Capítulo 33

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Mis padres habían llegado justo a las 5:40, ¡sólo tenía 20 minutos para llegar!

—¡Mamá acelera! —Dije desesperada. No quería llegar tarde por Keana en nuestra primera cita. Wow. No sé si esto era una cita, pero la veía como una asique...

—Hija si voy más rápido, podemos chocar.

—¡Pero es que se tardaron mucho!

—Lauren pareces una niña de 5 años, compórtate. —Gruñí.

—Tengo casi diesicéis... —Mamá me ignoró y a los 15 minutos llegamos.

Genial. Justo a tiempo. Bajé del auto y acomodé mi chaqueta de cuero negra, caminé hasta su puerta y toqué repetidas veces. La puerta se abrió dejando ver a una señora muy bien vestida, esbelta y alta. Tragué saliva.

—B-buenas tardes...

—¿Tú eres Lauren? —Preguntó con una sonrisa.

—S-sí, mucho gusto. —Iba a estrechar su mano pero ella me abrazó. Después se fue y llamó a Keana. Me giré a ver a mi madre mientras esperaba y ella me alzó los dedos pulgares con una sonrisa. Preferí girarme al otro lado, eso me había avergonzado.

La puerta volvió a abrirse.

—Hola Lauren. —Keana estaba preciosa. Estaba idiotizada.

—Hola. —Sonreí.

—Te la encargo —Escuché a su madre decir desde el fondo—. Es mi pequeño tesoro.

—No se preocupe, estará bien conmigo —La sonrisa de Keana se ensanchó—. Vamos... —Ella se aferro a mi brazo y subimos a la parte posterior del coche. Mamá nos veía sonriente por el espejo del auto.

—¿A qué hora las recogeré?

—Cuando termine el concierto mamá.

—¿Y a qué hora termina?

—Mhmmm... No sé.

—¿Me marcarás?

—Clar... —¿¡CÓMO IBA A MARCARLE SI YO MISMA HICE MIERDA MI CELULAR!?—. Sí, yo te marco.

Después de eso hubo silencio y sólo intercambiaba risas y miradas con Keana dentro del auto.

—De acuerdo niñas, llegamos. —Ambas bajamos del auto y nos despedimos de mi madre con la mano.

Ya eran las 6:30 pm y había bastante gente, estabamos en la entrada, esperando a que el tipo gordo y pelón nos dejara pasar, a fuera vendían camisetas, discos, suéteres... Vendían muchas cosas, muchas personas iban y venías comprando cosas, yo hubiera sido una de ellas pero por alguna razón no lo hice. La fila empezó a moverse una horas después, había un tumulto de gente afuera ahora. Media hora más y porfin nos tocó con el grandote.

—Credencial.

—¿Disculpe? —Preguntó Keana confusa.

—Aquí están. —Saqué dos credenciales de mi pantalón y se las entregué, el grandulón las recibió, me las devolvió y nos dejó pasar.

Estábamos entre las primeras tres filas de enfrente, la vista era perfecta para ver el escenario.

—Dios 2 horas en la estúpida fila. —Empecé a reír.

—Eso es lo que pasa cuando no te dan número de asiento, o llegas muy temprano, o te sientas en donde sólo puedes oír.

—Me duelen las piernas...

—Empieza en una hora, sentémonos un rato. —Ella asintió y tomamos lugar en nuestros respectivos asientos. Al poco salió un Dj.

—¿Ya empezó? —Keana se levantó emocionada.

—Harán la prueba de sonido —Dije divertida—. Siéntate, aún no empieza. —Ella asintió con vergüenza y regresó a su lugar.

El Dj hacía varias pruebas e intentaba animar un poco el ambiente, a la mayoría parecía gustarle y se levantaban a bailar. Casi una hora pasó y el DJ paró, tomó sus cosas y se fue. De inmediato me puse de pie tomando la mano de Keana mientras todos las luces se apagaban.

—¡Ya... —Susurré con emoción. ¿A quién quería engañar?, ¡ESTABA JODIDAMENTE EMOCIONADA!, ansiaba esto más que cualquier otra cosa. Fuera de todo, esto era un sueño, volver a verla, mi corazón latía con violencia y sentía nervios en mi estómago, cantaría a todo pulmón cada una de sus canciones.

