Capítulo 12

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Me acababa de dar el baño de toda mi vida porque había sido el día de mi vida. Habíamos ido al paintball, la guerra de pintura fue dolorosa. Me dolía todo el cuerpo, pero prefería eso a que Camila recibiera las balas, seguro se moría y ya no había otro álbum de Camila Cabello y las bananas sobre-explotarían el mundo por su falta de comer bananas.

Salí del baño, entré a mi habitación y dejé la toalla en la cama, caminé hasta el espejo de cuerpo completo y me postré frente a el, observando cada parte de mi anatomía.

Mi cuello, mis clavículas, mis hombros, mis senos, mis brazos, mis costillas, mi abdomen, mis caderas, mis manos, mi pelvis... Y finalmente aterricé con el.

Deslicé la llema de mis dedos por el borde. Muy suave. Toqué la cabeza y subí hasta por debajo de mi abdomen. Estaba empezando a tener una semi erección. Suspiré con pesadez. Jamás podría cambiar esto. Jamás podría cambiar lo que soy, jamás podría cambia-

—Oye Lauren dice Clara que bajes a ce- ¡LAUREN!

—¡SANTA MIERDA LUCÍA! —Me aventé a mi cama como luchador de la WWE tapándome todo lo que podía, ¿¡esta mujer no sabía tocar o qué!?

POV Camila

Abrí mis ojos mientras me estiraba en la cama, sentí la falta de calor de alguien asique miré a mi lado y efectivamente, estaba vacía. Fruncí el ceño. ¿Porqué me dejaría sola o se iría sin avisar?

Me levanté con mi pijama de platanos, me puse mis pantuflas -que también son de platanitos- y me fui al armario, iba a buscar qué me pondría hoy. Lauren vendría, bueno, tenía pensado invitarla asique... Debía estar aunque sea un poco presentable.

Escuché ruidos.

OH DIOS MÍO ESCUCHÉ RUIDOS.

Miré a mi alrededor para ver si podía encontrar un bate de béisbol como en las películas, pero no fue así, vi hacia mi mesita de noche y gracias al bendito cielo ahí estaba lo que podría ser mi salvación. Un platano.

Tomé el platano y baje cuidadosamente las escaleras, sin hacer el más mínimo ruido. Escuché los ruidos de nuevo y me escondí detrás de una enorme maceta.

—Maldito ahora las pagarás... —Susurré casi inaudible para mí.

Me levanté y corrí hacia el sillón posicionandome detrás. Parecía todo un ninja en cubierta. Asomé la cabeza y ya no había nadie. Salí de mi escondite y me puse detrás de otra maceta mucho más grande con una gran planta.

Escuché pasos acercándose y mi corazón empezó a latir con violencia. Las pisadas retumbaban cada vez más fuerte, esa persona debía ser una jirafa y yo sentía que iba a tener un paro cardiaco en ese momento.

Respiré profundo, tomé mi platanito con las dos manos como si fuera una espada, colocándola detrás de mi nuca. Haber visto The Walking Dead debía servirme para algo. Conté hasta tres y...

—¡¡AAAAAAHHH!!

—¡¡AAAHHGGJGGH!!

—¡¡AAAHHH!!

—¡Mhhnjmmm!

—¿Ah? —Dinah empezó a ahogarse—. ¡Oh por dios, Dinah! —Aventé mi platano al piso y me corrí detrás de ella, empecé a presionar su estómago con fuerza intentando que se detuviera pero estoy segura de que en vez de eso parecía un chihuahua queriéndose aparear con un labrador.

—¿¡QUÉ DEMONIOS TE PASA MILA!? ¡CASI MUERO POR TU CULPA!

—¡Pensé que eras un viola-roba-secuestrador! ¿¡Qué hacías tú!? —Dinah echó su cabello hacia atrás y desvió la mirada incómoda.

—Yo bueno... Quería... Ya sabes... —La miré confundida—. ¡Tenía hambre Mila! ¿Okay? ¡mi estómago rugía! ¡Bajé y me comí toda la pizza, rompí mi dieta! —Dinah empezó a llorar de manera dramática y me abrazó.

—Ya Dinah... Está bien -Acaricié su espalda reconfortándola—. Oye... Pero ayer también comiste pizza.

—¡PERO LA DIETA EMPEZABA HOY! —Y empezó a llorar más fuerte. Por tercera vez Dinah había roto su dieta el mismo día que la empezó.

Después de unos minutos se calmó y estuvimos hablando de todo lo que habíamos echo, su carrera como actriz y mi carrera como músico entre otras cosas más triviales.

—¿Cómo van las cosas con Shawn?

—Mmhmm... Hemos... Tú sabes, tenido relaciones y eso.

—Pero creí que casi no estaba aquí.

—Bueno, a veces lo está.

—¿Y... Te gusta?

—No sé, es mi mejor amigo lo sabes, pero últimamente está distante y bueno...

—¿Y en la cama? —Dijo levantándo las cejas repetidas veces con picardía.

—Es bueno, un poco salvaje a veces, pero no sé... Creía que sería mejor.

—Ay chancho, no parece que realmente te guste, es guapo pero...

—Las cosas no están saliendo como pensé. Como pensamos. Tal vez rente un departamento.

—¿Crees que le moleste?

—No lo sé... —Dije cabizbaja, esa pequeña platica había bajado mis ánimos. Hubo un silencio en la habitación, no incómodo. Sólo silencio.

—¿Y esa fan tuya Camila? Laurencia, o algo así. —Reí bajito.

—Lauren.

—Se nota que está loca por ti Mila —¿Porqué demonios estaba sonriendo?—. Creo que deberías ponerle un estatequieto.

—Es una niña Dj... Sólo tiene 16 años.

—¡Parece como si estuviera enamorada de ti!

—No exageres Dinah... —Mordí mi labio inferior con nerviosismo. Ella se reincorporó sobre su cuerpo y se sentó.

—Mira, me cae bien la cejoncita y todo, y no quería decírtelo pero es que te mira demasiado...

—Es obvio Dinah, soy su ídolo, es normal que me vea.

—No me refiero a esa clase de ver, si no como... Ayer que estábamos viendo la televisión, la caché viéndote en muchas ocasiones —Sonreí de nuevo, no sé porqué pero lo hacía—, y te veía como si quiera comerte y no precisamente con un tenedor y... —De inmediato se me vino esa imagen a la cabeza, ¿realmente Lauren podría verme así?— ¿Mila porqué estás sonriendo como idiota? —¿Lauren me vería como una mujer?—. Mila te hablo —¿Y porqué me causaba cierta emoción que fuera así?—. ¡¡MILA TE HABLO CARAJO!!

—¿Ah? Oye no me grites, no estoy sorda. —Dije frunciendo el ceño.

—¡Te estaba hablando y parecías ida!

—¿Yo? —Claro que no, ella no estaba hablándome.

—¡Si!, estaba diciéndote que Lauren te ve todo el tiempo como si quisiera besarte... —Lo siento, no pude evitarlo pero de nuevo lo hice. Dinah me vió con los ojos entrecerrados, analizándome, me sentí violada y tragué saliva.

—Oh por dios... ¿¡Te gusta Lauren chancho!?

—¿¡Qué!?

Privilegios IlegalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora