Capítulo 49

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- ¿Todos listos?- preguntó Zeus y su manada asintió.- Ahora le toca a él.

- Max.- él me sonrió agarrado de mi mano.- Recuerda que debes correr, olvídate de todo y conviértete en el beta que eres en tu interior.

- Debo sacar mi lobo interior.- dijo y asentí sonriendo.- Te quiero, Thalia.

- Yo también a ti, Max.- lo abracé y fue él esta vez quien se separó de mí y salió corriendo.

La luz del sol descendía mientras su silueta se perdía entre la arena que el viento levantaba. Zeus tocó mi hombro, intentando calmarme y que pensara que todo iría bien, pero no dejaba de sentir el vacío en mi pecho, aquel que sentí con la muerte de su hermano.

- Thalia.- escuché a Theo atrás, que agarró mi mano.- Hay que coger los coches ya.

- Está bien.- le miré y sonreí.- Nos veremos después.

- Eso espero, lobita.- me sonrió de vuelta y nos dimos un beso.

Me separé de él despacio y me monté en mi Jeep. El de Stiles arrancó dando paso al mío y me puse a su lado. Lo miré desde la ventanilla y él hizo lo mismo, sus ojos estaban entrecerrados y relamía sus labios nervioso mientras tocaba con su pulgar el volante una y otra vez. Sonreí intentando calmarlo a él y a mi misma y miré de nuevo al frente.

Mis ojos tornaron rojos cuando conseguí el rastro de Max y giré hacia la derecha, Stiles me siguió colocándose un poco detrás de mí, pero seguía a mi lado. Aceleré más, intentando no perder el rastro y que no le pasara nada. Escuché detrás nuestra el coche de lo Calaveras y al mirar por el retrovisor los vi a todos en fila detrás nuestra, con sus armas sacadas por la ventana.

Respiré profundamente cuando noté a Max en la lejanía, pero dejé de hacerlo viendo un torbellino de arena parecer con ella en medio. Apreté más fuerte el pedal del acelerador y Stiles hizo lo mismo cuando se dio cuenta. Aría empezó a correr sin darse cuenta de nuestra presencia detrás de Max, que corría bastante rápido.

Giré el volante y aceleré, llegando a los 200 km/h. Me coloqué a su derecha y Stiles a su izquierda, entonces ella se dio cuenta de nuestras intenciones y quiso dar marcha atrás, pero los Calaveras cortaban su paso. Escuché el claxon del coche de Theo y aceleré más, dejándole en mi sitio y yo me adelanté hasta ponerme al lado de Max. Toqué el claxon con fuerza y él me miró, sonrió y saltó al coche agarrándose para luego entrar en el asiento de atrás.

- ¿Estás bien?

- Sí, alfa.

Frené y Theo aceleró, cambiándonos de sitio. Stiles giró y todos fuimos hacia donde él iba, guiándola hasta la carretera abandonada por el sonido de nuestros claxon. a divisé a unos pocos metros y vi como Theo giraba pasando delante de mí y quitándose del medio. Ella vio una salida pero cuando quiso correr hacia allí, ya tenía la carretera delante de ella y no pudo.

Stiles y yo dimos la vuelta saliendo por esta y los Calaveras formaron un semicírculo, tirando unos sensores de infrasonidos que nos afectaron a todos los seres sobrenaturales. Frené el Jeep tapándome los oídos, al igual que Max y escuché a los demás acercarse cuando el sonido paró.

Miré por la ventanilla, viendo a Chris y a Severo poner ceniza de serbal entre los coches para que no pasara. Ella no paraba de gruñir y decidí bajarme al ver a los perros salvajes junto con mi manada y lo cazadores. Cerré la puerta de Max para que no saliera.

- Tú...- ella me gruñó mirándome.- Pensaba que estabas de mi lado.

- Casi me matas, ¿Cómo voy a estar de tu lado?- me puse al lado de Araya.

- Estás del lado de los cazadores...traidora.- aquella palabra retumbó en mi cabeza y se dio cuenta.- ¡Traidora!

- ¡Cállate!- gruñí de vuelta sacando mis garras.

- Eres una traidora a tu origen.

Abrí mis ojos recordando esa frase pero en la boca de Jack y sentí el cosquilleo que hace tiempo no sentía. Gruñí y entré por la carretera escuchando los gritos de los demás, que querían que no lo hiciera. Ella sonrió sabiendo que había conseguido lo que quería y saltó encima de mí.

La esquivé y cayó al suelo. Le di con mi pierna en su costado poniéndola boca arriba y me puse encima suya. Empecé arañar su pecho hasta que ella paró mis brazos y me lanzó al suelo.

Sentí entonces sus garras clavarse en mi estómago y abrí mis ojos, sintiendo el veneno correr por mis venas. Escuché a Theo gritar y acto seguido abalanzarse sobre ella, ya que él era quimera y podía pasar por el serbal. Los cazadores empezaron entonces a pegar tiros como locos, sin importar si daban a Theo. Sentí las lágrimas acumularse en mis ojos y el dolor extenderse por todo mi cuerpo, dejando de sentir mis piernas. Tapé la herida con mis manos y sentí que alguien me llevaba por los hombros fuera de la pelea.

- ¿Thalia?- preguntó y vi su rostro borroso, era Jack.- Vamos Thalia reacciona.

- ¿Jack? Tú está muerto.

- ¿Qué? No, Thalia vamos aguanta- su rostro se volvió borros y apareció Stiles y detrás de él estaba Scott.

- Vámonos.

Sus brazos cogieron mi cuerpo que empezaba a temblar y a tensarse por el veneno que corría con velocidad por mis venas. Tosí, mirando a Max intentando abrir la puerta dando golpes, intentando venir conmigo y escuché la voz de Ted a lo lejos. Pero no aguante y cerré los ojos sintiendo la vida irse por la punta de mis dedos.

Volví a abrir mis párpados pesados y apreté mi mandíbula, sintiendo mis colmillos. Me intenté retorcer de dolor, pero agarraban mi cuerpo. Divisé entonces donde estaba, en la enfermería. Malia agarraba mi tronco, Scott mis hombros y Ted mis piernas mientras el perro salvaje cortaba con la daga la herida. Me volví a marear y me desmayé de nuevo.

El dolor fue disminuyendo y mi cuerpo se durmió completamente. No sentía nada, cuando digo nada, es a nadie y eso me preocupó suficiente como para despertarme. Sintiendo el orión caer por mi nariz y entonces la vi. Anne me miraba, mojando el paño de agua y limpiando el líquido azul.

- ¿Qué ha pasado?- pregunté con voz ronca.

- Se terminó, Thalia.- dijo ella con una voz apenada.- Todo terminó.

Dark Wolves (Theo Raeken)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora