Capítulo 47

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Corrí hacia Theo y agarré sus hombros por atrás. Él me sonrió y me dio un corto beso mientras entrelazaba sus dedos con los míos. Estábamos cerca de la guarida, él quería salir un rato y yo lo acompañé ya que habíamos quedado en no salir nunca solos.

- ¿Qué haremos cuándo volvamos a Beacon Hills?- preguntó.

- ¿Quién te dice que volveremos?

- Yo lo digo.- reí y él me miró sonriendo.- Vamos, dime que no tienes ganas de volver y dejar de ver todo lleno de arena.

- La verdad es que lo echo de menos.- miré hacia el frente y sonreí recordando.- Despertarme por los gritos de Melissa, saludar a los demás, andar por las calles sin preocuparte de si un lobo gigante o un perro salvaje se te aparecerá y te matará, solo tienes que preocuparte de llegar a la hora de la cena para no quedarte a oscuras en la cocina.

- Vaya, tenías toda una rutina.

- Me acostumbré a la vida de humanos.

- ¿Eso no lo tenías prohibido?

- No, siempre que vuelvas con tu manada para hacer el ritual de siempre.

- Si no lo hacías te expulsaban.- afirmó y asentí con la cabeza.- Sois demasiado estrictos.

- Es lo que hay, es una forma de tener responsabilidades y acostumbrarte a estas.

- Las responsabilidades.- nos miramos los dos y continuó.- Aburren.

- Como digas, Raeken.- me acerqué a darle un corto beso.- El desierto aburre, es cierto, solo ves arena.

- Tengo arena hasta en la ropa interior.- dijo riendo.

- Gracias por la información.

- Tal vez esa información no te importe pero seguro que esta sí.- le miré confusa y se acercó a mi oído para susurrarme.- Te amo.

En mi rostro asomó una sonrisa al escuchar eso y a continuación sentir su beso en la mejilla con suavidad, con cariño. Seguimos andando, hoy no hacía tanto viento así que no era tan molestoso estar por aquí.

- ¡Eh chicos!- escuchamos a Lydia detrás nuestra y nos giramos.- Venir hacia dentro.

- ¿Pasó algo?

Ella sólo sonrió y entró de nuevo en la guarida. Los dos nos miramos confundidos y empezamos a ir a paso lento junto a ella. Cuando bajamos la vimos entrar en uno de los pasillos y la seguimos unos pocos metros atrás, viendo como entraba en la sala de reuniones y cuando hicimos lo mismo vimos a todos allí, sonriendo y hablando de sus cosas.

Dark Wolves (Theo Raeken)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora