Capítulo 16

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Corrí por el bosque mientras gruñía. Escuchaba a la manada detrás de mí corriendo como bestias mientras los coches pitaban cambiándonos de rumbo. Vi el Jeep a mi lado y fui hacia él cuando volvió a sonar el claxon. Este se movió hacia la derecha y yo giré poniéndome detrás de ella.

Rugí mientras corría y salté las rocas mientras seguía siguiendo el coche que cambiaba de rumbo. Vi a Scott mirar hacia atrás y luego el coche giró, le había dicho algo a Theo, que era el que conducía. Gruñí sentí mis ojos brillar dándome fuerza, después, corrí aún más rápido haciendo que mis piernas duelan e intenté saltar al coche, sentía mi instinto depredador acumularse entre las uñas.

Escuché a Ted y Jack rugir a lo lejos y segundos después estaban detrás de mí intentando llegar al Jeep. Hasta que este frenó derrapando delante de una cueva oscura. Frenamos al igual que el coche y me acerqué, probablemente para asesinar a todos, pero entonces llegó un olor a mi sentido del olfato que se encontraba más desarrollado de lo normal.

El olor venía de la cueva, Ted y Jack también lo captaron y luego también la manada. Entré primero, viendo con mis ojos de alfa. Podía captar los cuerpos con la visión térmica, podía oírlos moverse y eso hacía revolver todo mi cuerpo con ganas de tener sangre en mis garras. Gruñí entré más, hasta poder encontrarme a una manada entera.

Tenía a la manada detrás, pero estos se fueron hacia mi derecha e izquierda. El eclipse estaba a la mitad así que aún había tiempo para matarlos a todos. Salí de entre las sombras y rugí mientras escuchaba a mis betas rugir también.

Salté acercándome y gruñí enseñando los colmillos, entonces vi al alfa, Damien, ponerse delante de los betas y gruñir también. Eran pocos, pero eran fuertes. Esquivé uno de sus golpes y arañé profundamente su vientre. Después lancé una patada a este y cayó al suelo. Uno de sus betas intentó dañarme, pero Jack me lo quitó del medio antes de que me tocara.

Damien se levantó y gruñó enseñando también sus colmillos. Agarró mis brazos y clavó sus garras, rugí y le di con mi pie en su rodilla partiéndola y haciendo que me soltara. Después arañé su pecho y le di una patada en costado. Di un pequeño rugido y me lancé encima de él, clavé las garras en sus brazos y luego las fui bajando haciendo que ruja y respondiera dándome un arañazo en la cara.

Me levanté y me acerqué a él mientras se levantaba, le di un puñetazo y volví a arañarle, esta vez en la otra parte del rostro. Luego me agaché y me giré sobre mi misma con la pierna extendida, cayéndolo de nuevo al suelo. Me senté encima de él y arañé su torso durante unos segundos hasta que paró mis brazos en el aire. Acerqué mi cara a la suya y rugí mirándolo a los ojos, gruñó y me tiró de nuevo hacia un lado. Di una voltereta y me coloqué de pie mirándole.

Gruñí esta vez yo y fui hacia él de nuevo, bloqueó mi brazo y arañó mi pecho, luego mi vientre y después subió desde debajo de mi torso hasta arriba, lanzándome lejos. Le miré de nuevo en el suelo, viendo como se acercaba, me levanté despacio y sentís heridas curarse más rápido gracias al eclipse. Fui hacia él e intentó arañarme, le bloqueé y arañé su pecho de nuevo tirándolo hacia atrás.

Di una patada a su vientre y luego una voladora girando y dándole en la mandíbula como aquel día en el instituto. Una vez en el suelo, me tiré encima suya y agarré su brazo, se lo partí y luego mordí. Rugió más fuerte que nunca y sus betas nos miraron. Los míos les atacaron mientras se distraían con el rugido de su alfa y yo solté su brazo.

Me miró con más odio que nunca y se levantó tambaleándose. Gruñí y le di una patada en el vientre de nuevo, haciéndole chocar contra la pared de la cueva. Arañé su torso mientras miraba al suelo sin fuerzas y le hice caer poco a poco, hasta que se arrodilló ante mí débilmente. Le miré y él hizo lo mismo, gruñó y yo le di con mi pie en su rostro cayéndolo hacia atrás derrotado.

Sentí un gran mareo y náuseas. Miré a mi alrededor, que daba vueltas, y divisé a Ted y Jack desgarrando la garganta a dos betas. Después miré a donde estaba Damien, sí, donde estaba, porque había desaparecido. Mis ojos se abrieron y sentí el hormigueo irse, miré mis manos y ya no había líneas negras, el eclipse llegaba a su fin.

Giré sobre mí y entonces le vi. Damien me miraba con odio mientras sus músculos eran más grandes que antes, sus ojos estaban negros menos su iris, que era de un rojo oscuro. Sus garras eran más grandes y afiladas y tenía más de dos colmillos arriba y abajo, además de que eran más grandes y afilados. Estaba viendo al alfa, al monstruo.

Rugió haciendo levantar a los betas derrotados y haciendo caer algunos trozos de piedra de la cueva. Se hizo el silencio y entonces mi manada fue atacada. Los betas tenían los mismos ojos que Damien, pero amarillos. Damien entonces agarró mi cuello y me estampó contra la pared rompiéndola.

Sentí mi espalda quebrarse y me soltó haciéndome caer al suelo. Después me arañó el torso y mordió mi costado, haciéndome rugir de dolor. Con la fuerza que tenía aún y mi espalda ya sanada, coloqué mis pies en su vientre y empujé hacia atrás, mandándolo lejos de mí.

Me levanté escupiendo sangre y rugí. Mis betas heridos rugieron y usamos lo que mejor se nos daba, jugar a las escondidas. La manada de Damien y él miraban confundidos a todos lados de la cueva, no podían vernos porque estábamos escondidos y no podían olernos porque había mucha sangre. En silencio nos escabullimos y salimos de allí, encontrándonos a los coches unos kilómetros más adelante.

Empecé a tambalearme, el eclipse había acabado y esto provocaba en nosotros desmayos o incluso comas si estábamos muy heridos. Miré a la manada, que mareada se acercaban hacia mí. Mis piernas se rindieron y susurré para que Scott y los demás escucharan que estábamos allí. Me desmayé y sentí unos brazos cogerme antes de tocar el suelo.

*qA

Dark Wolves (Theo Raeken)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora