Si los Sakamaki fuesen mujer [Book #1]

Capítulo 44 (Shin X Raito)

Shin había estado pensando en como decirle a Raito que estaba enamorado de ella pero sin provocar que ella comenzase a pensar cosas obscenas, por que últimamente, desde que todo se había arreglado entre ellos, ella se había comportado de una manera distinta a la que hacía antes, lo manoseaba por completo cuando lograban estar juntos, y no era que al Tsukinami le molestase aquello, sólo le avergonzaba, y no le gustaba que alguien lo viese de una manera tan débil, y menos ella. Cada vez que Shin recordaba aquello comenzaba a sentir un calor abrasador.

- Sólo déjate llevar.- le decía la pelirroja pasando su mano por el pecho del chico, él no sabía como habían llegado a eso, y estaba sonrojado a más no poder - Tú también puedes tocar.- dijo tomando la mano del fundador y poniéndola sobre uno de sus senos. Ella comenzó a bajar sus manos, estaba apunto de llegar a la entrepierna de Shin.

- Y-yo... - la chica comenzó a besar el cuello del Tsukinami - Ya basta.- dijo él deteniéndola.

Shin negó con la cabeza repetidas veces, no debía preguntarse que hubiese pasado si el no la hubiese detenido, la verdad es que lo que más le molestaba era que ella pensaba en tener sexo con él y ni siquiera eran novios o algo, podría parecer cursi para alguien como él, pero quería que la primera vez que estuviesen juntos fuese especial.

El chico de cabello salmón caminó hasta el salón de la Sakamaki, la buscó con la mirada y la encontró acosando a un chico, la ira no tardó en aparecer, Shin entró al salón sin previo aviso y detuvo lo que estaba haciendo la pelirroja.

- ¿Qué es lo que pasa ahora? - preguntó el en un tono de enojo, Raito soltó una risa y se lanzó a los brazos del Tsukinami.

- Sólo nos divertíamos un poco.- respondió mirando hacia el lugar donde había estado el chico segundos atrás.

- No debes hacer eso con cualquiera.- dijo Shin frunciendo el ceño, Raito ladeó la cabeza y lo miró atenta.

- Puedo hacer lo que quiera, además, tu no sientes nada por mí, por lo tanto no debería molestarte.- dijo fingiendo inocencia.

Shin apretó los puños aún más enojado.

- ¡Me gustas, maldita sea! - dijo elevando el tono de voz, Raito no pudo decir nada ya que sus labios fueron sellados con los labios de Shin.

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