susurrar algo en el oído de Remus a lo cual el asintió.
Esperamos a que se fueran para darle un beso a Lis.
— ¡Señor Potter! — Me regañó Lis cuando bajé a mi mano a su trasero.
— ¡Señora Potter! — Le seguí el juego para luego cargarla como princesa haciéndola reír.
Sonreí y entré en el cuarto haciéndola caer en la cama para luego Acostarme al lado de ella, que seguía riendo.
— Yo no tengo ganas de haces eso — Dije.
— Yo tampoco — Dijo Lis con una sonrisa — ¿Guerra de almohadas? — Preguntó alzando una almohada.
— Guerra de almohadas
Lis me lanzó un golpe en la cabeza con la almohada y yo en las piernas.
Estuvimos jugando un buen rato hasta que Lis se empezó a cansar y se acostó en mi pecho.
La puse enfrente de mí y la besé, la besé como nunca antes lo había hecho. Transmitiendo los sentimientos que sentíamos ambos en ese beso.