Empezaron a salir luces de colores por todas partes y humo en el escenario, todos empezaron a gritar "¡¡¡CC, CC, CC!!!" repetidas veces mientras aplaudían, otros solo gritaban te amo, o su nombre, o que eran lesbiana por ella. Se escuchó una risa en el micrófono mientras la música de Love Incredible empezaba a sonar.

—¡Hola a todos! —Todo el mundo gritaba eufórico—. Quiero agradecerles por traer su hermosa escencia esta noche —Porfin un foco apuntó a Camila. Estaba preciosa. Estaba más que perfecta con ese vestido blanco. Todo el mundo gritaba pero yo me sentía sorda, los recuerdos hicieron que mis ojos se cristalizaran—. Los amo, gracias por estar aquí.

Y la música empezó a sonar.

Camila cantaba con pasión, con entrega, sonreía a los fans y se acercaba a las orillas para tomar sus manos, y luego regresaba a su coreografía con sus bailarines. Me giré a un lado y Keana brincaba y cantaba con emoción, ni siquiera notaba mi presencia. Se veía linda. Keana volteó a verme y muchos a su alrededor también, no entendía nada. Me giré hacia enfrente nerviosa porque todos estaban viéndome y me topé con la misma sorpresa, elevé la mirada un poco y me encontré a Camila observándome desde el escenario. La canción había terminado y todo estaba en silencio. Tragué saliva, estaba boquiabierta. Ella dió unos pasos más hacia el frente y llevó su micrófono hacia su boca sin quitarme los ojos de encima.

—But I wanna go through
And I wanna need you
Could you be my muse?
Lately all I think about is you
I'm never sick about it.

Estaba paralizada. Todo el mundo me veía y aplaudía, me gritaban cosas que ni siquiera podía entender. Las luces se apagaron de nuevo y todo se volvió oscuro. Sentí a Keana tomar mi mano.

—¿Viste?, ¡te cantó!, ¡¡Camila Cabello te cantó!!, ¿¡no estás emocionada!? —Intenté sonreír y asentir queriendo dar créditos a lo que acababa de pasar. Pero no podía. No entendía nada.

Diez canciones más y el concierto había terminado. Keana y yo salimos del lugar, yo aún seguía catatónica con lo que acababa de ocurrir y Keana gritaba y saltaba diciendo lo increíble que había sido todo. Llegamos a una parte más oscura y nos quedamos ahí, charlando. Las personas comenzaban a irse dejando vacío el lugar.

—¿Ya quieres que te lleve a casa? —Pregunté con preocupación. Ya eran casi las 12 am.

—Claro. —Sonrió.

—¿P-podrías prestarme tu teléfono? —Prgunté avergonzada—, rompí el mío, pero no quería decirle a mamá...

—No te preocupes, está bien. —Sonreí en agradecimiento y extendí la mano, pero ella no se movió.

—Amm... ¿Podrías...

—Tómalo. Está en mi bolsillo trasero. —Tragué con dificultad. Caminé hasta posicionarme a centímetros de su cuerpo y llevé uno de mis brazos por debajo de los suyos suyo para poder tomar su celular. La cercanía entre las dos me estaba poniendo nerviosa. Nuestras respiraciones se mezclaban y pude ver cómo se acercaba más a mi boca. Volteé hacia ambos lados y sólo había una persona cerca caminando que no lograba distinguir, el lugar estaba casi vacío. Me giré de nuevo a su cara y me topé con sus preciosos ojos mirándome. No pude evitarlo más y lo hice. Abracé su cintura y pegué mis labios a los de ella con fuerza. Cerré los ojos y me dejé llevar por todas las emociones que estaba sintiendo. Podía escuchar unos tacones golpetear contra el piso cada vez más cerca y sólo esperaba que no fuera mi madre.

—¡Lauren! —Mi corazón sintió una corriente helada, mis ojos se abrieron como platos y empujé a Keana alejándome de ella.

—C-Camz...

Privilegios IlegalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora