Capítulo 43

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Salté la gran roca y caí al suelo agachada con un brazo apoyado en el suelo, el otro en el aire. Subí mi cabeza, viendo a mi manada en la madriguera y puse recta mi espalda. Todos me miraron y mis ojos tronaron rojo, los suyos amarillos.

Salieron corriendo hacia fuera y yo me quede a un lado viendo si estaban todos, cuando no había nadie me senté en una de las piedras a verles, a vigilarles como los padres con su hijo. Ted estaba junto con Max, pero al verme, dejó a Max con su hermano y se acercó a mí.

- ¿Estás bien?- le miré y negué mirando hacia un lado.- ¿Qué te pasa ahora?- se sentó junto a mí.

- Theo y yo.- le miré y continué.- Hemos terminado.

- ¿Qué? ¿Por qué?

- No es bueno para mí, solo eso.

- Pero...

- Ya está Ted, se acabó.- le observé seria durante segundos y me levanté.- Cuida a la manada un momento, veré si hay alguien cerca.

Él asintió en silencio y empecé a correr. Esquivaba los árboles con velocidad, no quería estar cerca de la manada por mucho que se divirtieran, no quería estar cerca de nadie ahora mismo. Sin darme cuenta tropecé y caí por un monte.

Cuando llegué al suelo estaba llena de tierra y hojas y solo es la primera noche. Quito una rama de mi pierna y me siento apoyando mis manos en la tierra. Noto como cae una lágrima y bajo la mirada, ¿Cómo alguien con el que he estado tan poco tiempo puede hacerme sentir así? Supongo que esto es el amor.

Bufé y me levanté para luego ir andando hasta donde estaba la manada. Escuché entonces un ruido cerca, era una rama rompiéndose. Me quedé quieta durante unos segundos y después empecé a correr con mis sentidos en alerta. Escuchaba los pasos atrás y empecé a dar círculos hasta que decidí esconderme a la vista de todos y desaparecí.

Vi a Maximus buscándome con la mirada y una vez rendido, al siempre oler el mismo rastro por el mismo camino, se fue y volví a ser visible. Volví con la manada esta vez más rápido y escondida, para que nadie pudiera vernos. Al aparecer vi a Ted jugar con Jack, sonreí y cuando Ted me vio se acercó a mi.

- ¿Algo?

- Maximus, iba a por mí pero me he escondido, haremos lo mismo.- él asintió y cuando me iba a la roca donde rugíamos al principio y final de la noche él me agarró del brazo.

- ¿Perdonarás a Jack esta semana?

- Ted...solo si hace lo que le dije.

Él asintió y subí a la roca, cuando les dije eso todos desaparecimos y decidimos salir a correr por el bosque como siempre. Yo iba en cabeza y Ted junto con Jack y Max detrás de mí, Jack no parecía tan dolido como decía Ted, tal vez sea por la noche o tal vez tampoco le importe a él...

- ¡Thalia cuidado!- escuché a Jack grité y al desaparecer de mis pensamientos vi como tenía pegado a mi rostro el tronco del árbol.- ¿Estás bien?

- Sí, solo es la nariz...

Me levanté sin su ayuda y limpié la sangre de la nariz, la manada se quedo viéndome hasta que empecé de nuevo a correr. No suele pasarme esto, pero esta noche estaba demasiada distraída, no le daba importancia al espíritu y es lo que hay que hacer.

Así que hasta luego manada de Scott, Theo y mis sentimientos de humano, Thalia, enséñale al viento y a los árboles porque te llaman "La Salvaje".

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Dark Wolves (Theo Raeken)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora