Capitulo 19: sorpresa tras sorpresa

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Me desperté en los brazos de Manu y lo desperté con unos besos en la boca.
—hola—le dije cuando ya se despertó.
—hola. —me dijo con una voz ronca.
—oye amor es fin de semana ¿y si vamos a visitar a mis papás y familia en los Ángeles?—le pregunte. No había visto a mi familia desde el día que les dije que estaba embarazada.
—si pero desayunamos con mis abuelos. —me dijo.
—si esta bien. Me ayudas —le dije a Manu estrechando mis brazos. Tenía que ir a hacer del baño urgente. Me levanto Manu y me dio un beso en los labios. —gracias —le dije y entre al baño. Hice lo que tenía que hacer. Salí y fui a hacia la cocina. Abrace a Manu por la espalda y le jale el resorte de sus bóxers.
—oye —se quejo. —dolió.
—extrañaba hacerlo al igual que esto —le dije dándole una nalgada.
—¿a sí?—dijo provocativo. —yo extraño hacer esto —me dijo y me abrazo por la cintura y bajo sus manos hasta mis pomas y me empezó a besar el cuello.
—Manu. —le dije y se me soltó un gemido.
—¿mmmh?—me seguia besando. Agarre su cabeza y lo empece a besar. Le mordí el labio inferior y soltó un gemido. Acabo de descubrir su debilidad. —aria. —dijo cuando lo deje de besar.
—¿quieres que siga?—lo provoque.
—si y no. —me acerco más a él y sentí su ereccion.   —no lo quiero hacer ahorita por qué no quiero lastimar a mis pequeños. —me explico.
—bueno pero después no te quejes de que te deje con las ganas. —le dije y empece a preparar mi té.
Mientras la bolsita del té se estaba remojando me metí a bañar. Me cambie y me puse cosas cómodas para el viaje. Fui a la cocina y empece a tomar mi té.
—aria —me llamo Manu.
—¿qué pasó?—le dije entrando con mi tasa de té a la habitación.
—toalla. —me dijo acomodando su cabeza por la puerta del baño. Deje mi tasa en mi mesita de noche. Agarre una toalla y se la lance en la cara, por qué sé que es capas de jalarme adentro del baño y querer hacerlo.
—oye. —me dijo levantando la toalla y se la puso al rededor de su cadera. Mientras yo empezaba a hacer la maleta para los Ángeles. Empecé a guardar la ropa que agarre de mi armario y Manu me abrazo por atrás. Sabía que él solo traía una toalla al rededor de su cadera.
—¿eu?—le respondí un poco después.
—me quede con las ganas. —me dijo y yo reí.
—ni te quejes Manu te lo dije que no te quejes, así que tendrás que esperar hasta que yo quiera. —le dije.
—solo un poco. —me dijo haciendo puchero.
—tú me dijiste que no querías lastimar a tus pequeños y yo te dije que ni te quejes si te quedaste con las ganas. —cerré la maleta y la baje de la cama. Camine hacia el baño y agarre lo que me hacía falta.
—lo haré con cuidado. —me dijo Manu. Dios él me dijo no quiero lastimar a mis pequeños así que se chinga.
—no. —le respondí.
—vamos.
—Manu puedes dejar de insistir no lo voy a hacer. Si no hubieras dicho no lo quiero hacer ahorita por qué no quiero lastimar a mis pequeños a lo mejor lo hubiéramos hecho. —le dije pero ni de locos lo haría embarazada. Solo estoy diciendo para molestarlo. Agarre mi mochila de viaje y puse ahí mi laptop, mi iPad, cables, mis audífonos y un libro. Fui hacia mi armario para agarrar mis tenis y ponérmelos pero ya casi no me puedo agachar. Cuando ya pude agarrar los fui hacia la cama pero no me los podía poner por qué no lo puedo alcanzar a agacharme.
—¿te ayudo?—me pregunto Manu.
—si por favor. —le dije y él me puso los zapatos. —gracias —le dije cuando termino.
—de que amor. —me dijo y me dio un beso en la frente.
Me levante de la cama y fui hacia la cocina por un jugo.
—¿Manu ya terminaste de hacer tu maleta?—le pregunte desde la cocina.
—si ya termine. —dijo y entro a la cocina. Me abrazo por atrás y puso sus manos en mi vientre.
—pues ya vamos nos—le dije soltándome de su agarre. Me puse mi mochila de viaje y agarre mi maleta, parete el botón del elevador para que subiera.
Cuando llegó el elevador entre y también Manu se subió con cara de pocos amigos. Se molesto conmigo. Dios parece una mujer en su periodo. Lo bueno de estar embarazada es que no tienes tus días por nueve meses y eso es genial. El elevador llego a la planta baja y camine directamente hacia el estacionamiento.
—¿qué camioneta vamos a llevar?—le pregunte a Manu.
—la mía —dijo algo molesto. Como me choca que se ponga así. Abrió la cajuela y yo tuve que meter mi maleta ya que mi querido novio está enojado. Mi celular empezó a sonar y conteste sin ver quién era.
—¿bueno?—dije cuando conteste.
—hola mi amor. —es mi abuela Wallter.
—hola abuela ¿cómo has estado?—le conteste en alemán.
—bien gracias a dios hija ¿y tú cómo has estado en tu embarazo?
—muy bien abuela. Resultó que son gemelos, una niña y un niño. —le respondí.
—hay que padre mi hija ¿ya saben fecha para cuando van a nacer?—dios se me hace que mi abuela solo quiere preguntarme cuando voy a Inglaterra. Manu encendió el coche y empezó a manejar.
—entre el 20 y 30 abril. —le respondí.
—en un meses. Qué bueno Aria. ¿Y sabes cuándo podrán venir a Londres a visitarme?—me pregunto. Sabía que me llamaba solo para eso.
—yo creo que en en unos tres meses abuela por qué ahora no me dejan subir a un avión y no quiero salir con mis bebes unos días después de que hallan nacido. —le respondí.
—es que tu tío y su esposa y tu primo Gared van a venir la próxima semana. —me dijo decepcionada.
—abuela por qué no viene a visitar ustedes a San Diego. Se pueden quedar en las habitaciones de visitas y así podremos vernos ¿qué te parece?—le propuse. Manu se estacionó enfrente de la casa de sus abuelos. —amor me ayudas a bajarme por favor. —le dije pero él ni me hico caso. —ya lo siento abuela no te pude escuchar por qué le pedí a Manu que me ayudara a bajarme de la camioneta pero ni me hico caso. —le dije tratando de no decir groserías por qué me estoy empezando a enojar con Manu.
—si no hay problema aria. Si iremos a San Diego para visitarte a ti y a Peter y también a tu querida hermana. —me dijo. Desde que nació mi pequeña hermana Ana es la favorita de mi abuela y siempre a sido mejor ejemplo ella que yo por qué según mi abuela ella si se comporta como una niña decente. Pero no me quejo ya que nunca me llevado bien con mi hermana y nunca me gustaría ser como mi hermana lo es. Abrí la puerta de la camioneta y me baje con dificultad, en ese momento salió Mic de la casa de mis papás y me ayudó. —gracias Mic. —le dije.
—de nada ¿y dónde está Manu para ayudarte?—me dijo viendo por todos lados.
—no se. —le respondo molesta al recordar que Manu ni me hico caso cuñado se lo pedí y solo se fue caminando hacia la puerta.
—bueno me tengo que ir aria luego nos vemos —se despidió y se subió a su camioneta y salió a toda velocidad.
—bueno abuela tengo que colgar. Te quiero. Me avisas cuando van a venir por favor. —le dije.
—si aria lo haré y cuídate y a mis pequeños bisnietos. —me dijo y colgué.
*fin de la llamada*
Guarde mi celular en mi bolsillo y cerré la puerta enojada.
—oye no cierres así la puerta —me dijo Manu, pero lo ignore y solo camine hacia la casa de sus abuelos. Al parecer no están ya que su coche no está y no nos abren la puerta. —acabo de hablar con mi abuela y me dijo que están en el supermercado comprando unas cosas. —me dijo. —entonces vamos a un restaurante a desayunar algo. —me propuso.
—no tengo hambre —le dije subiéndome a la camioneta.
—pero tienes que comer algo. —me respondió.
—Manu que no tengo hambre—le dije molesta. Primero está súper molesto, luego actúa como si nada hubiera pasado y luego se preocupa. —ya solo vamos a los Ángeles Manu aya comemos algo. —le dije sacando mi celular. Quise agarrar mi mochila de viajes pero está en el asiento trazero.
—¿te ayudo?—me pregunto Manu.
—no yo puedo. —le dije y pude alcanzar a agarrar mi mochila. Saque los audífonos y mi laptop.
—¿estás bien aria?—me pregunto Manu preocupado.
—si estoy perfectamente bien. —me puse los audífonos los conecte a la laptop. Puse música y empecé a ver las fotos que había en la laptop. Dios hay todavía fotos con Lucas. Borre todas las fotos donde sale Lucas y me encontré una foto en la que salgo con mi abuelo sentada en sus piernas. Sentí como una lagrima empezó a caer y la limpie rápido antes de que Manu me vea. Manu empezó a buscar mi mano pero no se la di.
—aria por favor. —lo escuché decir, pero hice así como si no lo hubiera escuchado.

Desde ese día [sin corregir]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora