Capitulo 40: Ya estoy donde y con quién quiero estar el resto de mi vida

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Me desperté por qué sentí una ligera presión en mi mejilla y se fue hasta llegar a mi boca. Abrí ligeramente los ojos y vi que es Manu.
—buenos días hermosa. —me dijo entre besos.
—buenos días amor. —le regrese el saludo para después seguirlo besando. —¿cómo dormiste?—le pregunte mientras acariciaba su mejilla.
—muy bien ¿y tú?—me respondió sonriendo.
—bien. —le respondí. —¿qué hora es?—le pregunte.
—son las siete de la mañana. —me respondió.
—todavía podía dormir media hora. —me queje.
—pero ahora estás pasando tiempo con tu guapo esposo. —me dijo y la última palabra la dijo lentamente. Cuando la empezó a pronunciar sentí las malditas mariposas en mi estomago. Manu me rodeó con sus brazos y me acerco más a él y yo recargue mi cabeza en su pecho desnudo. —¿qué tienes que hacer hoy?—me pregunto.
—iré al hotel y ir a lo mejor a la cena de caridad que me está obligando a ir mi abuela Elizabeth ya que le dijo a los medios que asistiría pero dudo asistir ya que hoy hay un buen de trabajo. —le respondí.
—¿sigue insistiendo de que eres de la familia?—me pregunto.
—si y luego me llama por teléfono para decirme lo mal que se siente por tu muerte y eso lo hacía cada dos semanas hasta que deje de contestar sus llamadas y todo lo tenía que ver con ella y con la familia Wallter. —le respondí.
—nunca pensé que dejarías tu familia por mi. —me dijo sorprendido.
—ellos realmente nos valían la pena solo se interesaban en su reputación y su dinero realmente a mí no me gustaba ser parte de la familia Wallter. —le respondí. —pero lo dejé para algo que valía la pena. —agregué refiriéndome a Manu y a los niños. —realmente valió la pena ya no ser parte de ellos por qué de por sí no encajaba en esa familia y ahora que tengo la empresa de mi abuelo y la hice más grande y tengo la tuya y también la hice más grande quieren hacer muchas cosas conmigo. —le dije.
—¿por qué te quedaste con mi empresa y no mi hermano José?—me pregunto.
—él no la quiso tener y entonces la recibí yo. —le respondí. —bueno iré a bañarme. —dije y me levante de la cama.
—¿quieres que te acompañe?—me pregunto Manu moviendo sus cejas de arriba a abajo.
—no estoy bien Manu. —le respondí y entre al baño. Me bañe mientras cantaba mis canciones favoritas. Salí de la ducha y me fui a cambiar. Escogí una camisa de color amarillo claro pálido, una falda de tubo de un azul marino pálido, un saco blanco y unos tacones beige. Me maquille ya que tengo unas ojeras horribles.

Baje a la cocina y me hice un café. Mientras estaba desayunando Manu bajo ya listo. Se puso una una playera polo azul Marina, unos pantalones chinos beige y unos tenis blancos. Se veía jodidamente guapo vestido de esa forma. Yo estaba para comiendo mientras parada en la mesa alta que estaba en la cocina.
—su desayuno se ve muy rico señora Ríos. —me dijo mientras se acercaba. Cuando Manu pronunció las palabras señora Ríos juro que sentí como los malditos latidos de mi corazón se aceleraron.
—está muy bueno señor Ríos. —le dije volteando con una sonrisa.
—¿puedo probar de su desayuno señora Ríos?—me pregunto mientras me abraza por la espalda.
—no por qué tengo mucha hambre.—le respondí mientras me metía otro bocado en mi boca.
—de hacho no era pregunta. —dice metiendo de un bocado en la boca.
—oye mi desayuno. —me quejo con la boca llena.
—oye has mejorado mucho en la cocina. —me comenta Manu.
—si gracias a Kevin y Steven ellos realmente saben cocinar muy rico. —le respondí.
—yo sigo siendo igual de pésimo en la cocina. —me dijo y yo reí al recordar que una ves casi todo el departamento queda en llamas por qué él insistía en cocinar. Me empecé a reír a carcajadas imaginándome lo cocinando y que su cocina está empezando a estar en llamas y el está todo desesperado tratando de apagar las llamas. Siempre se ve tan tierno cuando está desesperado.
—si lo aprendimos el día que casi dejas todo el departamento en llamas y yo estuve en ese momento embarazada de Chris y Ali. —dije entre risas. —te veías muy tierno tratando que no me enterara. —agregué.
—no te rías no fue chistoso. —me dijo serio.
—ya lo siento cariño. —le digo tratando de tranquilizar mis risas.
—¿qué nunca has quemado casi una cocina?—me pregunto.
—no. —le respondí.
—bueno ya cambiemos de tema. —me dijo serio. —¿cuándo se quieren ir Tessa y Jacob a ese internado?—me pregunto.
—se quieren ir lo más pronto posible. —le respondí.
—¿por qué?—me pregunto.
—por qué ellos lo decidieron así y si ellos quieren entrar hasta el próximo año estoy de acuerdo o si ellos quieren entrar la próxima semana estoy de acuerdo. —le respondí por qué no le iba a decir que Jacob se quiere ir lo más pronto posible por Manu y con Tessa no sé por qué ella también insiste tanto en irse lo más pronto posible.
—¿por qué les permites tanto a los niños?—me pregunto serio.
—por qué para que les pongo tantos límites si ellos están descubriendo y explorando el mundo a mí no me gusta ponerles límites por qué yo viví así toda mi vida hasta que me mudé a mi propio departamento y viví sola solo por dos semanas. Yo entendí en ese tiempo que realmente no viví como yo me lo imaginaba sino vivía como mis papas querían que viviera ellos me decían que tenía que hacer con todos los detalles necesarios y lo tenía que hacer. Y no quiero que ellos vivían así quiero que conozcan el mundo sepan ellos sus propios límites y miedos. No quiero que vivían llenos de límites y barreras en sus vidas solo quiero que ellos sean felices y cuando hacen algo malo si los regaño pero quiero que ellos entiendan lo que hicieron mal para que no vuelva a pasar y no quiero cambiar mi forma de educarlos estos cinco años fueron realmente difíciles ya que Max no quería nada sólo se enfocaba en la escuela y en su vida social. Jacob se enfocaba más en su vida social pero también lo suficiente en la escuela. Tessa se enfoca más en su vida social que Jacob y Max pero es también de los mejores promedios de su generación con Jacob y ellos saben cuando enserio no tienen que hacer algo para no terminar en una miseria como a sus edades. Yo quiero lo mejor para ellos y realmente como los e educado los últimos cinco años me a funcionado y no cambiare mi forma de educarlos. Sé que con Christian soy un poco más estricta pero es por que él no entiende de otra formas que de la forma estricta. —le respondí.
—a no me gusta mucho que no les pongas sus límites por qué qué pasa si ellos llegan a la droga o empiezan a fumar o a tomar... —empezó a decir Manu.
—Manu ellos saben que hay límites y yo soy mi tolerante con lo que ellos hacen no soy y no seré como mis padres llenándoles su camino con barreras y si tienes algún problema con esto no puedes hacer nada por qué no tienes sus custodias así que en esto no interfieras si no estás de acuerdo. —lo interrumpí y me fui por mi bolso para ya irme.
—claro que pedo interferir por qué soy tu esposo y el padre o hermano mayor de ellos y tengo derecho interferir. —me contra dijo molesto.
—los únicos que pueden interferir son Mic y Steven en la educación de ellos y nadie más así es el acuerdo con el juzgado y si quieres seguir discutiendo ve al juzgado de nueva jersy a reclamarles, pero no creo que ganes. —le dije algo molesta pero a la ves tranquila. 
—así pues entonces veremos Aria por qué yo que tú no abriría tanto mi boca tú solo eres la madre adoptiva o madre biología de ellos pero nada más eso. —me dijo y cuando lo dijo sentí algo en mi romperse. —yo soy su hermano o padre biológico y volveré a ganar sus custodias por qué yo soy el que tiene los pantalones en esta relación. —agregó molesto y cuando dijo que él tiene los pantalones en esta relación sentí una rabia por qué no estuvo cinco jodidos años de sus vidas y ahora quiere tener otra ves sus custodias.
—sabes que ya no quiero discutir más Manu mejor me voy al trabajo que e hecho estos últimos cinco años. —le dije y salí por la puerta principal para después cerrar la con violencia. Me subí a la camioneta donde James ya me estaba esperando y solo me subí sin antes saludarlo o decir algo por qué estoy tan molesta que no quiero decirle nada que lo valla a ofender.
*****
Regrese a las seis exhausta y solo me cambie para después ir a la cena de caridad que esta organizando mi abuela Elizabeth. Y solo voy para no toparme con Manu por qué sigo molesta con él. Me puse un vestido negro pegado a mi cuerpo y unos tacones cafés de aguja. Retoque mi maquillaje y tome solo lo necesario de mi bolso para tomar uno negro más chico. Puse mi celular un poco de dinero y labial adentro baje y cuando ya iba a salir Matías viene corriendo hacia mi llorando.
—mami. —me llama entre sus llantos.
—¿qué paso cariño?—le preguntó mientras lo tomo entre mis brazos.
—no quiero que te vallas quiero que te quedes. —me dijo mientras hundía su pequeño rostro entre mi cuello y mi hombro.
—solo me iré máximo dos horas y regresare lo antes posible. —le dije mientras trataba de tranquilizarlo.
—pero no tardes más de dos horas por qué quiero que tú me duermas. —me dijo ya más tranquilo.
—si te lo prometo cariño. —le dije mientras lo abrazaba. Después le plante un beso en la frente y el medio uno en la mejilla. Lo deje otra ves en el suelo y escuche pasos acercarse a nosotros.
—Matías vamos a jugar. —le dijo Manu a Matías.
—no quiero jugar ahorita. —le respondió y se subió a su habitación. Yo me di la vuelta y salí de la casa dando un portazo. Me subí al coche donde James me estaba esperando y arranco.
*****
Al llegar al hotel donde mi abuela Elizabeth está organizando la cena estaba todo lleno de fotógrafos y reporteros de diferentes revistas.
—¡Aria!—me empezaron a llamar muchos reporteros. Estoy más que segura que me preguntaran sobre Manu y cómo puede ser que esta vivió o por qué no vino conmigo.
—Señora Wallter usted pasara en un momento con su abuela Elizabeth y su primo Gared a tomarse fotos. Y si no quiere hablar con los reporteros solo sigue nuestras indicaciones o se mete al salón donde será la cena. —me dijo una señora que está ayudando o dándoles indicaciones a los que van llegando.
—si esta bien. —le digo y camino a donde está mi abuela y mi primo Gared.
—Aria que bueno que pudiste venir querida. —me saludo feliz Elizabeth pero solo sonríe con una sonrisa forzada.
—si yo también. —le respondo sería.
—hola Aria. —me saluda mi primo con un corto abrazo.
—hola Gared. —le regresó el saludo. Con mi primo Gared me sigo llevando bien y es el único de la familia que visitó o el me visita de ves en cuando.
—¿cómo has estado?—me pregunto cuando ya rompimos el abrazo.
—bien solo algo estresada ¿y tú?—le respondo.
—muy bien. —me responde con una enorme sonrisa.

Desde ese día [sin corregir]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora