- ¡Alfa! ¡Alfa!- Zeus y yo nos dimos la vuelta viendo a uno de mis betas.- ¡Han llegado!
- ¿Quiénes?
- ¡Los Calaveras!
Le miré durante segundos y empecé a correr donde estaba la entrada de la guarida, poco a poco el camino estaba más lleno de gente que iba corriendo hacia donde yo iba. Hasta que al llegar me encontré camillas y médicos de perros salvajes socorriendo a los cazadores, me hice sitio entre el círculo que había hecho y vi a Araya agarrando a Severo, que tenía una herida en la pierna.
- ¿Araya?
- ¿"La Salvaje"? Pensé que no volverías.
- Yo también lo pensé.- fui hacia Severo y lo agarré con más fuerza dejando que Araya cargara con él.- Os ayudaré, vamos.
Salí con los dos y fui directa a la enfermería, pero estaba demasiada gente allí, así que fui a la habitación de Severo para socorrerlo allí.
- ¿Qué ha pasado?- pregunté tumbándole en su cama.
- Ella era indestructible, paraba las balas y mis cazadores son unos inútiles.- dijo Araya viendo como buscaba algo para tapar la herida.
- ¿Por qué?
- Si alguna bala llegaba se recuperaba rápido, si ibas con otra arma no le hace tampoco daño y mis cazadores iban hacia ella como tontos.
- Los hipnotizaron, a mí también me pasó.
- No sé cómo podremos con ella.
- Yo sí.- me miró confundida.- No vine sola.
- ¿La manada de Scott?
- No, mi manada, les conté el problema y aceptaron que siguiera de alfa.
- Se ve que los has adiestrado bien, ¿Son fuertes?
- Rápidos y escondidizos, no sabrá por donde le atacan ni cuantos, podremos usarlos mientras hacéis algo.
- Ya... habrá que averiguar que es ese algo, ¿Cómo está?- preguntó refiriéndose a Severo que hace unos minutos se había desmayado.
- Pierde sangre y le duele demasiado, le ha mordido y cuando los perros salvajes hacen eso desgarran todo, hueso, venas, músculo y piel. Creo que vas a tener bajas.
- ¿Cómo lo sabes?- la miré durante unos segundos sin saber si enseñárselo.
Suspiré y con mi mano llena de sangre de Severo moví mi pelo enseñando mi cuello y su cicatriz correspondiente, era un mordisco de perro salvaje que nunca se curó por quien era, Zeus.
- Un mordisco... ¿Quién y cómo te lo hizo?
- Fue Zeus y fueron en cosas privadas que se le fue de las manos.- dije y ella rió.
- ¿Voy a morir?- susurró preguntando Severo que estaba consciente.
- No, por supuesto que no, Araya.- ella me miró.- Necesito vendas, muchas y aguja e hilo.
Ella fue hacia la enfermería a buscarlo y yo me quedé tapando con mi mano el mordisco mientras Zeus entraba, después entraron Araya, Dalila y Anne, ellas dos traían agua y trapos. Respiré profundamente y cogí el agua mojado los trapos e intentando limpiar la herida que no paraba de sangrar.
Severo estaba de nuevo desmayado al ver toda la sangre que estaba perdiendo. Tragué saliva y empecé a coser con cuidado mientras la mano me temblaba, era la primera vez que hacía esto. Cerré mis ojos otra vez y respiré de nuevo intentando calmarme.
- Vamos Thalia, tú puedes hacerlo.- escuché a Zeus.
Y entonces lo sentí, no sé cómo, pero lo sentí en mi vientre. Sonreí y abrí los ojos que brillaban con un color rojo. Miré la herida y empecé a coser sin que mis manos temblaran hasta que terminé. Cuando hice esto Dalila me dio un trapo mojado de agua y limpié de nuevo con cuidado la herida. Suspiré aliviada y cogí las vendas dándole vueltas en su pierna tapando la herida.
- Creo que ya está.- dije viéndole.- Está bien, su corazón late normal, esto curará pero tardará en hacerlo.
- Le has salvado, salvaje, te debo una.- Araya sonrió.- Llamaré a algunos de mis hombres que estén bien para que lo vigilen.
- Yo me quedaré hasta que eso pase.- dije sentándome en una silla.
- Creo que deberías limpiarte primero, estás manchada de sangre.
- Estoy bien, ya me ducharé cuando pueda.- sonreí y asentí con la cabeza calmándolos.
Todos se fueron y me relajé sintiéndome como si estuviera aún cosiendo. Cerré mis ojos de nuevo y respiré calmada hasta sentir como me dormía poco a poco en esa silla.
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Dark Wolves (Theo Raeken)
Fiksi PenggemarDesde hace años ha reinado una manada de lobos indestructible entre el reino sobrenatural. La leyenda cuenta que el color rojizo de los ojos de su alfa, demuestra cuanta sangre inocente ha derramado para llegar a este poder. A la vez, también cuenta...