Capítulo 17

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Tosí mientras me iba despertando en una cama ajena en una habitación que me parecía conocida. Me coloqué sentada mientras miraba las paredes, hasta llegar donde había un gran cristal pintado con lo que parecían pistas.

- ¡Gracias a Dios que estás bien!- miré a la puerta y vi a Stiles.- ¿Estás bien?

- Sí, creo que sí...- recordé todo y lo miré alarmada- ¿dónde está Ted? ¿Dónde está Jack? ¿Dónde está mi manada?

- Tranquila, tranquila.- se acercó a mí y sonrió- Algunos han despertado y te han venido a ver, otros aún duermen.

- ¿Mi hermano y Jack?- me miró durante segundos- ¿Dónde están?

- Ted está despierto, junto a tu madre y Jack está con Deaton, está muy herido al intentar salvar a Ted de uno de los betas.

- ¿Estará bien?- sentí unas pequeñas punzadas en mi garganta.- Dime que lo estará.

- Tranquila, se recuperara.- sonrió levemente.- Los demás están en casa de Scott y la manada de Damien ha desaparecido estos días.

- ¿Días?

- Llevas una semana durmiendo, no queríamos llevarte al hospital porque sabíamos que no podrían hacer nada, así te llevamos primero a casa de Scott, pero como él era el verdadero alfa y podía estar en peligro te trajeron conmigo.- asentí y siguió- Llevo días durmiendo en el sofá y mi padre siempre se acercaba a ver como estabas mientras Melissa te cambiaba el suero y te lavaba y curaba las heridas.

- ¿Eso es todo?- él afirmó y toqué mi frente- Me duele la cabeza.

- Seguramente de los días que llevas durmiendo, Peter, el padre de Malia, siempre decía que para un hombre lobo estar en coma era un gran castigo.

- ¿Puedo irme?

- No, llamaré a Melissa para que te vea y a los demás para que vengan, pero tú de aquí no te mueves.

- Está bien.- dije a regañadientes- Llama a mi hermano, por favor.

Él asintió con la cabeza y se levantó para luego irse de la habitación. Me tumbé de nuevo intentando recordar algo, lo único que recordaba era a Damien transformado en un auténtico monstruo y rugiéndome, también como arañaba mi torso.

Repasé desde mi vientre a los hombros, notando la herida aún no curada. Me levanté mareada y empecé a ver las cosas del cuarto de Stiles, entre ellas aquel tablón lleno de fotos e hilos de colores y la pizarra de cristal pintada con rotulador negro. Leí cada parte de estas, mencionaba mi manada y la de Damien y aparte de eso, también mencionaba a Theo, redondeándolo haciendo que se vea más su nombre puesto en mayúsculas.

Luego miré el tablón, tenía una foto mía junto a mi hermano y también una foto de Theo, rodeada de hilo rojo. Toqué este y acaricié la tela hasta notar una presencia en el cuarto, me giré y pude ver al sheriff mirándome, yo le sonreí y dejó una taza en la mesa del escritorio.

- Es para ti, café.

- Nunca he tomado café- reí levemente y tome la taza.- ¿está bueno?

- No lo sé, no sé muy bien los gustos de los lobos.- reímos y me senté en una de las sillas.- ¿Qué hacías?

- Ver la habitación y todo eso.- señalé el tablón y la pizarra.- Esta un poco obsesionado con los crímenes.

- Lo sacó de su padre- rió y se acercó al tablón.- El rojo significa casos sin resolver, el verde resuelto y el azul no es nada importante.- me miró.- Me lo contó hace unos días, cuando volvió a trabajar en este tipo de cosas.

Dark Wolves (Theo Raeken)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora