Capítulo 44

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Golpeé con mi puño derecho al saco con fuerza, haciendo que se soltara y saliera volando metros delante de mí. Dejé de pensar en ella y miré al saco, roto. Suspiré y lo agarré, me acerqué a la banca y me senté en ella, después empecé a arreglar el saco.

- Y salió corriendo.- terminó la frase Stiles, que había entrado junto con Lydia en la sala.

- Hola chicos.- dije, haciendo que notasen mi presencia.

- Thalia.- Lydia se sorprendió, pero luego sonrió.- ¿Qué haces aquí?

- Entrenar.

- O más bien, romper sacos de boxeo llenos de arena, como todo este lugar.- dijo Stiles medio indignado y reí levemente dejando el saco a un lado.

- Sí, la verdad es que después de un tiempo ver tanta arena aburre.

- Y molesta, que en el suelo haya arena está bien, pero que haya hasta en el agua e agotador e antihigiénico.

- Cállate Stiles.- dijo Lydia rodando los ojos y reí de nuevo.- ¿Vas a seguir entrenando?

- No...- me levanté y sacudí mis manos en mi pantalón.- Volveré a mi habitación, sí, creo que es lo mejor, hasta luego chicos.

- Adiós.- dijeron al unísono y me fui.

Caminé por los pasillos hasta llegar a la habitación de Ted. Abrí su puerta esperando encontrármelo a él, pero solo estaba Max jugando a hacer castillos de arena, reí viéndole jugar y cerré de nuevo la puerta. A continuación, empecé a buscarle.

Fui por toda la guarida hasta dar con Dalila, que tampoco lo había visto. Esto ya era extraño. Ella decidió acompañarme en su búsqueda, ya que había decidido buscar ahora en la superficie.

- ¿Ted?- pregunté.

- ¡Estoy aquí!- escuché su voz debajo de mi Jeep que ya estaba aquí y me agaché.- Hola.

- ¿Qué se supone qué haces debajo de mi coche?

- Arreglarlo, estaba medio roto según la manada y vine a arreglarlo dejando a Max jugar con la arena en la habitación.

- Ya, eso ya lo e visto.- sonreí.- Anda, sal.

- ¿Qué pasa?- preguntó saliendo y se sorprendió al ver a Dalila junto a mi.- Dalila.

- Hola Ted.- ella sonrió coqueta y Ted puso sus típicos ojos de enamoradizo, yo rodé los ojos aburrida.

- Bueno, gracias por la ayuda, Dalila.- intenté ser amable sonriendo y ella asintió, sin parar de mirar a Ted, después de fue.- Limpiate.

- ¿Qué?

- Tienes grasa por la cara y un poco de baba fuera de la boca.- reí por lo último mientras él me fulminaba con la mirada.

- Muy graciosa, hermanita.- dijo limpiando su rostro.- Bueno, ¿Qué querías?

- Nada,solo habalr contigo.- sonreí y él dejó el pañuelo en el capo.- ¿Sabes que eso se vuela?

- ¿Qué?- miró de nuevo al pañuelo, que salió volando.- ¡No!

- ¡Lo tengo!- grité después de correr detrás de él y cogí una piedra del suelo, sople quitando un poco de arena y la puse encima del pañuelo, en el capo.- Ahora sí.

- Bueno, ve al grano, Thalia.- se apoyó en la puerta del coche y yo sacudí mis manos.

- Ella me quiere a mi, pero también ha vosotros.

- ¿Se puede saber de qué hablas ahora?

- De Aría, yo le quité a Zeus, ahora ella me quitará algo a mi y ahí entráis tú, Theo, Stiles, todos.

- Incluso tu hijo.-afirmó y yo asentí con la cabeza.- Genial, salimos de una manada de lobos psicópatas para meternos en un perro salvaje guerrero oscuro psicópata.

- Lo sé, somos imanes del peligro.

- ¿Somos? Tú aceptaste venir con los Calaveras y después te podrías haber ido, haber vuelto a Beacon Hills, pero decidiste quedarte y ponérselo en bandeja.

- ¿Ahora es mi culpa?

- Mayormente...sí.

- Gracias, hermano, se ve cuanto me quieres.- él rodó sus ojos.

- Te quiero, pero a veces eres más idiota que yo.

- Al menos te has insultado tú solo.- levanté mis manos y él negó con la cabeza divertido.- ¿qué hacemos?

- Dos opciones, se lo dices a todos o dejas que esto pase hasta que decidamos actuar, haciendo que no sepan el peligro que corren.

- ¿A qué te refieres?

- A que ahora no saldré solo a arreglar un coche.- dijo sonriendo.

- Está bien, se lo diré a todo, gracias Ted.- me iba a ir pero agarró mi bazo.

- ¿No me has entendido? ¡No pienso quedarme solo arreglando un coche!

- Está bien, idiota, te protegeré.- sonreí y él volvió debajo del coche a seguir arreglándolo.

Dark Wolves (Theo Raeken)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora