Capítulo 63

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Camila no había dicho ni una sola palabra en todo el camino. La veía de reojo mientras conducía con una mano en el volante y la otra en la palanca. Tenía miedo de que estuviera molesta conmigo... Maldición odiaba hacerla enojar. Y me sentía asustada. No quería estar por todo el internet.

—¿Estás molesta? —Pregunté con timidez, jugando con los cordones de mi short. Camila permaneció callada—. Camz te juro que no fue mi intención...

—No te preocupes... Fue mi culpa. —Sólo asentí y continuamos en silencio hasta que el auto se estacionó fuera del departamento.

—Supongo que es mejor que me vaya... —Desabroché el cinturón de seguridad e intenté quitar el seguro de la puerta—. ¿Camz? —Pregunté al ver que no se movía. Ella bajó del coche y abrió el portón de su casa.

Tuve que desviar la mirada cuando se agachó porque aún tenía puesto su bikini. Sentí que subió al auto de nuevo y avanzó estacionándolo en la cochera. Hubo silencio de nuevo.

POV Camila

Sentía mi cuerpo caliente. Repetidos recuerdos rondaban por mi cabeza en este momento. No sabía porqué me sentía de esta manera pero inclusive mi intimidad latía. Me sentía avergonzada por encontrarme en una situación así.

—¿Estás bien Camz? —Mierda, amaba que me llamara de esa manera. Pero ahora mismo me resultaba tan excitante.

Me reincorporé en mi asiento y llevé una de mis rodillas al hueco de entre sus pienas, recargándome en el colchón de su asiento y sosteniéndome de sus hombros.

—Q-qué estás... —Me sujeté de la puerta hasta que logré darme la vuelta y terminé sentada sobre sus piernas. Dí un pequeño saltito hacia atrás dejando caer mi trasero sobre su miembro—. M-Mierda... —Empecé a menear las caderas encima suyo, frotando mi trasero sobre el duro bulto que estaba formándose en sus holgados shorts.

Un mes... Un jodido mes en el intenté engañarme a mi misma de que no la extrañaba, de que no necesitaba tener contacto con ella. Que no necesitaba sentirla, que no ansiaba el momento en el que volviera a verla. Para las personas podía ser exagerado pero ellas no estaban estúpidamente enamoradas de Lauren Jauregui como yo. Ellas no tenían ni la más mínima idea de cuanto amaba a la mujer que me estaba sujetando las caderas ahora mismo.

Sus manos pararon en mi trasero, levantándome sintiendo cómo el bikini se despegaba de mi centro húmedo, seguido del duro miembro de Lauren acariciando mis pliegues dándome corrientes eléctricas desde mi abdomen aterrizando en mis pezones. Estaban poniénose duros, el contacto con la tela superior del bikini comenzaba a molestarme.

—Mhmm... Lauren... —Me recargué sobre el tablero, meciendo mis caderas de adelante hacia atrás, empapando su miembro de mis jugos. Ya no aguantaba el estúpido juego—. Lern... Hazlo. —Rogué. Sus suspiros y quejidos eran sus únicas respuestas. Sentí su cabeza colocarse en mi entrada y mordí mi labio inferior con fuerza esperando a que entrara.

—No... —Lauren se detuvo y hubo una pequeña pausa—. C-Camz yo... y-yo no tengo condo-

—¡Ahhhhh! —Me había dejado caer empalándomelo de golpe. Sabía lo que iba a decir. Demasiado tarde para haberse percatado que no habíamos usado protección todo este tiempo. En estas circunstancias ya no importaba.

Y ahora quería que me lo hiciera hasta que llenara todo mi interior de ella.

Subí y bajé mis caderas, escuchando cómo entraba y salía una y otra vez, acompañado de sus quejumbres mientras sus manos apretaban mis nalgas con fuerza.

—¡C-Camz p-porfavor!

—¡Fóllame Lauren! —Una de sus manos se deslizó por mi trasero hasta tomar a mi cintura con fuerza—. ¡Ahhhh! —Había tirado de mi hasta ensertármela hasta el fondo. Me encantaba cuando dejaba de aguantarse.

—M-Me encanta cómo s-se siente cuando está adentro Camz... —Se me escapó una pequeña sonrisa mientras mordía mi labio inferior. Como extrañaba esto.

—¿T-te gusta? —Pregunté divertida—. ¡Mhmmm...! —Lauren me había echo rebotar sobre su miembro encajándomelo completo.

—S-sí Camz... ¡Me encanta!

—¡Ahhh... Mhmmm...! —Había repetido el mismo movimiento. Mi cara se estampó contra tablero del auto y las manos de Lauren levantaron mi trasero—. ¡Mierda, sí! —Gimoteé al sentir la caliente lengua de Lauren entrar por mi cavidad y moverse dentro. Un quejido salió desde su garganta cuando hizo un esfuerzo por levantarme aún más.

—Camz... M-Me encanta tu sabor. —Balbuceó. Sentía su lengua querer llegar al punto que más necesitaba que tocara, arqueé la espalda hacia abajo hasta que sentí sus labios envolviendo mi botón.

—Mhhmmm... Sí, justo ahí Lern... —Suspiré mordiendo mi labio inferior con los ojos totalmente cerrados—. M-Más fuerte... —El sonido de su boca en mi centro me calentaba más de lo que debería. Sentía sus dientes cepillar mi clítoris cuando lo chupaba y tiraba de el, iba a llegar sin que ella lo hiciera si seguía así—.. L-Lern, m-métemela de nue-

No terminé de hablar cuando ya estaba siendo empalada por ella de nuevo. Tiré mi cabeza hacia atrás recargándola en su hombro mientras sus manos manejaban el rápido ritmo de nuestros movimientos. Una vez que empecé a moverme a la par sus manos soltaron mi cintura y fueron directo por debajo de la parte susperior de mi bikini, justo a mis senos, amasándolos y metiendo mis pezones entre sus dedos. Apretándomelos.

—¡Mh-mhmm...!, ¡sigue así Lern!, ¡hazme llegar! —Las penetraciones subieron la velocidad y una de sus manos dejó mis senos deslizándose por mi abdomen y aterrizando en mi centro, habían tres de sus dedos frotando mi clítoris en círculos—. ¡¡Lauren!! –Me quejé al sentir sus dientes clavados en mi hombro—. ¡V-vas a dejarme m-mar... ¡Ahhh!, —Dios, estaba penetrándome tan duro—. ¡L-Lauren detente!

—Eres mía Camz... sólo mía... —Esas palabras me habían descolocado. Mis paredes se contrajeron y una liberación extraordinaria tomó cada parte de mi cuerpo mientras gemía el nombre de la persona que amaba y sentía cómo su  líquido caliente llenaba mi interior para que poco después algo tibio se deslizara entre mis piernas. Nos habíamos venido tan fuerte.

Pequeños besos empezaron a esparcirse por mis hombros... por mi cuello... Y una de mis mejillas, mientras sus brazos rodeaban mi cintura, abrazándome.

—Me encantas Camz... Me encanta todo de ti... —La escuché decir entre besos—. Tus ojos, tus labios, tus besos, tu cuerpo... —Que bien se sentían sus besos sobre mi piel, maldición—. Me encanta hacer el amor contigo, estoy muy enamorada de ti, te amo, te amo... —Repetía una y otra vez mientras sus besos no cesaban.

No quería separarme de ella. No quería que nada en este mundo intentara apartarme de su vida porque simplemente no sería capaz de soportarlo, Lauren es la persona que más amo en la tierra. No quería perderla nunca por unas estúpidas reglas, por estúpidos contratos. No me importaba que los privilegios que tenía con ella fueran totalmente ilegales, si tuviera la opotunidad de regresar el tiempo, lo hubiera repetido mil y un veces.

—Te amo Lern... —Susurré entrelazando nuestras manos—. Te quiero para siempre conmigo... —Su mano me sostuvo con más fuerza y esuché cómo se le escapo una pequeña risita—. Lauren... Tengo que decirte algo...

Privilegios IlegalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora