Dark Wolves (Theo Raeken)

Capítulo 10

Me subí a unas grandes rocas y observé a mi manada aquella noche, ajena al peligro que corrían. Rugí y todos me miraron, mis ojos brillaban más que nunca y todos se colocaron delante de mi confundidos.

- ¿Pasa algo alfa?

- Hay que luchar.

- ¿A qué te refieres?- preguntó mi madre.

- Faltan dos días para la luna llena.- todos se pusieron felices.- Y corremos peligro.

- No, Thalia...- Ted sabía que iba a decir.

- Así que hay que luchar junto a la manada del verdadero alfa para acabar con el peligro.

- ¿Nos quitarás lo que somos?

- No, os salvaré. Mi deber es defenderos y defender lo que somos, así que pasados los dos días, nos uniremos a la manada de Scott McCall y lucharemos para terminar con una malvada manada, los Lobos Oscuros.

Todos me miraron en silencio y se arrodillaron ante mí. Después de aquello todo cambió, se notaba. Sus juegos eran más fuertes y no había tantas sonrisas, además de que se escondían más.

Después de aquella noche, al siguiente día, aquí estaba yo. Me encontraba en mitad del bosque, no quería ir al instituto, quería sentir estos días más cerca que nunca mis raíces. Corrí y esquivé las rocas, saltando sobre ellas convertida en mi verdadero yo. Hasta que escuché una rama crujir a lo lejos. Seguí escondida mientras fui hacia allí, encontrándome a Theo caminando.

- ¡Eh tú!- miró a todos lados pero como era normal, no me encontró- ¡La quimera!

- ¿Podrías parar de llamarme quimera?- preguntó mientras salía de mi escondite- Y por favor, no te vuelvas a esconder para luego aparecer.

- De eso va mi vida.- sonreí y lo miré.-¿Qué haces aquí?

- ¿No deberías estar en el instituto?- cambió de tema.- Como los niños de tu edad.

- Primero, no cambies de tema, segundo, no eres tan mayor.

- Estoy dando una vuelta, solo eso, no planeo matar a alguien.

- Yo no he dicho que lo pensaras.- sonreí y él se rió levemente.- Estoy aquí porque no quería ir, he aceptado luchar con Scott y no quiero defraudar a mi manada.

- ¿Y a la suya?

- No me interesan tanto.

- ¿Darías tú vida por alguno?

- No, pero me haría daño, como cuando atacaron a Liam y a mi hermano.

- Lo salvaste porque estaban atacando a tu hermano, no a Liam.

Lo miré en silencio mientras caminamos, tal vez tenga razón. Cuando el alfa ahogaba a Hayden no hice nada, solo cuando mi hermano fue atacado. Cuando Mason estaba enterrado y ataque al beta, no sabía que estaba allí.

- Creo que tienes razón.

- ¿Así?

- Sí, tal vez no hice nada aún por ellos.

Me miró esta vez él y sonrió. Miré alrededor de los árboles, no había sentido el bosque tan tranquilo desde hace días. Theo paró sentándose en un tronco partido y yo lo acompañé, aún en silencio.

- ¿Puedo hacer una pregunta?

- Según, tú puedes hacerla pero yo puedo no contestar.

- Me arriesgaré- sonrió y le miré- ¿Por qué eras malo?

- ¿Qué te dice que aún no lo soy?

- Ayudas, eso antes no lo hacías.- me miró atento y continué- Solo los llevabas a tu terreno, con los Doctores del Pavor por ejemplo, siempre los manejaste.

- Supongo que soy bueno en eso.- miró al suelo y me fijé aún más en él- Quería ser el mejor alfa, aunque no tuviera los ojos rojos, no me importaba. Quería tener a los mejores en mi manada, competir con los demás.

- Ya...a veces competir no es importante, tú sabes que eres bueno y no hace falta que los demás te lo digan.- me miró- Cuando era pequeña, recuerdo trozos de mi infancia y entre ellos mi padre. Frases de él, algunas marcaron mi destino y fue por él por lo que soy alfa. Decía que protegería a los míos y que les haría creer en algo.

- Ahora tienes que elegir entre creer o proteger.

- Exacto. Creemos en el poder de la luna, sin ella no estaríamos. Pero si no ayudamos, nos matarán.

- Si os encuentran.- lo miré y sonrió, yo también.- Puede que los Calaveras os encontraran y el alfa también, pero no tiene porque repetirse, la primera vez es un accidente, un desliz.