Dark Wolves (Theo Raeken)

Capítulo 37

Scott me miró mientras conducía, yo hice lo mismo y le sonreí. Él giró su cabeza de nuevo a la carretera y siguió conduciendo, hasta que frenó con fuerza.

- ¿Lo has visto?

- ¿El qué?

- Era...un perro.- nos miramos los dos.

Sentí el coche subir hacia arriba y agarré mi asiento mientras que volcaba. Hice fuerza con mis brazos para levantar mi cabeza del techo y desabroché el cinturón, resbalando. Rompí el cristal con mi pie y miré hacia donde estaba Scott, solo había un chorro de sangre que salía hacia fuera.

- ¡Thalia corre!

Salí del coche y miré en frente mía, Malia tenía las garras de alguien en su cuello, que después de gritarme la desgarró matándola. Miré asustada la escena, Scott estaba muerto debajo del cuerpo de Malia y a la lejanía pude ver a Stiles correr agarrado de la mano de Lydia, pero los dos cayeron al suelo boca abajo y fueron arrastrados hasta aquí, donde también fueron asesinados.

- Stiles...

Max gritó tapando la herida de su estómago. Estaba en los árboles que estaban al lado de la carretera llorando junto el cuerpo sin vida de mi hermano. Miré asustada la escena y vi como sus ojos se cerraron, entonces noté una mano agarrar mi brazo y tirar de mi.

- ¡Thalia vamos!- miré a Theo que empezó a correr.- ¡Thalia!

Pero aquella criatura lo cogió del cuello, cayéndolo al suelo para después poner el pie en su costado y tirarlo hacia mí, rodando. Lo miré sin saber qué hacer, su nariz sangraba y me miraba directamente a los ojos.

- Mátalo.- escuché y miré la criatura, después hacia Theo, viendo que tenía mi mano en su cuello ahogándolo y como él intentaba salvarse de mi agarre.- Mátalo.

Mis ojos brillaron con un color rojizo oscuro y levanté mis garras, desgarrando su cuello de un lado a otro. Miré sin sentir nada dentro de mi hacia donde estaba aquella criatura, pero solo había una frase escrita en sangre: "Eres tú".

Mis ojos se abrieron y mi pupila se estremeció ante la luz que entraba por la arena del techo. Me senté en la cama de un salto gritando asustada, sintiendo las gotas de sudor caer mi frente y mis lágrimas por mi mejilla. Agarré las sábanas con mis puños, haciendo que mis nudillos queden blancos de la fuerza que hacía.

- ¡¿Thalia?!- la puerta se abrió y apareció Ted asustado- ¡Thalia!

Se abalanzó hacia mi tumbándome de nuevo, pero yo hacía fuerza para levantarme. Agarró mis hombros con fuerza y me mantuvo allí mientras gritaba agarrando sus muñecas y clavando mis garras en ellas.

- ¡Thalia despierta!- seguí gritando y sus ojos se volvieron amarillos.- ¡Thalia!

Miré directamente a su pupila y me fui calmando, como si me acabara de despertar. Él fue aflojando el agarre en mis hombros y yo saqué mis garras de sus muñecas soltándole y respirando agitada.

- ¿Estás bien?- tragué saliva y asentí despacio con la cabeza.- Tranquila, ya está...solo ha sido una pesadilla.

Se puso a mi lado y me abrazó, colocando mi cabeza en su pecho que se levantaba y bajaba con rapidez, porque él también estaba respirando agitadamente. Me limpié las lágrimas escuchando como repetía una y otra vez que todo estaba bien.