- ¿P-por qué? - preguntó Shin con nerviosismo a su hermano, quien lo estaba obligando a tener una cita con Raito.
- Tengo cosas que hacer, Shin. Sólo haz lo que te digo.- dijo Carla en un tono serio y sin quitar aquella mirada que inspiraba temor -en la mayoría- de su hermano.
- Pero nii-san...
- Te gusta esa mujer, no reclames. O quizá eres muy poco para ella- Shin frunció el ceño - He oído que muchos humanos la quieren.
- Iré con ella.- sentenció Shin.
A Shin no le quedó de otra, pues sabía que lo que decía su hermano era la verdad, no quería que ningún hombre estuviese cerca de ella. La razón por la que Shin había negado la cita era porque Carla le había dicho que Raito había pedido que fuese una cena en su mansión, el Tsukinami menor no tenía un buen presentimiento sobre ello, sabía exactamente la razón por la que la Sakamaki había pedido eso, y no era que tuviese miedo, si no que pensaba que era muy pronto.
- Si lo haces no tendrá nada de malo.- dijo Carla antes de desaparecer.
Shin sabía a lo que se refería.
(...)
El timbre sonó, Shin se puso de pie ya que había estado sentado toda la tarde tratando de concentrarse en el libro que tenía en sus manos. Carla se había ido, por lo que Shin y Raito estarían a solas, y lo más obvio era que nadie los interrumpiría.
Abrió la puerta encontrándose con una pelirroja sonriente, parecía más animada que de costumbre, sus ojos estaban más oscuros. Antes de entrar le dio una mirada a Shin de pies a cabeza y se mordió el labio. Un escalofrío recorrió la espalda del pelisalmón.
- Am... esto... Nii-san dejó la cena en la cocina... Iré a mi habitación.- dijo algo nervioso para luego comenzar a caminar hasta las escaleras, pero fue detenido por Raito.
- Shin-kun se ve muy nervioso.- canturreó con una risa - Cenemos juntos.- ofreció.
- B-bien...
- No haremos nada... Aún.
(...)
La cena había transcurrido lenta para Shin, ya que Raito no dejaba de mirarlo con lujuria, y se había sentado a su lado, no había dejado de manosearlo y pegar sus pechos al cuerpo de Shin.
- Ah~ Shin-kun... Tengo calor.- dijo y se quitó la chaqueta que tenía puesta.
Shin no dijo nada, ni siquiera miró a la Sakamaki, que soltó un bufido al ver como Shin no le prestaba atención.
- Shin-kun.- dijo ella con voz suave, con fingida inocencia.
- ¿Qué? - preguntó él.
- ¿Podrías ayudarme con los botones? - preguntó ella apuntando a la parte superior de su blusa blanca - Me cuesta desabotonarlos.- las mejillas de Shin se tornaron rojas al ver que Shin apuntaba a su pecho.
- B-bien.- fue lo único que respondió.
El primer botón fue el más fácil de desabotonar, ya que no se veían los senos de Raito, pero en los siguientes, sus manos temblaban como gelatina. Y lo peor de todo es que Shin había desabotonado dos botones, pero Raito le había pedido que desabotonara uno más, haciendo que su brasier y sus senos se viesen más.
- O-okay... Ya me voy.- dijo caminando, cuando estaba por desaparecer Raito tomó su brazo, y ambos aparecieron en la habitación del Tsukinami.
- Ya sabes lo que está por venir.- dijo ella empujando a Shin y haciendo que cayese sobre la cama - Y no podrás evitarlo.
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¡CHAN! Soy mala y las haré esperar al siguiente cap e.e ya veremos si logran... 7u7
Ya me siento un poco mejor, así que más tarde publicaré otro capítulo.
Nos estamos leyendo<3
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Si los Sakamaki fuesen mujer [Book #1]
FanfictionHistoria en la que se narra la vida de los Sakamaki si fuesen chicas y sus romances con los Tsukinami y Mukami. |PROHIBIDAS COPIAS Y/O ADAPTACIONES|