Dark Wolves (Theo Raeken)

Capítulo 40

- ¿Ahora qué?- preguntó Liam.

- Ahora a ponerse guapos, que la noche es la parte más bonita de esta ciudad.

Subimos a nuestras habitaciones que tenían baño incluido y nos duchamos, cambiándonos. Yo decidí sorprender a Theo, poniÉndome por primera vez delante de él un vestido blanco corto, ya que hace unos días decidí quitarme las marcas y la ropa de perro salvaje para volver a ser "La Salvaje".

- Estás preciosa.- dijo sonriendo.- Más de lo normal.

- Gracias, idiota.- él sonrió y se acercó a mí, agarrando mi cintura con su mano derecha y con la izquierda mi mejilla, acercándome a él y dándome un apasionado beso.- Deberíamos bajar ya, cuando encienden las luces es más emocionante.

Él asintió con la cabeza y bajamos agarrados de la mano. Lydia quedo impresionada al verme en vestido, según ella era la típica chica que jamás llevaría uno de estos, pero se olvidó del entierro de Jack, cuando llevé aquel vestido negro. Salimos del pequeño hostal para aparecer en la plaza, con una fuente en medio. Y les dije que nos sentáramos en el bordillo y esperáramos y ellos aceptaron confundido.

Cuando el sol se desvaneció por completo empezaron a encenderse unas pequeñas luces en las paredes, unidas por un cable casi invisible. La gente, incluidos ellos, se maravillaron por tal espectáculo, eran las únicas luces de este tipo en el pueblo y rodeaban la pequeña plaza de gente que cenaba en las terrazas de los bares.

Decidí después hacer lo mismo que los demás y nos sentamos todo en un conjunto de mesas, hablando de más tonterías hasta que llegó la hora. Eran las doce y les dije que me siguieran, caminamos por las calles junto a demás personas que iban al mismo sitio que yo. Llegamos hasta un campo abierto, donde un anciano encendía una hoguera al son de los aplausos de la gente, que luego empezó a bailar las canciones de la banda mexicana que había.

Sonreí a Theo, que había decidido sacarme a bailar con las demás personas y por primera vez, sentí que no tenía ningún problema, que era humana.