Privilegios Ilegales

Capítulo 2

El castaño profesor empezó a escribir en el pizarrón llevándose todas las miradas de las adolescentes del aula encima de él, pobre. Seguro las más zorras ya estaban devorándoselo.

—Ese es mi nombre, es un gusto conocerlos —Miré la pizarra para darle un rápido vistazo a su nombre—. Vamos a empezar desde el bloque II, sé que el profesor no terminó el tema, asique para malos entendidos o cualquier cosa, vamos desde el principio. Si tienen alguna pregunta, no duden en decírmelo, los ayudaré con mucho gusto.

Vaya, parecía demasiado amable para ser un maestro de matemáticas, de echo, parecía muy amable para ser un maestro.

—Dios Lauren, está super guapo. —Normani me susurró en un grito ahogado.

—Normani, ya lo sé, pero no me gustan entiende.

—Oh Laur, el que tengas aquello entre las piernas no quiere decir que no te puedan gustar los hombres. —Sabía que ella tenía razón, como dije antes, de pequeña estaba muy confundida y como tenía algo masculino ahí, creía que tenía que decidirme por que me gustaran las chicas.

Suspiré y negué con la cabeza, decidí dejar el tema y prestar atención a la clase.

—Lo siento Laur, no quería decir eso... —Dijo la morena sobando mi brazo.

—No te preocupes. —Sonreí debilmente.

—¿Vas a ir?

—¿A dónde?

—Dios, y tú eres la fanática. —Rodó los ojos.

—¿Qué?—Arrugué la cara. ¿De qué mierda hablaba el milky way?

—Te dije que debes empezar a usar twitter, te enteras de todo ahí una semana antes que cualquier otra cosa.

—Sí, sí, sí, lo que sea, ¿dónde?

—De echo creo que cuando sea el fin del mundo consultaré twitter. —Oh no, Mani iba empezar a divagar otra vez.

—Ajá sí, ¿a dónde voy?

—¿Sabes? Cuando sea el apocalipsis zombie yo estaré preparada una semana antes que tú y entonces estarás lamentándote por no haber usado twitter y pedirás mi ayuda.

—Ajá... ¿A dón-

Me interrumpió.

—Entonces yo te diré "te lo dije" y tú dirás "lo sé" pero entonces te morderá un zombie y el zombie te dirá "te lo dijo..." Y entonces tú...

—¡MANI AL PUTO GRANO COÑO! —Se escuchó esa respiración rápida con la "i" en todo el salón, me giré para ver a mi al rededor y sí, efectivamente todos me habían escuchado. El profesor también—. Lo siento...—El profesor sólo sonrió y negó con la cabeza volviendo a escribir en el pizarrón. Vaya tío.

—¿Ves lo que me hiciste pasar idiota? —Dije en voz baja golpeando el hombro de Normani.

—Ya, ya Laur, lo siento.

—Bueno, contéstame.

—Ah, sí, bueno... El zom...

—¡Eso no! —Dije en un grito ahogado, ella sólo se rió como perro para que el profe no la escuchara.

—El amor de tu vida va a venir —Arqueé una ceja—. El que te para la anaconda que llamas pene, Camila Cabello.