Capítulo 41

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Monté en el coche y miré a Theo cerrar su puerta y mirarme sonriendo. Me acerqué a él, con la intención de besarle, pero la cabeza de Stiles asomó entre nosotros con una sonrisa divertida.

- Hay niños.- dijo orgulloso de sus palabras.

- Tú, por ejemplo.- dice seria y Theo rió levemente mientras Stiles desaparecía.

Arrancó el coche y fuimos los primeros en ir hacia la guarida de nuevo, ya que yo sola recordaba donde era y no me perdería por mucho que el viento mueva la arena. Fuimos lentos en el camino, no había prisa, así que llegamos a la tarde.

- ¡Al fin volvéis!- gritó Ted y me abrazó.- ¿La has cuidado?

- Eso creo.- Theo sonrió y me miró.- A los dos.

- Así me gusta.- Ted posó su mano en el hombro.- ¡Max!

- ¡Thalia!- salió corriendo hacia mí.

- ¡Maxie!- lo agarré y subí abrazándolo y manteniéndolo en el aire.- ¿Está todo bien?

- ¡Ahora sí!- él sonrió y me abrazó, después lo dejé en el suelo.- ¿Sabes que a Ted le gusta Dalila?

- ¡Max!

- Eso creía.- sonreí y guiñé el ojo a mi hermano, que negó con la cabeza divertido.- ¿Dónde está Zeus?

- Aquí estoy.- levantó su mano mientras se acercaba.- ¿Qué tal todo por allí?- me abrazó.

- Como siempre, todo tranquilo.- me separé de él.- ¿Y por aquí?

- No ha pasado nada, aún.

Asentí y los dejé allí para irme junto con Lydia, que me estaba llamando para que la ayudara con su ropa. Cuando terminamos de colocarla mientras Malia comía un plato de carne en la mesa de la habitación, nos fuimos con los demás.

- Tu madre estará de los nervios.- le dije a Zeus poniéndome a su lado.

- No ha querido salir de su habitación, solo va a la secreta para leer todos los libros de una vez.

- ¿Todos?

- Sí y no da explicaciones del por qué.

- Lo averiguaré.- le sonreí y me alejé de allí buscándola.- Anne.- toqué su puerta.

- Pasa, Thalia.- la abrí y cerré detrás de mi.- Ya habéis vuelto... ¿Qué tal?

- Bien, todo sigue igual que siempre, sin ningún problema.- sonreí y me senté en la silla.- ¿Y por aquí?

- La calma antes del tsunami.

- Anne...

- Es cierto, siempre nos ha pasado, la marea se aleja para luego chocar con más fuerza.

- Tiene sentido.- ella elevó su cabeza.- Lo que no tiene sentido es lo que estás haciendo, eso de ir y volver de la sala secreta.

- ¿Sabes de su existencia?

- Zeus me la enseñó.

- Zeus...- negó y reí levemente ante su actitud de madre protectora, no de su hijo, sino de la manada.- ¿Pasa algo?

- Me ha dicho que ibas, leías todo y volvías, ¿alguna razón?

- Quiero encontrar algo, algo que me diga que va a ocurrir.

- No hay respuesta.- afirmé y ella asintió levemente con la cabeza.

- Ni una y me pone más nerviosa todavía.

- Todo estará bien, si vuelve usaremos el plan y si va a por alguno, solo tiene que salir del desierto.

- Sabes que no...

- ¿Incluso cuando estás a punto de morir?

Mi pregunta dio el pistoletazo de salida a un silencio incómodo y reflexivo. Ella se quedó mirando a alguna parte de la habitación, con la mirada perdida, envuelta en sus pensamientos que algún día la llevarían a la locura y yo, simplemente, me levanté y me marché dejándola con la duda.

Dark Wolves (Theo Raeken)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora