Capítulo 18

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- ¿Qué ha dicho qué?

- Lo que te he dicho.- me crucé de brazos mirando a Zeus, que se enfadaba poco a poco.- Lo expulsaré de la manada mandándole el mismo mensaje a mi madre.

- ¿A los dos?- asentí y me miró en silencio analizándolo todo.- Está bien, haré que reúnan a tu manada aquí, yo me quedaré en la entrada por si pasa algo junto Dalila.

- Está bien.

- Por cierto.- le miré antes de que se fuera.- Deberías pensar la oferta.- me guiñó un ojo y reí.

Me acomodé en la silla posando mis pies en la mesa de madera mientras que algunos de mis betas iban llegando y sentándose, otros se quedaban de pie. Hasta que después de minutos todos estaban allí, sobretodo el protagonista que miraba con entusiasmo pensando lo que no era.

- Os he hecho reunir por algo, una noticia que nos implicará a todos.- dije levantándome y mirando a todos.

- ¿Seguro Thalia? Se enfadarán.- dijo Jack a mi lado.

- Implica a mi manada, a vosotros y también, en pequeña parte, a la manada de Zeus.- ignoré a Jack, que chasqueó su lengua.

- Thalia, se enfadarán, tal vez es lo que quiere tu madre.

- Expulso a Marc de la manda esperando a que le lleve el mismo mensaje a mí madre.- dije por fin y Jack desapareció.- Ha hablado sin respeto a su alfa además de atacarlo con su bastón.

- ¿Marc?- su hija le miró.- ¿Es verdad?- él levantó su cabeza.- Oh dios...

- Espero que nadie se enfade conmigo por esta orden.

- No lo haremos.- dijo su hijo y lo miró con desprecio.- Olvidó lo que es tener un alfa y respetarlo.

- Bien, Marc.- él me miró.- Los perros salvajes te acompañaran a la salida, a partir de ahora eres omega, no me importará si mueres en el desierto, pero más te vale no hacerlo, tienes que decirle a mi madre que ella también, al ser mi madre la que ha ordenado que me digas ese mensaje tan repugnante para un hombre lobo, para un salvaje.

Él se levantó de su asiento y se fue en silencio de la sala. Los betas se arrodillaron ante mi pero los levanté a todos y los mandé a sus cuartos a descansar, quedándome con Zeus y Dalila.

- Nunca he vivido algo así.- dijo Dalila acercándose a mi.- Impones mucho.

- Me ha dado miedo hasta mi.- dijo Zeus sonriendo y reí.- Vete a tu habitación a descansar, estarás cansada.

- Tengo que ver a los Calaveras.

- Te avisaré cuando vuelvan, ya sabes cómo es el desierto.

Bufé y me fui a mi habitación. Cuando llegué me tumbé en la cama y repasé las líneas de mi torso y rostro con mi dedo, viendo que estaban secas ya. Suspiré mirando al techo y miré de reojo a Jack.

- Tuve que hacerlo.- dije sin mirarle.

- Podías haber hecho otra cosa.

- No están enfadados.

- Pero podrían haberlo estado, eres el alfa, pero no seas como el alfa al que le quitaste el poder, ¿Entendido?

Suspiré y asentí con la cabeza en silencio y despacio. Miré donde estaba y ya no había nadie, así que giré la cabeza al techo y cerré mis ojos durmiéndome.

Dark Wolves (Theo Raeken)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora