No dejaba de cepillarme los dientes una y otra vez. Sentía repulsión de mi misma, me sentía asqueada de cada parte de mi y toda las guarradas que tuve que hacer, me estaba preguntando si realmente valía la pena sacrificar todo lo que estaba haciendo por toda la mierda que estaba recibiendo a cambio. Austin me había humillado por segunda vez y de la peor manera. No había dejado de llorar hasta quedarme dormida, y tener a mis padres y Sofia tocándome la puerta repetidas veces me hacía sentir peor. Estar preocupando a las personas que más amaba me hacía sentir mal.
Todo esto me estaba haciendo muchísimo daño.
Después de pensarlo por dos días había tomado una desición. Estaba buscando la manera pero siempre caía aquí de nuevo como si fuera la mejor opción.
—Roger necesito hablar contigo. —Dije tras el teléfono.
—¿Qué pasa?
—¿Te puedo ver?
—Pues no, por eso me estás llamando —Roger empezó a reír. Que pendejo. No tenía idea de cuando se había vuelto así—. ¿Ya quieres regresar al estudio?
—No, no voy a hablarte de trabajo, necesito que me ayudes.
07:18 p.m.
—¿Entonces, de qué querías hablar? —Roger se llevó la taza de café a su boca y acomodó sus gafas. Me removí incómoda en el sillón. ¿Cómo empezaba a explicar todo esto?
—¿Recuerdas la persona que estuvo con nosotros en los primeros ensayos?
—¿Quién?
—La niña que estaba conmigo...
—¿La chica blanca?
—Sí... —Roger hizo un ademán para que continuara—. Tengo que contarte algo, muchas cosas en realidad... Pero necesito que no se lo digas a nadie, necesito que mantengas lo mantengas entre nosotros. Ni siquiera puedes decírselo a mis padres. —Roger dejó su bebida a un lado y se cruzó de brazos, parecía muy desconcertado y no era para menos.
—¿Qué sucede? —Le tomé un gran trago a mi café que me había quemado la garganta. Intentaba tomar valor para poder hablar.
—Yo... Estoy con alguien.
—¿Qué?
—Estoy con alguien...
—¿Entonces lo de Austin... Regresaste con él?
—No... —Roger se mantuvo en silencio, pensativo, parecía intentar entender o darle un sentido a las cosas.
—Estás con Austin, pero estás saliendo con alguien más y... ¿te da miedo que los medios te capten?
—¡No estoy con él! —Dije con fastidio.
—¡Bueno Mila es que no te entiendo!
—Estoy saliendo... Con... —Mierda que difícil era.
—¿¡Con quién!?
—Con un fan.
—¿¡QUÉ!? —Hubo una pausa—, supongo que es famoso, ¿no?, estás saliendo con un famoso que tiene un crush contigo o como mierda digan las personas de tu edad, ¿es así, no? —Tragué saliva.
—No...
—¿¡CAMILA QUE MIERDA!?, ¿¡Quién es él!? —Desvié la mirada evitándolo... Ni siquiera era un él—. ¡CONTESTA!
—Es... Es ella... —Roger se dejó caer en el sillón y frotó sus sienes.
—¿Sabes qué va a pasar si te etiquetan de lesbiana?, te van a clasificar como artista —Se removió en el asiento reincorporándose y mirándome con atención—. Mila... No me interesa tu sexualidad, pero si la gente lo sabe, tus ventas van a bajar... Tu carrera irá en picada, ¡vas a arruinar tu sueño! —Intentaba comprender todo lo que me decía... Intentaba no enojarme por quererme hacer ver algo que ya no era, algo que no sentía. Pero él sólo estaba siendo objetivo y también lo entendía.
—Ese no es el problema...
—¿¡Ese no es el problema!?, ¡Camila cómo te atreves a decir que-
—Mayor... Ese no es el problema mayor. —Roger detuvo sus gritos.
—¿Qué?, ¿entonces qué? —Puse mis manos sobre mis rodillas apretándolas. Sentía que temblaba. La única que sabía esto era Dinah pero ella... Era diferente. Roger no tendría la misma comprensión que ella, él era un adulto con el que compartía el trabajo y quería dinero y ella era mi mejor amiga que lo único que quería era verme feliz.
—Es... Es m-menor —Dije cabizbaja. Me sentía avergonzada—. Es menor de edad...
Escuché un vidrio quebrarse y llevé mi mirada hacia arriba. Roger había tirado la bandeja con las tazas al piso de un manotazo y caminaba de lado a lado tallándose la cara.
—Vas a terminar con ella. Vas a terminar con ella... ¡Vas a terminar con ella!
—¿Qué?, no. No voy a hacer eso.
—¿Tiene diecisiete?, ¿qué edad tiene?, dime que tiene diecisiete. —Yo también deseaba que tuviera esa puta edad.
—Quince...
—Santa mierda... —Roger se sentó de nuevo en el sillón golpeando el piso con su pie repetidas veces, en cinco años lo había visto tan ansioso—. Vas a terminar con ella.
—No... No lo haré.
—Camila vas a dejar a esa niña en paz.
—No, no voy a dejarla...
—¡REACCIONA, TIENES CASI VEINTE AÑOS!
—No me interesa...
—¡Por dios ni siquiera cuando terminó tu relación con Austin te habías puesto así! —Roger me miró sorprendido, como si una idea hubiese cruzado por su cabeza. Mordí mi labio inferior con nerviosismo y desvié la mirada. Sentí mis ojos aguarse, tenía miedo de lo que fuera a decirme—. Oh no... Tú... Tú te la cogiste.
—¿Qué?
—Te cogiste a la niña. Esto lleva mucho tiempo, ¿verdad?, te cogiste a una menor de edad y por eso vienes a pedir mi ayuda, porque estás asustada. Dios mío Camila, ¿¡qué mierda hiciste!? —Mis lágrimas empezaron a caer. Era verdad. Estaba desesperada. Si algo llegara a salir a la luz todo sería un jodido caos—. Lo siento Mila... Vas a terminar sea lo que sea que tengas con ella.
—No... —Sollocé.
—Tienes un contrato que cumplir, y si te digo que vas a terminar con ella, vas a hacerlo. Camila es por tu bien, entiéndelo, mierda.
—Entonces voy a romper ese estupido contrato...
—¿¡Sabes cuantos miles de dolares te costará eso!?
—¡NO ME IMPORTA!, ¡NO VOY A DEJARLA!
—¡Camila intento ayudarte!
—¡Entonces hazlo!
—¿¡Cómo!?, ¿¡ENCUBRIENDO QUE TE FOLLAS A UNA MENOR!?
Me callé.
No podía protestar contra eso.
Estaba jodida.No podía pedirle que me encubriera. Él también podría ir a la cárcel por eso. No podía perjudicar a personas ajenas a todo lo que yo misma había creado.
—Sólo quiero que me ayudes con Austin... —Dije con timidez.
—¿De qué hablas?
—Él me ha chantajeado dos veces... Tenía fotos de mi y... Ella.
—¿¡Pero como puedes ser tan idiota!?
—¡TIENE PERSONAS SIGUIÉNDOME Y AFUERA DE MI PUTO DEPARTAMENTO! —Ambos nos quedamos en silencio—. Sólo te pido que, no lo sé... Los ubiques, y hagas como que los descubren o... Que llamen a la policia o que me des un guardaespaldas personal, ¡no lo sé, algo! —Roger me miró por un momento y luego negó.
—No lo sé...
—Porfavor...
—Esto es muy arriesgado Mila, que continúes con esto es muy peligroso. Yo tengo una hija, ni siquiera sé porqué te ayudaría.
—Roger. —Sus órbitas oscuras se encontraron con las mías, prestando total atención—. Tu trabajo, depende de MI trabajo, asique si mi puta carrera se hunde. Tú también te vas a hundir.
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Privilegios Ilegales
FanfictionUna relación bajo el ojo público siendo un artísta internacional nunca es fácil, menos con un contrato. Menos cuando es una relación homosexual. Menos cuando es con tu propio fan. Menos cuando es con una menor de edad. Y mucho menos cuando se ocu...