Final

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Era el día en que se realizaría la cena donde todos los integrantes de los clanes Sakamaki, Mukami y Tsukinami, y quizá algunas personas más.

Reiji se encontraba en la cocina junto a Ruki cocinando, pues el Mukami se había ofrecido a llegar antes para poder ayudar a su novia. Era lo típico de ellos, encontrarse en la cocina preparando lo que sería la cena.

Ayato estaba sentada en el sofá, mirando como Carla leía un libro, esperando a que él le dirigiese la mirada, a que le dijera algo, pero nada. Había sido una casualidad que ellos estuviesen juntos desde tan temprano, pero el albino había pasado la noche con la pelirroja.

- Estoy aburrida.- dijo Ayato bufando, Carla la miró y soltó un suspiro.

- ¿Y qué quieres que haga? - preguntó el albino levantando una ceja, Ayato iba a hablar, pero Carla continuó hablando - No soy tu payaso.

Ayato abrió la boca pero enseguida la cerró, bajó la mirada y comenzó a jugar con sus dedos, no esperaba que Carla le hablase de esa manera, pues hace mucho no lo hacía.

- Pero haré algo para que no estés más aburrida.- dijo él, sabía que le había hablado de mala manera a la pelirroja, pero había sido algo inconsciente.

Por otra parte, los miembros de la familia Mukami estaban llegando a la casa, Kou iba con una sonrisa, pues vería a Subaru, no podía estar ni un segundo sin ella. Yuma iba con las manos apoyadas sobre su nuca. Azusa iba mirando hacia el suelo, sin decir nada.

El primero y único el lanzarse encima de su pareja fue Kou, quien al ver a Subaru con un moño en su cabello y un vestido rosado no aguantó, y fue directo a abrazarla.

- Ah~ Subaru-chan se ve tan linda con ese atuendo.- dijo el rubio abrazandola fuertemente -Me alegro de habértelo regalado.

- Sigo preguntándome porqué siquiera lo acepté.- dijo ella rodando los ojos, Kou hizo puchero.

- Moo~ sigues siendo mala.- se quejó sin soltarla, bajó su cabeza y la apoyó en el pecho de Subaru.

-¡Kya! ¡Alejate! Pervertido.- lo empujó con toda su fuerza haciendo que por fin Kou la soltase.

- Es que son blanditas.- dijo refiriéndose al pecho de Subaru, ella se fue rápidamente del lugar sin decir nada, aunque obviamente estaba enojada.

Shu miró a Yuma, que estaba sentado a su lado mirando la escena que hacía Kou con Subaru.

- Si quieres puedes apoyar tu cabeza sobre mis senos.- dijo Shu mirando con lujuria al Mukami, este sonrió.

- Quiero hacer otras cosas con ellos.- dijo él. Se había vuelto el doble de pervertido que Shu, y a ella le encantaba eso.

- Haz lo que quieras.- dijo como si estuviese retándolo.

Raito bajó las escaleras rápidamente al sentir el aroma de Shin, antes de que el siquiera pudiese tocar la puerta ella ya la había abierto.

- Shin-kun.- dijo ella con una sonrisa, se acercó y sin dudar besó los labios del Tsukinami, haciendo que él se sorprendiese ante su acción.

Ambos entraron y se sentaron sobre el sofá, el pelirosa se sorprendió al sentir algo al sentarse, su cola de lobo había vuelto a aparecer.

- ¿Qué mierda? - dijo, Raito ladeó la cabeza y miró la cola de Shin - ¡No la mires!- dijo avergonzado.

-¿Por qué no? .- dijo ella, se acercó al Tsukinami con una sonrisa - Creo que esa cola es realmente sexy - dijo mirándolo a los ojos, Shin se sorprendió - Vamos a la habitación.- susurró en el oído de Shin, puso su mano sobre la entrepierna del vampiro.

- B-bien.

Azusa estaba sentado junto a Kanato, que hablaba con Teddy, el azabache no quiso interrumpir, por lo que no dijo nada.

- Azusa-kun, ya no necesitaré a Teddy.- dijo la pelimorada de la nada, Azusa la miró extrañado - Lo guardaré, ahora te tengo a ti.

El Mukami sonrió y besó suavemente los labios de la Sakamaki.

(...)

Todos se encontraban sentados alrededor de la mesa, comiendo la comida que Ruki y Reiji habían hecho, ambos estaban en silencio, observando a sus hermanos que conservasen los modales en la mesa.

- Shin-kun... esta noche.- dijo Raito, ni siquiera había podido hacer algo con Shin, pues su hermana la había llamado a cenar.

- Lo que quieras.- dijo el Tsukinami menor con una sonrisa.

- Tengo sueño.- se quejó Shu.

- Luego dormimos, ahora debemos comer.- declaró Yuma, la rubia sólo bostezó y siguió comiendo.

- Carla-kun, el libro que me leíste estaba muy bueno.- dijo la pelirroja mirándolo con una sonrisa.

- Lo sé, es por eso que lo leí.- dijo él, tomó la mano de Ayato y la acarició suavemente - Disculpame por haberte hablado de mala forma.

- No te preocupes.- dijo ella apretando el agarre de la mano de Carla.

- Subaru-chan, ¿Seguirás enojada? - preguntó el rubio suspirando, la albina no le respondió, sólo desvió la mirada dando a entender que no quería hablar - Subaru-chan...

- Sólo cállate y come.- dijo ella cortante - En la habitación lo resolveremos.

- Te ha quedado delicioso esto.- dijo Ruki mirando a Reiji, quien sonrió y se acomodó los lentes.

- Ya lo sé, tu también cocinas bien.

- ¿Kanato-san estará realmente bien sin Teddy? - preguntó Azusa.

- Claro que sí, ya te dije, te tengo a ti.

La cena fue interrumpida por un gran estruendo, al parecer alguien había echado abajo la puerta principal.

- Chicas.- dijo Kino apareciendo, Yui se paró a su lado.

- Kino-kun, no era necesario que echaras la puerta abajo.- dijo la rubia.

- Ya da igual, luego la reconstruyen.- dijo él sin darle importancia - Más importante.- miró a todos los presentes - ¡Yui y yo somos novios!

- ¿Qué?

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El fin ;-; lamento haber tardado.
En serio, muchas gracias por el apoyo, por todos esos lindos comentarios y por leer y votar. Me hizo muy feliz todo.
GRACIAS

Si los Sakamaki fuesen mujer [Book #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora