Privilegios Ilegales

Capítulo 73

—Me la cuidas mucho Mila.

—No se preocupe señor Jauregui, estará sana y salva conmigo. —Sonreí.

—Dime Mike nuerita. —Se me escapó una pequeña risita.

—C-Claro... Mike. —Esto causaba muchas emociones nuevas en mi, jamás me habían llamado así. Nuerita.

—Y... ¿Van a regresar temprano?

—¡Clara! —Protestó Mike.

—¿Qué?, sólo me preocupo por mi hija —La madre de Lauren se giró hacia mi de nuevo—. ¿No van a tener relaciones verdad? —Casi se me salen los ojos.

—¡MAMÁ!

—N-no señora Jauregui, no... No pasará nada de eso. —Sus ojos se achicaron fijos en mi y se cruzó de brazos. Podía sentir cómo su mirada estaba penetrando mi alma casi tanto como lo hacía Lauren conmigo. Literalmente. Estaba a punto de escupir algo como... "me encanta hacerlo con su hija".

—Voy por Taylor. —¿Taylor?

—¿Qué?, mamá... ¡No! —Lauren salió corriendo trás de su madre.

—Disculpa a Clara... Ella no entiende nada de esto —Habló Mike en el marco de la puerta—. Siempre... Siempre la ha sobreprotegido mucho... Por bueno... Ya sabes. —Sus cejas se alzaron y me hizo una ceña con la mano, parecía un poco incómodo.

—Oh... Sí. Eso. —Contesté nerviosa con la cabeza gacha. No quería dar a conocer todos los detalles que sabía. El comentario de la madre de Lauren ya me había puesto colorada toda la cara como para continuar el tema.

Hubo silencio.

—¿Se han estado cuidando verdad? —Si no se me habían salido los ojos ya se me salieron.

—¿Disculpe?

—No hagas como si no supieras —Contestó divertido—, ya sé lo hormonal que es mi hija y tú no eres precisamente una niña.

—Sí pero eso no quiere decir que... —Me detuve en cuanto vi la cara de obviedad de Mike.

—Camila, escuché cómo te dió matraca el otro día en su habitación... —Dios mío, ¿porqué me pasaba esto a mi?, creí que había mordido la almohada lo suficiente.

—Dis... Disculpe eso. Le juro que yo no-

—Tranquila, tranquila... Pero no vuelvan a hacerlo aquí. Tienen suerte de que mi esposa no estuviera ese día —Me resigné y asentí—. Pero se están cuidando, ¿verdad?, sé lo bruta y malinformada que puede ser mi hija y...

—Sí, claro... nos... Nos cuidamos. —Respondí rápidamente. ¿Qué le pasaba a los padres de hoy en día que hablaban de sexo como si nada?

Estuvimos en silencio unos momentos más hasta que la madre de Lauren llegó con una pequeña niña.

—¡Mamá no quiero llevar a Taylor!

—¡Pues no vas!

—¡Urgh! —Solté una pequeña risita. Jamás había visto a Lauren hacer un berrinche. Esta conversación iría para largo.

Pero... Quería ser una buena novia.

06:45 p.m.

—No puedo creer que casi no me dejan venir.

—Es normal Lern, aún estás pequeña. —Contesté en el volante.