—¿P-padre? —Pregunté nerviosa.
—Sí... No me vayas a salir con que anduviste de loca y no sabes quién es el papá, Karla. —De inmediato me tensé. Por supuesto que sabía quien era el "padre" de mi hijo, que en realidad era una madre adolescente de quince años que ama a el pollo, fangirl con problemas hormonales y unos ojos esmeralda preciosos. Wow. No tenía idea cómo explicar algo así.
—Claro que lo sé mamá. —Ambas nos quedamos en silencio. Hasta que mi madre decidió hablar.
—Dime la verdad Camila... ¿Es del chon?, porque en lo que no se quiera hacer cargo del-
—¿¡Qué!?, ¡no! —Mi madre le dió un sorbo a su jugo y volvió a mi de nuevo. Estaba esperando una respuesta y mis manos comenzaban a sudar de los nervios.
Limpié mis manos sobre mis rodillas y luego las llevé a la mesa, recargándome sobre mis codos y viendo seria a mi madre desde mi lugar. Tenía que caer en la realidad. Un ser humano estaba creciendo en mi vientre justo ahora. Había sido demasiado irresponsable y estúpida para no haberme prevenido de todo esto. No podía culpar a Lauren de nada y eso me frustraba, me causaba conflicto. No podía exigir la misma madurez de su parte porque sabía que era inútil, ella sólo tenía quince años y yo ya había caído en los veinte.
—Mamá tengo que decirte algo —Mi madre frunció el ceño y me dejó proseguir—. Han pasado muchas cosas en estos últimos dos meses que... Que no te he contado —Tragué saliva. Mi madre se removió en su asiento mientras sus expresiones se volvían más serias—. ¿Recuerdas a Lauren?... —Asintió.
—La culonsita. —Sonreí de manera forzada. Por más que quería que la situación pareciera sencilla no podía sentirla así.
—No tengo ni idea de cómo explicar esto... —Llevé mis manos a mi cara y tallé mis ojos. Esta situación se sentía tan amarga. Respiré hondo. Esperaba que mi mamá no tuviera un shock después de tantas cosas que procesar. Gay. Fan. Menor de edad... Mujer con miembro masculino. Dios—. Mamá estoy saliendo con alguien. —Solté de repente—. Estoy enamorada de alguien... —No emitía ningún sonido. Sólo me escuchaba. Y tenía que aprovechar esto—. Mamá estoy enamorada de Lauren... —Casi susurré y mordí mi labio inferior con tanta fuerza que sentí que lo rompería—. Ella... Ella tiene... Mamá para serte sincera jamás he tocado este tema con ella y no sé realmente cómo son las cosas pero ella tiene... Ella tiene pene y-
—Basta Karla —Mi corazón iba a mil, y mis orejas ardían, toda esta situación me resultaba tan... Tan malditamente incómoda—. ¿Ella tiene pene?
—Sí... —Mi madre se tocó las sienes, cerró los ojos y se quedó en completo silencio mirando en otra dirección.
—¿Y... funciona como si fuera... Un hombre?
—Sí... —Mi madre sacó el aire de sus pulmones y me miró un poco más tranquila.
—No me molesta que sea una mujer. —Mis ojos brillaron.
—¿Enserio? —Pregunté con emoción.
—Mientras te haga feliz... Yo creo que... —Una sonrisa automática estaba plasmándose en mi cara—. Espera...
—¿Qué?
—¿Cuántos años tenía? —Mierda, no.
—Pues... Pues tiene-
—Karla, ¿que no era menor de edad?
—Sí, pero-
—Camila... No. Está mal.
—Mamá pero es que-
—Por dios Camila, ¿¡cómo pudiste ser tan burra!? —Mi madre se levantó de su asiento haciéndola rechinar en el piso. Estaba muy molesta—. ¡Te pueden meter a la presa pendeja!
—Mamá te juro que todo fue tan rápido que yo no-
—¡¡ERES UNA IRRESPONSABLE CAMILA!! —Mis ojos se cristalizaron y la nariz me ardió. Si mi madre no me apoyaba en esto nadie más en la tierra iba a hacerlo, la necesitaba conmigo.
—Mamá porfavor... —Sollocé—. Ella también me quiere, me lo ha demostrado muchas veces... De verdad.
—¿¡Cómo no te va a querer!?, ¡fíjate donde estás parada Camila!, ¡es una chamaca de quince años!, ¿qué hubieras echo tú si hubieras conocido a Harry Styles a esa edad? —Me quedé callada. Eso le había dado un giro de tuercas a toda mi lógica. Mamá tenía razón—. ¡La vida no es un cuento de amor, Camila, hay leyes!, ¡y sso que estás haciendo es ilegal!, ¿qué vas a hacer si sus papás te demandan?, ¡Mila piensa tu futu-
—¡BASTA! —Grité exasperada. Llevé mis manos a mi cara y me permití llorar. Si mi madre era la única persona en el mundo que me apoyaba en cualquier cosa que amara, y si ella estaba en contra de esto entonces estaba mal. Muy mal... Yo lo sabía desde un principio pero no quería parar. Tampoco quería hacerlo ahora. Lauren me hacía la persona más feliz de esta tierra por más problemas que trajera consigo.
—Camila...
—Mamá no quiero dejarla... ¡He hecho tantas cosas por estar con ella como no tienes una idea, no puedo echar todo a la basura así!
—¡Pero mi amor es una niña...!
—¡No es justo para ella!, ¿sabes cuántas veces la he dejado sola por esto?, yo... Yo ya no sé que hacer, ¡estoy harta! —No podía dejar de llorar, simplemente no podía detenerme. Nunca me había sentido tan débil como ahora—. Mamá la amo... —Sollocé en un grito ahogado. Los brazos de mi madre me rodearon poco después y mi cabeza terminó en su pecho mientras sus dedos se entrelazaban en mi cabello.
—Ya mi niña... Todo va a estar bien... Yo te voy a cuidar... Te prometo que no voy a permitir que te pase nada. —Sorbí de mi nariz y me abracé a ella. Intentaba tranquilizarme pero me era inútil. Toda esta situación era tan ridícula.
—Ella no sabe que estoy embarazada...
10:18 a.m.
—¿Entonces puede venir hoy? —Pregunté con una sonrisa.
—Sí, ándale, márcale a la culonsita de una vez para que se venga a comer. —Contestó mi madre divertida mientras revolvía los huevos del desayuno.
—Te amo mamá. Eres la mejor mami del mundo. —Caminé hasta ella y dejé un beso en su mejilla.
Salí de la cocina con el celular en la mano, buscando su número entre mis contactos. Ahora que lo recordaba yo debía llamar a Roger la vez pasada. También tenía que decirle que arreglara lo de mi dirección aunque después de esa niña no había llegado nadie más en realidad, tal vez no era tan grave...
Escuché que alguien llamó al portón de la puerta e inmediatamente deseché lo anterior pensado. Guardé el teléfono en mi bolsillo trasero y me asomé por mi puerta. Había un hombre de espaldas muy alto con lo que parecía un traje. Fruncí el ceño y abrí la puerta.
—¿Buenos días? —Dije tras salir de la casa y estar un poco más cerca del sujeto canoso.
El hombre se giró y mis ojos cayeron justo en su dorada placa policial.
—¿Srita. Cabello?
ESTÁS LEYENDO
Privilegios Ilegales
FanfictionUna relación bajo el ojo público siendo un artísta internacional nunca es fácil, menos con un contrato. Menos cuando es una relación homosexual. Menos cuando es con tu propio fan. Menos cuando es con una menor de edad. Y mucho menos cuando se ocu...