Capítulo 44

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Estaba corriendo por el bosque, huía de algo o mejor dicho, de alguien. Esquivé el árbol, pero aun así me caí en la tierra y empecé a dar vueltas por la pendiente de la colina. Cuando caí tenía un zarpazo en mi costado, lo tapé con las manos y me levanté para seguir corriendo. Pero apareció otro zarpazo en el otro costado y después sentí las garras clavarse en mi espalda.

De mi boca salió una cascada de sangre mientras que el hombre lobo me levantaba del suelo. Después caí, pero dejé de sangrar y no había nadie. El viento empezó a mover las hojas y mi pelo mientras intentaba levantarme y entonces escuché un gruñido. Levanté la vista y ahí estaba Theo, clavando sus garras en el estómago de Scott y a su lado Stiles con la herida de garras también en el estómago.

- Ss...Scott...-susurré sin fuerzas y Theo me miró.

- ¿Qué te pasa lobita? Pensé que me querías.

De nuevo el viento levantó las hojas y cerré mis ojos, cuando los abrí, no había nadie. Y ahí fue cuando desperté.

Grité mientras me sentaba en el suelo de un salto. Sentí a Ted agarrarme de los hombros y abrazarme mientras gritaba, él repetía que todo estaba bien, mientras que yo solo lloraba manchando su camiseta rota y vieja de la semana que hemos estado aquí. Le abracé fuerte y cerré mis ojos, sabiendo que estaban rojos.

- Está bien, Thalia, tranquila, sólo quedan dos días para la Gran Luna, shh, se acabó el bosque, tranquila...- me sostuvo durante un tiempo hasta que paré de llorar.- ¿Estás mejor?

- Sí.- respiré profundamente.- Sólo ha sido una pesadilla, gracias.

- Venga, hay que ir a casa.

- Ted...aún no.

- Está bien.- suspiró.- Cuando vuelvas prepararé una fiesta con la manada.- dijo divertido y sonreí.- Vete con Scott, estará alegre de verte.

Asentí y me levanté de la tierra llena de hojas. Ted y yo fuimos juntos hasta nuestra casa, allí me dio un abrazo y yo me fui. Ya había acabado nuestra semana de ser auténticos lobos y tenía tantas ganas de ver a la manada de Scott y de comer comida en condiciones, aunque volver significaría ver a Theo.

Estaba más dormida que de costumbre, porque en esta semana no se duerme mucho y sobre todo si eres alfa, tienes que vigilar a tu manada y no dormir. Hoy era miércoles y el viernes sería la Gran Luna. Por fin llegué al porche de Scott y busqué las llaves, que al parecer, he perdido y es normal, porque he estado una semana en el bosque corriendo, cazando y jugando con mi manada.

Gruñí y toqué a la puerta sabiendo cómo me recibirían. La puerta se abrió y de nuevo ahí estaba Scott sin camiseta y recién despertado. Levanté la mirada para verle mejor y ver que ni siquiera tenía sus ojos abiertos y sonreí levemente.

- ¡¿Quién llama a la puerta a estas horas?!

- ¡Auuuhh!- hice el aullido de un lobo y sus ojos se abrieron de par en par.- Hola McCall.

- Thalia...- sonrió y me abrazó fuertemente.- ¡Dios mío te he echado de menos!

- Pues no me eches tanto de menos y ponte una camiseta.- dije divertida y escuché su risa al lado de mi oído.

- ¿Qué tal la semana sabática?

- Agotadora.- dije separándome de él.- Scott.

- ¿Sí?

- ¿Tienes ropa?- sonreí divertida y él también mientras dejaba que pasaba a su casa.

- Oye, ¿Y tus llaves?

Dark Wolves (Theo Raeken)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora