Capítulo 35

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—Hija, levántate, tienes que ir a la escuela. —Escuché decir a mi madre mientras me removía entre las sábanas.

—Mamá no quiero ir... Me siento mal. —Mi mamá me observó por unos segundos y después se cruzó de brazos.

—¡Lauren, no has ido a la escuela en cuatro días! —Evadí su mirada, realmente no quería reclamos. Ella se acercó de nuevo y se sentó a mi lado—, mi niña, no sé que haya pasado con Keana —Pero es que no es Keana...—, pero tienes que superarlo, ¿sí?, los adolescentes se enamoran muchas veces en su vida, Keana no es la única persona que vas a conocer. —No era lo mismo.

—Sólo... no quero ir hoy, porfavor. Prometo que desde el lunes empezaré a asistir de nuevo. —Mi madre asintió, besó mi frente y me dijo que bajara a desayunar, después salió de mi habitación.

Me estiré en la cama un momento y luego me puse de pie, levantando mi camisa en el transcurso para poder sobar mi barriga. Entré al baño y saqué a Lolito de entre mis bóxers, era incómodo querer orinar y tener una erección mañanera, era como que apuntaba adelante y no abajo.

—Bájate estúpido —Lo golpeé repetidas veces pero sólo rebotaba hacia arriba—. Te odio. Siempre me dificultas las cosas —Fruncí el ceño—. Tienes cara de pene.

Eso es porque soy un pene. —Mis ojos se abrieron como platos. ¿¡PERO QUÉ MIERDA MI PENE ACABA DE HABLAR!?

—¿T-tú qué? —Esperé en silencio pero jamás contestó. Negué con la cabeza, estar tan encerrada estos días me estaba haciendo daño. Después de unos dos minutos estaba tranquilo. Terminé de orinar y empecé a sacudirlo.

¿Porqué no has ido a la escuela? —Inmediatamente lo solté.

—SU PUTA MADRE —Lo miré con detenimiento, mi respiración se había acelerado de golpe—. ¿T-tú puedes...

Me gusta la lengua de Camila. —Dios mío mi pene estaba hablándome.

¡MI PENE PODÍA HABLAR!

Límpiame bien, no seas puerca. —Asentí con eufória. Tomé una toallita humeda y empecé a limpiarlo como debería.

—Y-ya está, ¿n-necesitas algo más? —Pregunté con nerviosismo. La voz de mi pene era fea. Era rasposa y chillante, como de un demo... ¡MI PENE ESTABA POSEÍDO POR UN PUTA DEMONIO.

Ahora méteme en tus pantalones y vamos a conseguir algunos culitos.

—¿¡QUÉ!?, ¡p-pero yo soy virg-

—Cállate, y sal de aquí culo blanco.

—¿Que mier... Aguanta un segundo, ¿culo blan-hija de tu... —Metí a Lolito en mis bóxers y salí del baño con furia. Normani estaba cagada de la risa en mi cama.

—¡DEBISTE ESCUCHARTE MALDITA SEA!

—¡Maldita! —Corrí y brinqué encima de ella haciéndole cosquillas—. ¡Te odio, te odio, te odio!

—¡YA! —Empecé a hacerle cosquillas más fuerte—. ¡LAUREN DETENTE ME VOY A MEAR! —Sentí un rodillazo en mIS PELOTAS, COÑO. Empecé a retorcerme con mis manos en mi entrepierna—. Te dije que pararas.

—Oh, cállate. —Ella siguió riendo mientras yo intentaba recuperarme.

—Ya Laur, no seas marica.

Privilegios IlegalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora