Capítulo 19

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Abrí mis ojos lentamente, viendo la cara de Max delante de mis ojos. Sonreí y él hizo lo mismo quitándose del medio. Me senté en la cama y sobé mis ojos, luego me estiré y le miré bostezando.

- ¿Qué haces tú aquí?

- Vine ayer siguiendo tu rastro y me dormí contigo, como siempre que estamos juntos.- dijo sonriendo y reí levemente negando con la cabeza divertida.

- Se me había olvidado, lo siento.- me levanté y extendí mi mano.- Vamos a comer, que me muero de hambre.

Él rió y cogió mi mano y fuimos así hasta llegar a donde todos comían, un comedor con tres mesas largas de oro. Nos sentamos en uno de los bancos y pronto llegó nuestro desayuno que yo me terminé antes que él, pero lo esperé para después ir a buscar a Zeus y quedarme sentada viendo como jugaban animadamente.

- Hey Max.- dijo Zeus.- Creo que Dalila guarda galletas de carne en su cuarto, ve a por ellas.

Él inocente Max salió corriendo buscando aquellas galletas y Zeus se quedó riendo viendo por donde se había ido, el camino contrario. Me levanté y me miró, me sonrió y luego empezó a andar y yo le seguí, hasta llegar de nuevo a aquel muro.

- ¿A qué venimos?

- Te enseñaré algunos libros y pergaminos.- dijo abriéndose el muro.- Te encantarán las historias que cuenta.

Sonreí y entré en el cuarto, de nuevo la arena se movió subiendo por el viento y encendió las antorchas. Yo empecé a repasar las estanterías y cogí un gran libro escrito en su idioma, sonreí traduciéndolo "The human and the dog". Me senté en el sillón y Zeus en la mesa a leer alguno de los pergaminos mientras yo leía ese libro, parecía que leía la historia de Stiles. Reí al recordarlo y miré a Zeus detenidamente, leyó rápido uno de los pergaminos y lo tiró en algún sitio de la mesa.

- ¿No te gusta?- cerré el libro y lo dejé con cuidado en la mesa.

- Me los sé todos de memoria, es lo que tiene ser el líder.- él colocó sus manos en sus costados y sonrió, yo solo reí mirándole.- Echaba de menos esta tranquilidad contigo.

- Ya, no debería haber tranquilidad después de lo que nos está rodeando a los dos, una ex novio loca que mata y parece un perro salvaje evolucionado y un hijo no previsto que además ha hecho que me separe de la manada de Scott.- los recordé a todos y me invadió la tristeza, sintiendo mis ojos llenándose de lágrimas.

- ¿Estás bien?- se levantó alarmado de la mesa y se acercó a mi.

- Sí...si, solo es...nostalgia de los buenos momentos.

- Por lo que he escuchado, no había buenos momentos cuando los conociste.

- Con ellos es distinto, por mucho mal que les rodeé, siempre quedaba tiempo para alguna charla motivadora, algún juego.

- Para ser humanos...- dijo mirándome y yo asentí.- He escuchado que son buenos en lo que hacen.

- Lo son, todos.

- ¿Incluso el tal Theo? La quimera.

- Sí.

- ¿Por qué no estas con él ahora en vez de volver aquí?

- Porque...tengo miedo, Zeus.

- ¿Tú?- rió y le contemplé en silencio.- Tú eres "La Salvaje", un alfa carismático y valiente.

- Eso es solo mi escudo.- dije sonriendo.- Pero tengo miedo, Zeus.

- ¿De qué?

- ¿Cómo estaremos juntos? ¿Qué pasaría si eso pasase? ¿Y si todo se acaba? Zeus yo no tengo fuerzas aún para eso.- miré hacia abajo.

- Thalia.- agarró mi mentón con cuidado y subió mi cabeza haciendo que le miré.- Deja de pensar en él y si y lánzate a una aventura más, aquellas que te encantaban antes.- sonreí mirándole a sus ojos dorados.- Sé que lo de Jack te ha enterrado en el fondo de la tierra, pero tienes que escarbar hacia arriba y salir de esa oscuridad.

Miré a Jack de reojo, él sonreía como si no nos hubiéramos peleado en la habitación anoche. Tenía sus manos en los bolsillos y su camiseta, raramente, tenía menos sangre que antes. Pero por lo demás, su aspecto era igual que siempre.

- Jamás me despedí de él.- le dije a Zeus, que me atendió analizando mis palabras.- Cuando él murió, él día de su entierro, recuerdo unas palabras que Stiles me dijo antes de ir al bosque.

- ¿Stiles?

- El humano mejor amigo de Scott, mi nuevo mejor amigo.- dije y él asintió.- Estaba mirándome al espejo repasando una y otra vez mi vestido negro y una bala de plata, que ya no me hacía efecto. Fui disparada por esa bala que llegó a mi desde la pistola de Gerard Argent y me dio en el gemelo, pero Jack fue el que me salvó de que esa bala no fue al estómago y me matara, además, también fue la primera vez que me escondía y fue con él, que luego quitó la bala de mí y me llevó con mi familia.

- Tu familia quedó agradecida y fueron amigos, más tarde manada.- asentí.

- Y mientras repasaba mí vestido con los ojos y la bala con la yema de mis dedos, Stiles apareció con una sonrisa triste poniéndose detrás de mí...

DOS MESES ANTES

- ¿Estás bien?

- Sí....creo que sí.- dejé una lágrima caer.

- Nunca te lo dije, pero después de que te enfadaras él vino hacia mí y me pidió perdón, contándome además lo de Lydia.- cerré los ojos dejando caer más lágrimas y mi mentón, como todo mi cuerpo, temblaba aguantando las ganas de llorar como una niña.

-¿Qué pasará ahora, Stiles?- giré sobre mí, mirándole a la cara. Él estaba triste, al igual que yo y relamió su labio inferior lentamente mirando a mis ojos.

- Lo que pasará ahora, Thalia, es que el mundo ya no te verá de la misma forma, quedará algo de oscuridad en tu interior, algo del vacío que te dejó él.

Le miré en silencio durante unos segundos y cerré mis ojos, tragando saliva y notando el nudo en la garganta, llorando sin poder parar. Él tiró de mí con suavidad y me abrazó fuertemente mientras escondía mi rostro en su cuello.

AHORA

- Es un buen amigo.

- Y los echo tanto de menos...

Dark Wolves (Theo Raeken)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora