Mi alarma sonó y son las seis de la mañana. Hoy nos iremos a Miami ya que pronto será la inauguración del hotel. Me giro y presionó ligeramente mis labios sobre los de Manu.
—buenos días dormilón. —lo saludo cuando ya se empieza a mover más junto a mí.
—buenos días cariño. —me regresa el saludo mientras él me acerca más a él.
—saldré a a correr. —le dije mientras me levantaba de la cama.
—si esta bien. —me respondió. Me fui a cambiar para después solo ir por los perros y salir a correr.
****
Regrese y lo primero que hice fue irme a bañar. Cuando salí fui al vestidor y me puse unos shorts blancos ya que no es tiempo de mi etapa roja, una camisa gris con rayas blancas delgadas y unos tacones de plataforma grises igual que la playera. Me puse un poco de maquillaje y baje a preparar el desayuno. Mientras preparaba el desayuno escuche unos pequeños pasos a mis espaldas.
—buenos días mami. —me saludo Matías.
—buenos días mi amor. —le regresó el saludo y le plantó un beso en la frente. Él se fue a la sala y poco después escucho como el televisor se prende. Termino de preparar el desayuno y preparo la mesa para poder desayunar. Tengo que ir a despertar a los demás. Primero le mande mensaje a Bruno y a Nicholas para que me ayuden a bajar a Jacob para después despertar a los demás. Subí hasta su habitación ya que está hasta él último piso. Lo único bueno es que es la primera en ese piso luego sigue la de Tessa y hasta el final del corredor está la mía y los demás están un piso más abajo. Entre a su habitación y él sigue durmiendo. Se ve tan tierno cuando duerme. Me acerqué a su cama y empecé a acariciar su cabello. —buenos días cariño. —le digo.
—buenos días mama. —me dice mientras abre lentamente sus ojos verdes como los de Manu.
—¿te ayudo en algo?—le preguntó mientras me levanto para abrir su gran ventanal.
—solo ayúdame a cambiarme por favor. —me pidió de una forma que desde hace mucho no me la pide.
—¿estás bien cariño?—le pregunte por qué él no te responde por de una forma amable desde hace unos tres o cuatro años y lo dijo todo sin enojo en su cara por qué está sonriendo.
—si perfectamente bien mamá. —me respondió con una sonrisa gigante. Le ayude a cambiarse para que después Nicholas y Bruno lo bajaran. Y ellos me vieron con el ceño fruncido por qué Jacob estaba siendo muy amables con ellos. Algo no está bien con él, aunque por un lado estoy muy feliz verlo así y por otro lo veo muy raro por cómo está actuando esta mañana. Fui a la habitación de Tessa y entre con cuidado.
—buenos días. —digo mientras abro las cortinas. Ella solo se levanta de su cama y va al baño. Cuando voy saliendo mi celular suena y Filip.
—buenos días señora Wallter. —me saluda cuando contesto.
—hola Filip buenos días ¿dime que pasó?—le respondí mientras caminaba al cuarto de Chris y Ali.
—este su abuela Elizabeth me acaba de llamar y me dijo que le dijo a los medios que usted y su familia asistirán a una cena de caridad y que vendrá con su tío, su padre, su primo y ...—no quería decir él nombre de la otra persona al parecer.
—espérame un momento Filip. —le dije y entre a la habitación de Chris y Ali. —despiértense mis dormilones. —dije mientras abría sus cortinas.
—ah mama cierra eso. —se quejó Chris por la luz.
—si no bajas en menos de quince minutos para el desayuno te juro que te voy a castigar a ti y a Ali aunque no tenga la culpa ella. —le dije para que bajara aunque en realidad no castigaría a Alice por algo que no hico. —ya Filip lo siento pero tengo que estar despertando a los niños. —le dije a Filip.
—si no se preocupe señora Wallter. —me respondió.
—¿quién es la otra persona?—le pregunte.
—Robert Harrison. —me dijo.
—no es el Robert Harrison que pienso en este instante ¿verdad?—le respondo.
—si es el señora Wallter. —me responde.
—¿cuándo será la cena?—le preguntó.
—este miércoles a las espere—me dice y escucho como teclea algo en la computadora —es el miércoles a las siete de la tarde en uno de esos hoteles carísimos que le gusta ir a su abuela. —me dijo.
—okay veré si podré asistir. —dije y colgué.
*fin de la llamada*
Lo que me falta una cena de caridad y con él imbecil de Robert Harrison presente. Baje molesta y ya todos están sentados en la mesa comiendo. Me senté y le hice un sándwich de huevo a Matías. Él se lo comió y yo solo me puse un poco de huevo en mi plato y unas frutas.
—Chris comete tus frutas. —le dije al ver que no sea a comido sus frutas y puedo ver cómo el ya quiere tomar el chocolate.
—pero Ali se quiere comer mis frutas. —me dice con una sonrisa.
—no tú te las comerás quieras o no. —le dije y aleje el chocolate de él.
—mama los del instituto Stevenson me cavaban de enviar un email diciéndome que tienes hacer el primer pago para que podamos ingresar a la escuela. —me dice Jacob.
—si mándale mensaje a Filip y dile de una forma educada que yo te pedí que él haga los pagos necesarios para que tú y Tessa puedan ingresar al instituto Stevenson. —le respondí.
—si mama. —me respondió y empezó a tracalerar con una mano.
—ah Jacob mañana iremos con un doctor que me recomendó mi tío así que te tendrás que levantar temprano por qué iremos a que te hagan un chequeo y te quiten tus yesos. —le comente.
—¿cómo que ingresar al instituto Stevenson?—pregunto Manu.
—Tessa y Jacob fueron aceptados en el instituto Stevenson que es un internado y es de los mejores mundialmente y es muy difícil entrar al internado—hago pausa—ah Tessa ¿aceptaras la beca que te están ofreciendo para saber?—le pregunte a Tessa.
—no prefiero no aceptar para tener aya una buena reputación. —me respondió sin desviar la mirada de su celular.
*****
Terminamos de desayunar y solo recogimos la mesa y dejamos todo en su lugar. Ahora ya solo tenemos que bajar las maletas y subirlas al sprinter que nos presto mi tío para llevarnos al aeropuerto de la cuidad de México.
—¿ya tienen todo?—pregunte.
—no lo sé. —responde Tessa mientras revisa su bolso.
—entonces suban a sus habitaciones a asegurarse que no dejen nada. —dije mientras caminaba a la puerta principal con Matías durmiendo entre mis brazos. Salí y hay un mercedes benz sprinter negro realmente muy espacioso. El chofer de mi tío me abrió la puerta y si realmente es grande. Vamos a caber todos sin problema. Me llevaré mejor a Matías entre mis brazos y así podremos poner unas cosas en uno de los asientos. Por dentro es muy lujoso, los asientos son de piel de un color café y tienen mesitas plegables y un televisor en medio del pasillo.
—¿mama donde me sentaré?—me pregunto Jacob con sus audífonos Beats inalámbricos y detrás de él están Bruno y Nicholas.
—enfrente con el chofer ahí irás más cómodo o si quieres puedes sentarte en uno de los asientos de atrás. —le respondí.
—me quiero ir atrás por qué no quiero que las chicas que van en los coches se desmayen al ver como un dios griego duerme. —dijo y yo solo rodé los ojos. Bruno y Nicholas lo ayudaron a sentarse en la segunda fila de asientos y yo me senté en la primera fila de asientos.
—Manu le puedes decir a los niños que se apuren por favor. —le pedí a Manu mientras ponía su maletín arriba de mi.
—si ya voy ¿algo más para ti o Matías?—me respondió bajando la mirada hacia mí.
—si puedes revisar si Matías no dejó nada en su habitación por qué sino estará llorando todo el tiempo si se acuerda de que olvido algo acá. —le respondí y el asintió para después dirigirse a la casa. —¿crees poder para en una tienda o algo así?—le pregunte al chofer que está parado junto a la puerta trasera.
—si con gusto señora. —me respondió. Vi cómo Christian y Alice venían corriendo con sus peluches en las manos.
—mama casi olvidamos a pachi y a pochi. —me dice Chris subiéndose con la ayuda del chofer.
—pero ya los recatamos. —agregó Ali. Los perros salieron disparados de la casa y se subieron al Sprinter. Zoe se sentó atrás entre las cosas de Max, Zack se sentó entre Chris y Ali y grey se fue con Jacob.
—que bueno. —dije y ellos se me acercaron para darme un abrazo. Desde que regresaron de la casa de mi tío han estado muy muy cariñosos con todos hasta Tessa y Jacob están siendo amables y cariñosos conmigo y con los demás. No sé qué les haya dicho mi tío o conociendo a mi tía Olga para que fueran tan cariñosos y amables otra ves. Tessa y Max ya venían para acá y wow venían riendo.
—¿oigan niños que bicho les pico?—les pregunte cuando todos excepto Manu se subieron ya que él está cerrando la puerta de la casa.
—ninguno mami solo que...—Alice no pudo terminar por qué Max la interrumpió.
—no nos pico nada sol estamos siendo nosotros mismos. —dijo y yo lo vi con cara de "si aja lo que digas".
—ya nos podemos ir. —dijo Manu mientras venía para acá. El chofer cerro detrás de Manu la puerta del sprinter y se subió al asiento conductor.
—niños quiero que uno de ustedes me mande por mensaje que quieren de la tienda para que ahora que el chofer se pare baje a comprarlo con su papá. —les pedí y ellos empezaron a hablar para poco después sentir como mi celular vibra y rayos lo tengo en el bolsillo trasero. —este Manu. —lo llamo ya que no a despegado la vista de su celular desde que arrancamos.
—¿qué paso?—me respondió distraído.
—mi celular está en mi bolsillo trasero y no lo puedo sacar ¿lo puedes sacar por favor?—le respondí.
—si con gusto. —dijo con cara de pervertido. Me levante ligeramente. Manu saco mi celular y después sentí como me dio una ligera nalgada.
—Manuel. —le dije viéndolo a los ojos con mis mejillas ardiendo.
—extrañaba hacerlo. —me dijo y se encogió de hombros.
—sabes que extrañaba. —le dije y con mi mano que acabo de liberar de mi agarre para que Matías no se callera la puse en su pierna en una altura peligrosa y empecé a masajear su pierna y noté como él se tensó ante mi tacto.
—creo que será mejor mover esto para otro día. —me dijo y noté como un bulto se formó en su pantalón y yo me empecé a reír. —no te rías. —me dice molesto y vuelve la vista a su celular. Matías se empezó a mover entre mis brazos y por suerte solo cambio de posición.
—no te preocupes que los niños se dormirán muy temprano ya que vendrán casados y en esa casa enserio no se escucha nada y da igual que tan fuerte estés gritando cuando tengas la puerta cerrada no se escucha absolutamente nada afuera. —le susurré a Manu al oído.
—que bueno mejor para nosotros. —dijo de una forma picara para después besarme lentamente y al final le mordí ligeramente su labio inferior. —no puedo esperar a que se duerman. —me dijo al oído y yo me tense por qué hasta sentí su aliento. Después pasó su brazo por mis hombros y me acerco más a él. El chofer paro en un tienda y nos abrió la puerta y en ese momento Matías se despertó.
—¿ya llegamos?—me pregunto mientras se frota los ojos. Lo acomodo entre mis brazos para que este más cómodo.
—no amor todavía, todavía falta mucho. —le respondí. Manu y yo nos bajamos de la camioneta. Matías venía con nosotros. Saque mi celular y fui al mensaje que me mando Tessa "Max: un agua con gas, un agua natural y unas papas doritos de las que sea menos de las que pican; Chris: unas gomitas ácidas, un jugo de uva y chocolate; Ali: un agua natural, unas gomitas panda, unas pringles y una leche de chocolate; Jacob: un refresco, unas donas de esas blancas, unas galletas, unas pringles de cebolla y crema; Tessa: un Arizona, chocolate, un agua natural, papas y unas gomitas."
—wow sí que quieren sobre vivir el viaje sin problemas. —dijo Manu al leer el mensaje.
—Mati ve a escoger lo que quieres y no más de tres cosas y si hay algo que no alcanzas llámame o a tu papá. —le dije a Matías. —de hacho están pidiendo poco. —le dije a Manu.
—¿eso es poco?—me pregunto abriendo sus ojos más de lo normal. Tome una canasta y empecé a tomar las cosas que me están pidiendo.
—si es poco Manu y puedo estar feliz de que ellos hacen tanto deporte y se alimentan bien por qué sino no se podrían subir ni al sprinter. —le respondí divertida. Fui a la parte de refrescos y tome las bebidas que ellos quieren.
—oiga señora ¿es este su hijo?—me pregunto el guardia de la puerta con Matías de la mano.
—si ¿por qué?—le respondí.
—ya se iba su hijo con esto por la puerta sin antes pagar. —me dijo.
—hay lo siento. —dije tomando a Matías. —gracias. —le agradecí por traerme a Matías.
—Matías cariño tú sabes que tienes que pagar antes para poder salir con lo que quieres comprar. —le dije tomando sus cosas y las puse en la canasta.
—lo siento mami. —me dijo y me plantó un beso en la mejilla.
—está bien cariño solo cuando vas a comprar algo lo tienes que pagar antes. —le acepte su disculpa.
—¿ya?—me pregunto Manu viniendo para acá.
—si. —le respondí. El tomo la canasta y nos fuimos a la caja.
—¿van a hacer una fiesta?—nos preguntó la señora de la caja.
—no todo es para nuestros hijos. —le respondí.
—¿cuántos son?—me pregunto.
—seis. —le respondí con una sonrisa y ella abrió sus ojos más de lo que ya los tenía abiertos.
—mami ya me quiero subir con los demás. —me dijo Matías.
—¿quieres que lo suba al sprinter?—me pregunto Manu tomando a Matías entre sus brazos.
—si por favor amor. —le respondí. El me dio un beso en la mejilla y fue a dejar a Matías a la camioneta. La señora siguió a Manu con la mirada y cuando vio que se subió al sprinter y que está repleto de niños me empezó a ver raro.
—sí que tiene una familia grande. —comentó. Mi celular empezó a sonar y es Filip.
—Aria necesito que lleguen lo más pronto posible a Miami los medios se enteraron que vendrás y que Manu está vivo así que están locos los medios. —me dijo cuando respondí su llamada.
—Filip tranquilo ya vamos en camino solo hicimos una pequeña parada pero en menos de cinco minutos estaremos de vuelta camino al aeropuerto. —le respondí en inglés.
—está bien bueno la veo mañana. —me dijo y colgó.
*fin de la llamada*
Sentí como unos brazos me rodearon y el perfume de Manu invadió mis fosas nasales.
—serían 959. 50. —me dijo la de la caja.
—yo pago amor. —me dijo Manu y yo asentí, tome unas bolsas y lo espere. Pago y regresamos al sprinter.
*****
Al aterrizar en Miami era plena noche. Los niños se subieron a dormir sin antes decir algo. Yo solo saque a los perros para que hicieran del baño y se fueran después a dormir. Regrese y los perros directo se subieron a alguna habitación. Yo me fui a mi habitación y Manu estaba viendo televisión. Me tumbe junto a él.
—¿quieres terminar lo que empezamos?—me pregunto pícaro.
—si pe..—ya no pude terminar mi oración por qué el literalmente estampo sus labios contra los míos para besarme con pasión. Fue bajando hasta llegar a mi cuello. Mierda se sentía tan exitante. Le empecé a desabrochar su camisa para después pasar mi mano por su abdomen bien marcado. El me quito mi camisa y los short. De repente mi celular empieza a sonar. Manu me mira con el ceño fruncido. Miro la pantalla y es un número desconocido. Tomó su camisa y me levanto de la cama. —ahorita vengo voy a contestar. —le dije saliendo al balcón de la habitación.
—Ríos Wallter —digo al contestar.
—hola Aria. —me saluda la voz ronca que no espere oír hasta el miércoles.
—¿qué quieres Robert?—le preguntó molesta.
—solo quiero hablar contigo ¿crees que nos podamos ver mañana en mi hotel para hablar y comer algo?—me respondió.
—no lo creo tengo trabajo y otras cosas que hacer. —le respondí sería y escucho a mis espaldas como Matías está llorando. Él vine corriendo hacia mi. —¿qué paso cariño?—le preguntó tomándolo entre mis brazos y quito las lágrimas de sus mejillas.
—tuve una pesadilla otra ves. —me dijo mientras pone su rostro entre mi hombro y mi cuello.
—ya tranquilo ya estás conmigo. —le digo mientras acaricio su cabello. —ya lo siento Robert ¿en qué nos quedamos?—le dije a Robert que está por teléfono conmigo.
—en que no sabías si podías verme mañana por qué tienes trabajo y otras cosas que hacer. —me respondió.
—ah si como te decía lo más probable es que no te pueda ver y dudo poder ir a la cena de caridad que organizó Elizabeth Wallter pero gracias por la invitación, pero si puedo te podría ver a las siete para cenar si me da tiempo. —dije poniéndome sería y siendo lo más amable que puedo ser y más ahora ya que Matías está conmigo.
—si esta, adiós. —se despidió y colgó.
*fin de la llamada.*
Entre y Matías todavía seguía llorando en mis brazos. Deje mi celular en la mesita de noche y empecé a arrullarlo por toda la habitación. Tengo tanto sueño que no e dejado de bostezar. Matías todavía no sé a dormido y tengo tanto sueño.
—Aria ya vete a dormir yo dormiré a Matías. —me dice Manu tomando a Matías entre sus brazos.
—gracias. —le agradezco y le plantó un beso en los labios. Me voy a la cama y en menos de cinco minutos me dormí.
*****
Me desperté por la alarma de mi celular. Apago la alarma y me giro para ver a Matías casi sobre Manu. Se ven tan tiernos juntos. Saco de mi maleta mis cosas para ir a correr y bajó con mi celular y audífonos en la mano. Voy por los perros y salimos hasta que William me para al querer salir.
—lo siento Aria no puedes salir los medios están a una cuadras y están esperando a que salgas para responder sus preguntas. —me informó.
—bueno pues me iré al lado donde ellos no están. —le respondí.
—nos tienen rodeados. —me comentó. —si quiere la llevo al gimnasio que iba—me dijo.
—no gracias William mejor saldré en la noche al gimnasio pero ¿puedes sacar los perros?—le respondí.
—si Aria. —me dijo y los tomo. Volví a la casa y me subí a la habitación para ya alistarme. Me bañe rápido. Salí y fui a mi maleta que está en el vestidor, me puse una camisa azul con rayas blancas, unos pantalones blancos de vestir y unos tacones azules de aguja. Baje y fui por mi bolso azul marino. Ya me iba a ir cuando me acorde que tengo que llevar unos documentos y otros papeles al hotel. Subí corriendo y fui a mi maletín de ahí saque lo que necesitaba y cuando iba a salir de la habitación choque contra un pecho muy duro y caí de trasero. Mierda sí dolió.
—¿estás bien amor?—me pregunto Manu mientras me ayudaba a levantarme. —lo siento. —se disculpa.
—si estoy bien no te preocupes. —le digo mientras recojo los papeles que siguen en el suelo.
—¿ya te vas?—me pregunto.
—si ya me tengo que ir y de hecho ya voy tarde te veo al rato. —le respondo y le doy un beso rápido.
—¿me dejarás solo con los niños?—me pregunto cuando ya iba a bajar las escaleras.
—no en un rato debería llegar su nana y regresaré al rededor de las tres o cuatro por Jacob para llevarlo al doctor así que le puedes decir por favor que esté listo para esa hora. —le respondo y bajo las escaleras. Voy a la cocina donde deje todas las cosas y camino por el pasillo que me lleva al garaje donde mi chofer ya me está esperando. Me subo a la camioneta Cadillac escalde blanca y él arranca.
—el joven Fernando y los demás ya se adelantaron para poder abrirle paso en el hotel. —me comentó.
—si esta bien gracias. —le agradesco por informarme.
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Desde ese día [sin corregir]
Teen Fiction-wow cuanta tensión-susurro Mic y yo me reí. -tío Mic. -dijo Jacob poniéndose de pie y fue a saludarlo al igual que Tessa y Max. -¿dónde estabas?-me pregunto Manu mientras se paraba del sillón. -en mi despacho charlando con Mic. -le respondí. -e...