Privilegios Ilegales

Capítulo 49

—¿Ya me vas a decir que tienes Karla? —Negué con la cabeza. Mi madre acariciaba mi cabeza midntras yo me abrazaba y descansaba sobre su pecho. Mis ojos ardían y había hecho un desastre en toda mi habitación, los ataques de ansiedad nunca fueron buenos... Sabía que Austin tenía a alguien espiándome y por eso me había ido del departamento de Shawn pero había sido inutil. No era legal lo que él estaba haciendo, ¿pero qué podía decirle a la corte?

"Disculpe, vengo a levantarle cargos a un imbécil por estar invadiendo mi privacidad donde por cierto, me follo a una adolescente de quince años, que pase buen día."

Si yo llegaba a levantar cargos, tenía todas las de perder, no estaba tan estúpida. Además la prensa, los medios, mis fans... Mi familia. No tendría mi idea de lo mucho que estarían decepcionados de mí. Las imagenes rondaron por mi cabeza de nuevo como un recordatorio.

En la primera Lauren hablaba por teléfono y yo estaba detrás, escuchándola.

En la segunda estaba abrazándola y recargaba mi cabeza sobre su hombro.

En la tercera estaba besando su mejilla en la misma posición. En cada una de las fotos podía verse perfectamente su cara y la mía.

Y en la cuarta... Ella sostenía mi mano mientras entrábamos a la casa.

¿Qué pensaría el mundo si viera esto?, ni siquiera pasó algo parecido a lo que las personas se imaginarían, pero no podía culparlas, porque hasta yo deduciría algo así. Todo era tan tonto y tan estresante.

Antes de que ella llegara a la cena, había visto mis menciones y etiquetas en twitter. Recordaba a cada una de ellas y Lauren salía atrás en casi cada foto. También las fotos del parque, en la tienda de música, en cada una de ellas Lauren salía por ahí. Mi fandom muy posiblemente ya la conocía, o si no, lo haría muy pronto. Y era tan fácil manejar la mente de una adolescente que admira a alguien, mucho más si ese alguien es importante... y lo sabía porque había visto cada una de las tácticas de los management que he conocido a lo largo de mi carrera.

Me levanté de la cama dejando a mamá atrás y caminé hasta mi habitación, encerrándome. Mi cuarto era un asco. Tendría mucho que limpiar más tarde. Divisé por la habitación aquello que estaba buscando hasta que porfin lo encontré.

Tres tonos y contestó.

—¿Camz? —Su voz tranquilizaba cada uno de mis sentidos. Podía tener el peor día de mi vida pero si ella estaba, entonces ya no sería tan malo.

—Hola mi amor. —Escuché a Lauren reír tras el teléfono.

—H-hola...

—¿No vas a decirme amor? —Lauren se quedó en silencio.

—C-Camz... M-me da pena. —Moría de ternura, era una nena.

—Hhhmm... Pero no te da pena follarme en lugares públicos... —Reproché.

—¡CAMZ!

—¡Es verdad! —Solté una pequeña carcajada y Lauren se quedó en silencio de nuevo.

—Mi amor... —Sonreí ampliamente al escucharlo. Todo era tan ridículo, estas eran cosas que sólo podías disfrutar cuando estabas enamorado. Y yo estaba muy enamorada de Lauren Jauregui.

11:09 p.m.

—¿Entonces estarás ocupada dos semanas?