La noche anterior había sido la mejor, tanto para Shu como para Yuma, jamás habrían pensado que se sentiría tan bien hacer el amor con la persona que amas, porque sí, ellos se amaban. Y siempre lo habían hecho, desde que se conocieron, siendo totalmente distintos.
Cuando Shu abrió los ojos y miró a su alrededor Yuma ya no estaba, quizá era porque era bastante tarde, aunque para la rubia era la hora normal en la que se despertaba. Se reincorporó y se sentó en el borde de la cama, ni siquiera se molestó en buscar su ropa, sólo las bragas. Se puso una camisa de Yuma que alcanzaba a tapar lo que debía y salió de la habitación.
Caminó en busca de su novio, que pensó estaría en su huerto, maldijo para sus adentros no haberse puesto unos zapatos. Caminó hasta que estuvo detrás de él.
- ¿Pasó algo? - preguntó la rubia haciendo que Yuma se sobresaltase. Él estaba apoyado sobre sus rodillas mientras miraba sus cultivos con tristeza.
- Soy un idiota.- respondió el castaño, Shu frunció el ceño y se quedó callada unos segundos.
- ¿Por qué dices eso? - preguntó ella con voz suave, Yuma suspiró y cerró los ojos.
- Se supone que yo soy el que se ocupa de mis cultivos... Soy responsable por ello y mira.- dijo apuntando hacia sus cultivos, que estaban marchitos, Shu pensó que aquello no tenía mucha importancia, después de todo, podían volver a crecer - Soy un mal dueño, un irresponsable.
A la rubia le apenó el hecho de ver a Yuma con la expresión que tenía en el rostro, estaba cabizbajo y se podía ver que apretaba sus labios.
- No te preocupes, no eres un mal dueño y mucho menos un irresponsable.- dijo ella dándole palmaditas en la espalda a modo de apoyo - Estás cosas suceden, si los cuidas mejor no volverá a suceder.- dijo ella animándolo.
- Pero...- iba a replicar, pero Shu lo interrumpió.
- Además, aún hay otros cultivos que necesitan de tus cuidados, no puedes desanimarte por ello.- Yuma levantó la mirada y asintió.
- Tienes razón.- se puso de pie y se acercó a la rubia - Me esforzaré.
- Así se habla.- dijo ella dándole un codazo, el sonrió.
La miró de pies a cabeza, y pensó que jamás había visto a una chica tan sexy como ella, que fuese capaz de calentarlo con tan solo mirarla. Se mordió el labio, no entendía como hace unos segundos estaba tan apenado y ahora sentía que lo único que quería hacer era hacer suya a Shu, una y otra vez.
- Por cierto, te ves muy bien con mi camisa.- dijo él dándole otra mirada a las largas piernas de la rubia, ella sonrió lasciva.
- ¿Quieres hacerlo otra vez? - preguntó levantando las cejas, él se acercó y la tomó entre sus brazos, la rubia rodeó la cadera del castaño con sus piernas y se movió causando que sus intimidades rozasen.
- No debiste hacer eso.- dijo él poniendo sus manos en el trasero de la rubia, ella soltó un gemido al sentir como el apretaba su agarre - Ahora te ganaste un castigo.
- Quiero que me castigues todo el día.- respondió ella.
Y sin dudarlo, Yuma la llevó a la habitación, esa tarde no iba a haber descanso. Iban a darse todo el amor que no se habían podido dar durante los años que habían estados separados. Finalmente, el destino se había encargado de que ellos volviesen a estar juntos. Aunque...
Ya no era Edgar y Shu, ahora era...
Yuma y Shu.
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Creo que más tarde publicaré el capítulo que falta y el final :)
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Si los Sakamaki fuesen mujer [Book #1]
FanfictionHistoria en la que se narra la vida de los Sakamaki si fuesen chicas y sus romances con los Tsukinami y Mukami. |PROHIBIDAS COPIAS Y/O ADAPTACIONES|