La miré amenazante a los ojos, ella solo me sonrió desde la lejanía. Los pasos detrás de mí se acercaban a paso lento, pero ella no se movía, intentaba hipnotizarme de nuevo, pero si llevo sobre mi espalda el espíritu del lobo no podrá manipularme.
- ¿Thalia?- escuché a Theo detrás de mí.- ¿Pasa algo?
- Aría.- gruñí y noté como levantaba su cabeza orgullosa de escuchar su nombre.
- Vámonos.- su mano agarró mi brazo e intentó tirar de el.- Thalia, vamos.
Gruñí de nuevo y le miré a él, después a donde ella estaba, pero solo estaba la arena sobrevolando el suelo formando de nuevo un pequeño torbellino. Pestañeé volviendo a tener el color miel en mi iris y me fui junto a Theo de nuevo a la guarida.
- Descansa.- dijo dándome un corto beso y dejándome en mi habitación.
Bufé y me tumbé en la cama sin fuerzas. Miré hacia el techo notando el escozor en mis ojos, aquel que avisaba que debía pestañear o estos se quedarían secos. En cambio, sólo los cerré y abrí.
Miré alrededor mío, todo estaba más oscuro de lo normal. Me levanté de la cama y miré como la puerta se abría poco a poco, enseñando el pasillo oscuro. Pasé por esta, que se cerró detrás de mí con fuerza, formando un estruendo que hizo caer algo de arena.
- ¿Theo?- empecé a andar.- ¿Ted?
A lo lejos, en la inmensidad de la oscuridad, se escuchó una respiración suave, que parecía estar enfrente de mí. Tragué saliva y seguía andando hacia la dirección donde procedía esa respiración.
- Eres tú...
- ¿Qué?
- ¡Eres tú!
Las palabras retumbaron por las paredes y aparecieron unos ojos dorados que brillaban más de lo normal en los perros salvajes. Di un paso hacia atrás, pero sentí una pared en mi espalda, me di la vuelta y no había nada. Giré mi cabeza de nuevo, encontrándome con los ojos justamente delante de mi.
- Eres tú.
- ¿Qu...qué?
Los ojos dorados dieron un paso más hacia delante y aparecí yo, con las manos llenas de sangre y una sonrisa tenebrosa. Intenté decir algo, pero fui interrumpida por las paredes, que empezaron a hacer ruido y a derrumbarse. Salí a correr, pero caí al suelo y fui arrastrada mientras arañaba el suelo con las garras y desaparecía entre el polvo, la arena y la oscuridad.
Me desperté entonces y me senté con las piernas fuera de la cama, intentando buscar aire. Miré a mí alrededor, viendo que estaba en mi habitación, donde me había dejado Theo, y que todo había sido una pesadilla.
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Dark Wolves (Theo Raeken)
FanfictionDesde hace años ha reinado una manada de lobos indestructible entre el reino sobrenatural. La leyenda cuenta que el color rojizo de los ojos de su alfa, demuestra cuanta sangre inocente ha derramado para llegar a este poder. A la vez, también cuenta...