Capítulo 40

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Corría a mi habitación con emoción, papá me había dado permiso ajdksjdsj, ¡PAPÁ ME HABÍA DEJADO INVITAR A ALGUI-

—¡AHHH! —Me sobé el tabique de la naríz, acababa de darme con la puerta en la cara—. Cada día estoy más idiota. —Caminé hasta mi escritorio, tomé mi celular y le dí la vuelta encontrándome con la pantalla en cientos de pedacitos.

Mi puto celular no servía. ¿¡Y AHORA QUÉ HAG... ¡¡YA SÉ!!

Tomé una chaqueta y bajé las escaleras con rapidez, encontrándome a papá en el camino.

—¡PAPÁ VOY A SALIR! —Grité mientas abría la puerta de la entrada.

—Pero hija ya es muy tar-

NO ME IMPORTA.

—¡TAMBIÉN TE AMO PAPI, ADIÓS!

Tenía que llegar a casa de Ally para pedirle el celular de Dinah y luego llamarle a Dinah para que me diera el celular de Camila. NECESITABA AIRE PORQUE ESTABA CORRIENDO DEMASIADO. Una cuadra más y habría llegado.

Toqué la puerta repetidas veces con fuerza. Ya casi oscurecía y yo tenía que regresar a casa. Casi golpeé la frente de Ally cuando la puerta se abrió, tenía demasiada adrenalina.

—¿¡Porqué tocas así!? —Preguntó asustada.

—¡ALLY! —Me recargué sobre mis rodillas para tomar aire. Estaba bofeada.

—¿Pasa... Algo? —Intentaba regularizar mi respiración. MIERDA PULMONES, APÚRENSE, TENGO QUE HACER ESTO RÁPIDO.

—¡N-necesito...

—¿Laur necesitas un poco de agua?, estás toda como... Rara.

—No... Ya. Ya estoy —Respiré hondo. Esperaba con todo mi corazón que Ally se apiadara de mi alma y me diera el maldito número de Dinah—. Bueno... Mhmm... Ally necesito un favor. —Ella me miró un momento y después asintió.

—Ajá... ¿Y qué es? —Saqué el aire de mis pulmones y empecé a persignarme mientras veía hacia arriba.

—Necesito el número de Dinah.

—¿Qué?, ¿porqué?, Lauren si es por Camila Cabello no creo que ella-

—¡Vamos, porfavor!

—Lo siento Laur... No puedo hacer eso, pero si quie-

—¡ALLY!

—No puedo dártelo, pero puedo hacer que-

—¡PORFAVOR!

—Lauren si quieres puedo-

—¡PORFAVOR MONJA!

—Pue-

—¡PORFISSSSSS MONJITA, TE ESTOY ROGÁN-

—¡CÁLLATE! —De inmediato llevé mis manos a mis boca. Vienes por el número de Dinah, Jauregui. Concéntrate.

—Perdón... —Me disculpé.

—Mira, puedo hacer algo...

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